domingo, 30 de agosto de 2020

El Archivo DCLXVIII

Decencia vs. Vulgaridad
La Pandemia, ocasionada por la Covid-19, ha traído al mundo un cambio de costumbres y mucho tiempo libre para analizar lo que nos ofrece el Internet y los celulares con sus aplicaciones, y la ventaja de poder catalogar lo decente y lo vulgar por comparación instantánea.

Tenemos meses de estar viendo y escuchando a los políticos de Estados Unidos exponer sus puntos de vista sobre el acontecer mundial, pero más aún, han hecho todo el esfuerzo por convencernos de "usar" sus formas de pensar, unos en forma decente, o sea, con verdades, y otros con mentiras, es decir, indecentemente, "sinónimo" de vulgarmente.


Esto último será lo que al fin determinará el resultado de las elecciones del tres de noviembre en Estados Unidos, donde durante los últimos cuatro años se ha lidiado con el actuar irresponsable de un "payaso de feria" que nunca fue investigado; no existió ningún termómetro para sí el candidato tenía los méritos para administrar las oportunidades y las dificultades que llegan a la Casa Blanca.

Dicen los politólogos que la política es el arte de gobernar, pero no mencionan que "gobernar" es servir y no servirse; beneficiar y no ser beneficiado en sus intereses personales. Las mentes oportunistas aprovechan la vulnerabilidad supremacista de ciertos seres humanos para "mandar", pero mandar no es "gobernar".


Lo anterior ha llevado a Estados Unidos a una situación socioeconómico tan deplorable que peligra no solo su sistema de gobierno democrático, sino también su prestigio y liderazgo a nivel mundial.

El malestar que ha creado el improvisado "estilo de gobernar" del actual presidente, se refleja en las audiencias del primer día de las dos convenciones. De acuerdo al reporte "Nielsen" fue menor (17 millones) que la convención del 2016 y la convención "Demócrata" de 2020, de 19 millones. Además, a tono con el "trumpismo", presenciamos un espectáculo populista propio de las dictaduras, un "circo político" que gritaba "cuatro años más" a lo que el candidato aludido, y utilizando sus bien amaestradas facetas artísticas, gritaba de regreso: "Para que les duela pidan 12 años más". Este show fue una falta de respeto a la Constitución de los Estados Unidos, y además un espectáculo vulgar, montado por quienes se han apoderado del partido "Republicano", dictando la pauta a seguir: "¡aquí mándanos nosotros!".


El resto de las noches presenciamos una serie de amaestrados oradores que se dedicaron a rendir tributos a su candidato, claro, utilizando todos los beneficios del poder, como la ceremonia de juramento a nuevos ciudadanos y el acto de perdón presidencial en la Casa Blanca. Todo esto para vulgarmente martillarle a la audiencia –en su mayoría, ya incondicionales– que el "mandamás" es el "por qué" de la felicidad, de la salud, de la prosperidad, etc… etc… etc.… En fin, de todo lo bueno que acontece en los Estados Unidos, y por lo tanto hay que reelegirlo, evitando así que caiga en manos de peligrosos "socialistas" –palabra que han prostituido, asociándolo con el nefasto comunismo– para atemorizar a los "incautos".

La excepción fue el gesto de la Primera Dama, Doña Melania Knavs, quien expreso su condolencia a la ciudadanía por las víctimas de la pandemia en Estados Unidos, por todo el sufrimiento y las muertes, demostrando como inmigrante nacida en Novo Mesto, Slovenia, la cultura y el humanismo propio de los inmigrantes, a los que su esposo tanto denigra e insulta.


Los medios critican el uso del histórico y renovado "Jardín de las Rosas", de la Casa Blanca, para un acto político partidario. Esos mismos críticos independientes condenan la intervención del Secretario de Estado en funciones, ya que la convención, como hemos dicho, es un acontecimiento político partidario, que el gobierno aprovecha en forma flagrante para enviar un mensaje partidista de su política exterior, la cual debería de ser nacional.

