Alejandro José Gallard-Prio.
Usando el termino aceptado por los Faraones de la Real Academia, estoy "veraneando" en el pueblito (Villa) de QUOGUE en la Isla Long Island, Nueva York, donde he llegado a la conclusión, que hay una gran diferencia en veranear y turismo.
El veraneante, se convierte en residente del pueblo que ha elegido para gozar los largos días de verano y sus oportunidades deportivas para padres e hijos, para lo cual, adquiere casa, apartamento o los alquila por la temporada, que suele ser de tres a cuatro meses, así como obtiene membrecía en los Clubes de la región. Lo mismo se da para las temporadas de invierno, aunque los deportes cambian.
La ventaja que ofrecen estos destinos, es su proximidad a los centros urbanos, donde el Jefe de Familia, generalmente un empresario o ejecutivo, tiene la oportunidad de seguir en sus labores durante la semana, mientras la familia se mantiene ocupada en deportes y demás actividades recreativas,
regresando de viernes a domingo al goce familiar.
Generalmente, los veraneantes de estos pueblos significan buenas entradas en impuestos inmuebles, sin que sus hijos utilicen las escuelas ni los servicios sociales. Sus contribuciones mantienen, en gran parte, las librerías públicas, los parques y las actividades artísticas.
El domingo pasado, fui al Teatro de Westhampton Beach, cuyas presentaciones son patrocinadas por los miembros de la Asociación de Artes, con contribuciones que oscilan de 50 a 250 mil Dólares anuales y por supuesto varias horas de trabajo honorífico, con lo que pueden presentar obras y artistas de Broadway, durante el verano. Me impresiono el excelente estado físico del Teatro, lo que me hizo admirar el esfuerzo y dedicación de los responsables del Teatro Nacional "Rubén Darío" que trabajan sin el apoyo de una Asociación, que se debería crear.
Otra grata impresión fue el ver, en el espaldar de cada butaca, el nombre de un patrocinador y al preguntar, me dijeron que esas personas son las responsables del mantenimiento de esos asientos. Bonito ejemplo para los Teatros en Centroamérica. El asiento de Platea en los espectáculos, es normalmente de $100.oo.
La noche del 15, aplaudimos a BEBE Neuwirth, cantante de varias obras de Broadway y versátil artista, tanto en los escenarios, como en Televisión y Cine. Esa noche canto varias de musicales, acompañada al piano por un genio del teclado, Scott Cady. Una noche de esas que no se olvidan y que nos demuestra la importancia del ARTE en el turismo, sea este veraneante o itinerante.
La noche del 15, aplaudimos a BEBE Neuwirth, cantante de varias obras de Broadway y versátil artista, tanto en los escenarios, como en Televisión y Cine. Esa noche canto varias de musicales, acompañada al piano por un genio del teclado, Scott Cady. Una noche de esas que no se olvidan y que nos demuestra la importancia del ARTE en el turismo, sea este veraneante o itinerante.
Estos pueblos se diferencian por su exclusividad, en algunos de ellos, hay Hostales, como el "The Inn at QUOGUE", "The Inn Spot on the Bay" en Hampton Bay y unos más sofisticados como el "Westhampton Bath and Tennis Hotel and Marina" en Westhampton Beach.
Como estas temporadas, coinciden con las vacaciones escolares, estos destinos ofrecen campos de juegos y entretenimiento para niños, así como cursos de entrenamiento deportivo para los jóvenes, que los mantiene ocupados durante el día y así alejados de los vicios y la vagancia.
La Asociación "The Westhampton Beach Performing Art Center" ejerce un rol en las actividades de los veraneantes, quienes encuentran en los programas de educación artística que patrocina el Centro, un aliciente para los menores inclinados a cultivarse a través de las artes a una carrera en el Teatro, Televisión y Cine. Estas actividades incluyen realizar obras musicales, tales como "My Fair Lady", "Cinderella", "Hansel and Gretel", así como obras de Ballet "Alice in Wonderland", todo de acuerdo a sus edades.
Este destino, ofrece una vasta gama de entretenimiento para los mayores, como canchas de tenis, campos de golf y abundantes oportunidades para pesca deportiva, tanto en sus esteros, como en el océano Atlántico, alquiler de lanchas y yates. Hay muy buenos bares y restaurantes, el otro día vi uno especializado en tequilas y rones.
Lo que no hay son Hoteles ni Restaurantes de Cadenas internacionales, con excepción del omnipresente McDonald, Starbucks, famosos por sus cafés. Generalmente, la gastronomía está a cargo de empresarios locales, lo que incluye a inmigrantes mejicanos y centroamericanos, especialmente salvadoreños.
Otra bendición es la ausencia de rótulos, como los que abundan en Managua y mucho menos mantas publicitarias. Todos los rótulos son moderados y los cartelones que anuncian eventos, son colocados en lugares asignados en los centros de negocios. No existe propaganda política y eso que estamos a menos de 4 meses de las elecciones.
Limpieza es algo tan preponderante, que un simple papel ofende y eso que no tarda mucho en el suelo, ya que hay una cultura de nitidez, tanto en las calles, como en los jardines y parques, que es el mejor mensaje de bienvenida que se le puede dar a un visitante.
Una vez que se ingresa a las calles de un pueblo, la velocidad de los vehículos es controlada a 25 millas por hora, ya que los veraneantes normalmente circulan en bicicletas. La policía de esta región es muy estricta, yo diría demasiado, pero los residentes alegan y tienen razón, ya que la protección para que sus hijos se desplacen con seguridad, lo merece.
Hay algo imprescindible para los veraneantes: La protección de su SALUD y esto requiere de clínicas y hospitales, en lo cual las autoridades de los Condados y del Estado, juegan un papel importante, ya que ofrecen un Servicio excelente.
Centroamérica tiene "resorts" para el TURISMO de Veraneantes, pero le hace falta que las ciudades o pueblos circundantes, se rehabiliten y se limpien y por sobre todo, respeten las normas y reglamentos que garantice la seguridad ciudadana.
Hasta el próximo ARCHIVO, domingo 29 de julio, desde la inolvidable Philadelphia.
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