En la otra convención, la "Demócrata", presenciamos decencia, seriedad y patriotismo, con oradores respetuosos al derecho ajeno y a disentir, divulgando hechos del mal manejo de la administración pública y animando a la ciudadanía a un cambio democrático, incitándoles a ejercer el derecho constitucional al VOTO, que nuevamente viene a ser el arma cívica de los pueblos para lograr su bienestar.


El voto es un derecho inalienable que todo ciudadano debe ejercer, pues le garantiza el derecho a elegir presidentes y legisladores responsables, honestos y patriotas. ¡No podemos fallar, debemos VOTAR!

En Estados Unidos se puede consultar por Internet y en español las diferentes oportunidades que ofrece el sistema electoral a sus ciudadanos para ejercer el voto, y si el ciudadano americano reside en el exterior, a través de la página web del Consulado de Estados Unidos del país en que se encuentra, podrán guiarse de como ejercer su valioso VOTO.

domingo, 23 de agosto de 2020

El Archivo DCLXVII

¡Elecciones!
En la interesante historia del proceso electoral del mundo democrático, he encontrado que necesitamos hacer cambios radicales para "acercarnos" a lo que debe ser una elección libre, justa y honesta, y no me refiero solamente a las elecciones de los administradores de la "empresa pública" llamada "República", sino a todo género de elecciones, sean estas, sociales y/o gremiales.

Debemos comenzar con establecer que al "elegir" en la empresa República, nos referimos a los administradores de los bienes públicos, dentro de principios establecidos en sus constituciones, leyes y reglamentos, diferente al proceso de las empresas privadas, donde son los propietarios, a veces familia o unos pocos accionistas, los que nombran al Ejecutivo y a su Concejo Directivo, con la misión especifica de obtener ganancias, para lo cual los remuneran de acuerdo a su rendimiento o los retiran por no cumplir con sus expectaciones.


Es importante tomar en consideración que tanto la empresa privada como la pública le conviene analizar e investigar la carrera administrativa, acciones, moralidad, ética y reputación de quienes consideran o proponen como candidatos a dirigir y administrar las empresas y no olvidemos que la República es la más grande de todas. Sin este análisis, perdemos la oportunidad de conocer si los candidatos, tienen o no las cualidades para servir la gran empresa llamada "República".

Podemos entonces deducir que, al concentrarnos en candidatos de solo los partidos políticos, la candidatura es excluyente, queda limitada a los intereses partidarios, ideológicos y/o mercantiles, por lo tanto, es indispensable que los Consejos Electorales, inviten y permitan el ingreso de candidaturas a organizaciones o grupos cívicos, ya que están en juego los intereses de la "República", que pertenece a una polifacética ciudadanía, que es la que paga impuestos.


Para hacer esto posible es necesario limitar la duración de las campañas y su costo, dándoles oportunidad a grupos independientes a presentar candidaturas para elegir a ciudadanos idóneos para las diferentes posiciones de servicio, pues de eso se trata, de servir, no de servirse.

El tema más espinoso de las campañas es su financiamiento, debemos tener en mente que todo lo regalado sale caro, quizás ese ha sido el nudo gordiano del porque no hemos logrado cimentar la democracia en nuestros países, es indispensable buscar una fórmula donde el ciudadano contribuya, de acuerdo a sus posibilidades, a estas fiestas democráticas que son las campañas electorales. Algunos no podrán contribuir con dinero, pero si como voluntarios, es necesario que nos cueste y así evitar las dictaduras, que luego, para salir de ellas, el ciudadano ha tenido que recurrir a las armas y exponer sus vidas, cuando sería más fácil eliminar las dádivas y contribuir a campañas cívicas y derrotarlas en las urnas.


Otro de los problemas es la reelección, por lo tanto, los funcionarios deben ser electos con un término de tiempo, dando así oportunidad a otros conciudadanos que, cumpliendo con los méritos que exigen los cargos, ofrezcan nuevas ideas y proyectos en pro del bienestar común.

En una campaña de reelección es casi imposible que un funcionario público no llegue a utilizar, para su beneficio, esa maquinaria humana burocrática que depende de él y quienes se ven obligados a acompañarles, abandonando sus obligaciones a la "República", por lo que la reelección no es ecuánime, perjudica la independencia y seguridad burocrática de los empleados públicos.


En cuanto al término de tiempo de servicio de los legisladores (Diputados), que en Estados Unidos es dos años, se pasan más tiempo en campañas que en sus quehaceres legislativos, además, como las campañas se hacen cada día más costosas, andan constantemente pidiendo ayuda. Debería haber una enmienda para incrementar sus términos de 2 a 5 años, eso sí, sin reelección, ya que ser legislador, no es carrera profesional, es un servicio público donde necesitamos diversidad, renovación y criterios independientes. En los países con una sola Cámara, el término de servicio podría ser de 6 años sin derecho a reelección ¡y sin suplentes!, un costo innecesario a nuestras escuálidas economías.

En Latinoamérica es prioritario la formación de "Consejos Supremos Electorales”, formado por 5 o 7 distinguidos, honestos y responsables ciudadanos, con una total autonomía administrativa y presupuestaria. No se necesita suplentes, que en nuestros países son "garrapatas burocráticas". ¡Sin consejos electorales independientes nunca tendremos elecciones libres, justas y honestas! ¡No tendremos DEMOCRACIA!

¡Combatamos el TERRORISMO! Contribuyamos a la restauración de la Capilla de la Catedral de Managua.

Cuentas en Nicaragua en dólares:
     "La Fise" cuenta # 101 600 139
     "Banpro" cuenta # 100 104 1000 8466.

Arzobispado:
     tel: +505 2276 2436 / +505 2276 0129
     fax: +505 2276 0130
     email:

domingo, 16 de agosto de 2020

El Archivo DCLXVI

¡Convivir es Coexistir Comunitariamente!
Doña Nelia T. Castillo, ilustre dama latinoamericana, mexicana de origen y residente de Philadelphia, Pennsylvania, al comentar El Archivo anterior sobre el tema de convivencia con la pandemia, nos dice: "hay que reconocer que, siendo seres humanos, somos entes sociales y por lo tanto el estar aislados nos afecta en forma personal. El no poder convivir y participar en actividades que son tan necesarias para nuestro desarrollo y la comprensión de nuestro ambiente es como un castigo que consideramos injusto, aunque sea necesario para nuestros compañeros, amigos y familia. Pero la vida no nos garantiza una ruta sin desafíos. ¡Nos ajustamos y nos adaptamos para ayudar al bienestar de todos!"

Ciertamente la vida no nos garantiza "una ruta sin desafíos", es por ello que debemos ajustarnos, adaptarnos, dentro de ese espíritu comunitario que demanda nuestra coexistencia, pues no se trata solamente de salir avante durante este periodo que pone a prueba nuestro espíritu humanitario, sino de superar y derrotar el "yoquepierdismo" que ha sido permanente razón de nuestra falta de desarrollo, pues no podemos negar que hemos ignorado la importancia de la convivencia comunitaria, tan necesaria, como dice, Doña Nelia, para "nuestro desarrollo".


Al decir convivencia comunitaria, nos referimos a la importancia de tomar en cuenta, en las luchas cívicas y patrióticas, a toda la población en general, y no solamente de una comunidad, o a uno o dos partidos políticos. Nadie tiene exclusividad, ya que la misma palabra lo define, no se trata de "excluir", sino de incluir a toda la ciudadanía a participar. Todos, sin excepción, estamos obligados a combatir la corrupción, el terrorismo, el nepotismo, la politiquería, los abusos del poder y el absolutismo. La lucha es contra el mal que corroe sin contemplación y para ello necesitamos unión de valores, no de ideologías.

Y ya que mencionamos la plaga del terrorismo, Nicaragua compartió con Líbano, la semana pasada, los titulares en los medios a nivel mundial, debido al terrorismo. En este rincón de las Américas, un "emisario" de los que diariamente "azuzan" el odio a los que luchan por la "libertad de amarnos los unos a los otros" arrojó una bomba destructiva, que, si no mato a cienes de seres, como en Líbano, si calcino una histórica imagen colonial traída de Guatemala a Managua en 1638, cuando Managua no era ni pueblo, ni ciudad, mucho menos capital, sino únicamente era un lugar de paso entre León y Granada, destruyendo además un rincón de oración donde un pueblo impregnado de fe y amor al prójimo solía orar por la paz y el bienestar.


En Líbano dimitió el Gobierno, en cambio, los voceros del gobierno de Nicaragua, ignorando la seriedad del atentado, salieron con argumentos absurdos y teorías ridículas que no solo ofenden, sino que irrespetan la dignidad y la fe de sus conciudadanos; argumentos que han sido rechazados rotundamente por su Eminencia Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de la Diócesis de Managua y la Conferencia Episcopal de Nicaragua, además de otros dignos seguidores de Cristo.

El acto cometido en Nicaragua es un intento de atemorizar a quienes practican y predican el "amor al prójimo" de Jesucristo, cuya imagen, ahora calcinada, sigue en la capilla que esta con la cúpula protectora totalmente quemada, debe de ser condenado, no solo por la Jerarquía Católica, sino por todas las fuerzas vivas de la nación, pues están en la obligación de "convivir" con ese espíritu comunitario para reclamar una investigación internacional exhaustiva y así encontrar la verdad. Además, debemos de contribuir con la restauración de la capilla y de la imagen histórica y venerada, asegurando la preservación de esta joya de convivencia, amor y paz, que representa Jesús crucificado.


Estoy consciente de que no es fácil convencer a los latinoamericanos, que la unión es el meollo de la coexistencia, y que sin la cooperación y la contribución de todos, no podremos restaurar la Capilla de La Sangre de Cristo, símbolo de la ruta a seguir en el futuro de una Nicaragua libre, soberana e independiente, ante la inmundicia de la corrupción y el terrorismo político que nos ha mantenido en la pobreza, material y espiritual, la cual estamos llamados a derrotar. ¡Todo es posible si estamos unidos!

domingo, 9 de agosto de 2020

El Archivo DCLXV

Aprendamos a Convivir Sin Contaminarnos

Gracias a los adelantos de la ciencia, sin importar donde residimos, podemos ver y escuchar, los aconteceres del mundo, sin el temor de contagiarnos.

En días pasados, seis vecinos del angosto Valle del Rio Guadalajara de Buga, Colombia, que teníamos la simpática costumbre de almorzar los jueves –interrumpida por las exigencias de la pandemia– hablamos de la posibilidad de activarlos, poniendo en práctica el protocolo recomendado, como el distanciamiento corporal de un metro y medio de distancia, entre otros, mitigando así la falta de contacto personal con que el virus nos ha castigado, supuestamente por desordenados y abusadores del medio ambiente.

La idea no es un reto, es una búsqueda de acomodo, dentro de los parámetros que exige la pandemia, para comentar y sentir un poco el calor humano de nuestros hogares, asegurándonos que ninguno de los invitados haya tenido indicio de coronavirus y eso incluye a los colaboradores que nos ayudan o sea que debemos vigilar todos los ángulos, conscientes de su realidad y peligrosidad.


Hemos aprendido sobre cómo protegernos del virus. Además, estudios recientes muestran que es importante entender la conexión alimenticia con nuestro sistema inmunológico.

Debido a que el COVID-19, ha puesto al mundo patas arriba, incluyendo nuestros hábitos alimenticios, pues permaneciendo en casa, han aumentado los bocadillos y los sobrantes recalentados, así que mucho cuidado con lo que te alimentas.

No olvidemos que Don YO, es la persona más importante en la vida. No puedes ayudar a otras personas si primero no te ayudas, por lo que es muy importante comer y adquirir alimentos saludables, tales como frutas, vegetales, granos y no olvidar tomar jugos cítricos, como el limón, la mandarina, la naranja, etc., así como recomendamos meditar, hacer yoga o ejercicios en casa, aunque sean 10 minutos unas dos veces al día y, si optamos por ordenar comida de los restaurantes, tenemos que indagar sobre los ingredientes, tales como el azúcar, el sodio, la grasa, las calorías que llevan sus platos para así tomar decisiones a conciencia y mantener buenos hábitos alimenticios.


Aun logrando realizar esos pequeños almuerzos –no fiestas– puede pasar bastante tiempo antes de que te sientas cómodo para visitar a tus amigos y seres queridos en persona. Pero eso no significa que no podamos mantener esas conexiones humanas más allá de tus acompañantes de cuarentena, coordinando conexiones virtuales para un ‘happy hour’ virtual con tus compañeros de trabajo y amigos o una cena virtual con tu familia.

Todos los países tienen las posibilidades de ir reintegrando esa fuerza económica llamada turismo, siempre y cuando cumplan con las recomendaciones preventivas de los organismos mundiales de la salud, que es deber de todo gobierno darlas a conocer.


Este planeta es muy ecuánime y nos ha dotado de naturaleza para todos los gustos, como ciudades modernas y acogedores pueblos históricos coloniales, por lo que es indispensable que los gobiernos pongan al día los servicios de salud, para que el concepto de "quedarse en casa", se convierta en quedarse en su área geográfica, como por ejemplo "Centroamérica" entre otras y así ir restaurando el placer del turismo. No podemos rendirnos al confinamiento, la paz del mundo depende del intercambio de culturas.

Pasando a lo que siempre debemos combatir y condenar: ¡El terrorismo político! El Archivo ruega a sus lectores y a la diáspora nicaragüense, contribuir a las cuentas bancarias que habilitará la Arquidiócesis de Managua y estaremos dando a conocer en nuestra próxima edición, con el propósito de reconstruir la Capilla e Imagen de Jesús Crucificado de la Catedral de Managua, como símbolo de paz y cordialidad entre los nicaragüenses y en desagravio al Cristo, símbolo de amor al prójimo, a la cual El Archivo, desde ya, compromete su aporte.

domingo, 2 de agosto de 2020

El Archivo DCLXIV

Viajar en Autobús en 1941
Un estimado lector, al escribir "El Archivo" pasado me trajo a la memoria detalles sobre el viaje en autobús de Nueva Orleans a San Francisco en septiembre de 1941 con los que comienzo, ya que son indispensables para un viaje largo en autobús: una almohadita, frazada, agua oxigenada, VapoRub, cepillo y pasta de dientes y, finalmente, una toallita, aunque los autobuses por lo general son limpios y tienen un eficiente servicio de baño.

Hoy se nos ha coartado el placer de viajar, incluso a visitar padres, hijos y amigos, porque así lo exigen las medidas de protección al virus (Covid-19), que algunos irresponsables todavía no aceptan. La razón es que viajar es acercamiento y el virus demanda distanciamiento ¡Qué triste el que no hemos encontrado un término medio!


Pero hagamos una pausa, ya que mucho se escribe y comenta sobre el desbastador virus, para seguir con el viaje. La segunda parte comienza en "La Nouvelle-Orleans" cuna del jazz y del blues, poblada por descendientes de franceses-españoles y africanos, orgullosos, hospitalarios; celosos de sus costumbres y sabores, donde el legendario "Café Ole" del "Café Du Monde" y su inigualable gastronomía, son anfitriones de un turismo polifacético que se aglutina en el "French Quarter" que nunca cierra, por lo que rendirse al Covid-19 es inconcebible. Han vencido pestes e inundaciones (Katrina, entre otras), por de lo que estoy seguro que controlaran el Covid-19 con estoicismo ejemplar.

El autobús en que viajamos tomo la ruta 10, pasando por Baton Rouge, Lafayette, Lake Charles, Beaumont y, en 5 horas, llegó a Houston, donde mis amigos Wong-Valle cambiaron para Austin.


El resto del viaje fue solo, en una sola tanda y resulto placentero, gracias a la ayuda de los conductores que me aseguraban el asiento delantero, indicaban donde estaba la mejor comida y me recomendaban dormir por la noche. El tramo más largo fue Texas, el paisaje era monótono, siempre sobre la ruta 10 pasando por San Antonio y El Paso, donde en sus terminales entraban y salían muchos mexicanos. Ahora sé que hay una ruta escénica vía Dallas, aunque un poco más larga.

Al entrar y salir de las ciudades hay que estar alerta ya que, por lo general, hay cambio de autobús y es importante vigilar que la maleta sea transferida al autobús designado. De Texas pasamos por Nuevo México, un tramo corto y, de allí a Tucson y Phoenix, Arizona, de donde nos enfilamos para Los Ángeles. Todo el tramo me tomo unas 29 horas.


En el terminal de Los Ángeles se cambia de ruta y como sabía que mi hermano trabajaba con "Prudential Life Insurance" cuyas oficinas estaban cerca de la terminal de Autobuses de San Francisco, tome la que va por el valle de San Joaquín arribando después del mediodía, pues sabía que Heberto estaría en su despacho por las tardes.

Mi compañera de asiento en este tramo era una simpática joven griega que hablaba español, que al llegar me sugirió ir caminando con mi maleta hasta la oficina, donde sorprendí a mi hermano, llegando hasta allí sin escolta.

Ese fue el comienzo de casi tres años de convivencia en San Francisco, donde me gradué en "Mission High School", y también realicé cursos universitarios intensivos de noche sobre materias como relaciones públicas y oratoria. Trabajé y hasta tuve tiempo para ingresar al "Servicio de la Defensa Civil" en el cuartel de bomberos de mi comunidad.


Regrese a Nicaragua a finales de 1943, cambiando el curso de mi vida al no quedarme e ingresar a las fuerzas armadas, pues mis encargados no querían esa responsabilidad, por lo que me embarcaron en San Pedro, California, en un buque donde por las noches reinaba la oscuridad absoluta y de día no se debía hacer ruido para no ser escuchados por los submarinos japoneses.


Desembarque en Puerto Corinto, una Nicaragua convulsionada y carente de oportunidades, empujándome a regresar a los Estados Unidos (San Francisco) en 1945, casado y con un hijo encantador, ahí encontré oportunidades para trabajar estudiar y con la ayuda a de Dios, disciplina, perseverancia, honestidad, ética y amor al prójimo, Triunfar.






El Archivo CONDENA al terrorismo de Estado que descaradamente se esta aplicando en Nicaragua.

El Archivo demanda una exhaustiva investigación internacional de los ultimos actos terroristas que, "encapuchados" unos y otros a la vista y paciencia de una Policia cómplice, destruyen reliquias y bienes de las Iglesias Católicas en Nicaragua poniendo en peligro de muerte a fieles que pacíficamente oran en el sitio.

Nuestro Señor Jesus, que murió en la Cruz por la paz y la libertad, milagrosamente protegió a los que oraban durante el acto terrorista este jueves en la capilla donde se encontraba su imagen, "La Sangre de Cristo", de la Catedral de Managua, apoyemos su "milagro", demostremos que somos dignos hijos de Dios y desde hoy mismo, en acto de desagravio, condenemos por todos los medios a nuestro alcance, tomando en consideración las restricciones de la pandemia, estos actos criminales.