domingo, 24 de septiembre de 2023

El Archivo DCCCXXIX

La Política y los Políticos
La política es una ciencia que trata del gobierno y la organización de las sociedades humanas, especialmente de los estados, por lo tanto es una actividad que se puede estudiar, y la ejercen aquellos que aspiran a gobernar y que, en las democracias, tratan asuntos que afectan a la sociedad en general de un país.

El político, es el motor de la política. Es quien se motiva y se prepara en sus luchas por servir de representante de sus conciudadanos, por esto es que el político debe tener espíritu y vocación de servir a la comunidad y no un escogido de las elites con intereses de grupos, partidos y/o personales.
El problema de los países que sufren de lo que en general se conoce como desgobierno, es que, para comenzar, quienes los escogen no tienen espíritu de servicio, son oportunistas, cuya mentalidad es colocar a quien ellos consideran incondicional, que utilizan para repartir favores, contrario al fin de gobernar o sea administrar los bienes públicos, no servirse de ellos para el beneficio propio y/o de su clan.

En estos días circuló en las redes sociales una crítica al “ciudadano pueblo”, y es que le llaman “materia prima” de uno de los países; Nicaragua, que a lo largo de su historia ha sufrido desmanes de sus mal llamados gobernantes. Y lo aceptamos porque en verdad no ha tenido respiro, pero el problema está en que todos los ciudadanos, gobernados y gobernantes, componen esa “materia prima”, por lo que el mal se ha convertido en endémico. Detenerlo, requiere de un cambio de actitud radical, especialmente de quienes han tenido la oportunidad de conocer los valores de la democracia, cuyos principios se basan en el inalienable derecho a la libertad de expresión, y en el hecho de que todos somos IGUALES ante la LEY, además de que TODOS, tenemos la obligación de cumplirla.
Pero la realidad nos dice que casualmente, éstos, llamémosles privilegiados, en vez de utilizar sus conocimientos y experiencias adquiridos al haber vivido en países democráticos, conviviendo en un mundo de leyes y regulaciones democráticas, ignoran lo visto, vivido y aprendido, y no solo enmudecen, sino que se convierten en “verdugos” de sus pueblos, apoyando a quienes, como ellos, abusan de quienes trabajan mal remunerados y pagan impuestos, que los “privilegiados” escabullen, en colusión con los mandamases.

El problema, estimados conciudadanos latinoamericanos, no es la “materia prima”, el problema es que, desde que supuestamente nos liberamos de los países europeos que nos conquistaron, no hubo tal LIBERTAD, los llamados líderes fueron acomodando sus intereses, ya sea por las armas o por pactos espurios, reteniendo el poder sin nunca haberse pronunciado, como lo hicieron los patriarcas que fundaron Estados Unidos de América, tanto en su ejemplar Declaración de Independencia, como en su incambiable pero si siempre mejorada Constitución.
Si escarbamos la historia de aquellos países latinoamericanos que se han autodestruido, encontraremos el oportunismo y el yoquepierdismo de quienes, a base de corrupción, han socavado la oportunidad de los pueblos a cimentar su bienestar a través de gobiernos honestos y respetuosos a las leyes, pues en nuestros países cada quien acomoda a sus intereses.

Así fueron y siguen creándose los Castro, Chávez, Maduro, Correa y Ortegas, entre otros, que no solo se afincan como un mal endémico, sino que como dije al principio de estas líneas, favorecen a los que siempre han dominado a los políticos y a la política de nuestros países, los “privilegiados”, o dueños del patio.
Recordando a Aristóteles, maestro de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia; el ser humano es un animal racional constituido por cuerpo (materia) y alma (forma) y que desea saber y ser feliz. Démosle una oportunidad, así como aquellos “privilegiados” que fundaron Estados Unidos de América (que eran terratenientes y profesionales), a los nuestros, que tienen en sus manos el convertir sus lares nativos en una democracia que garantice esa inalienable verdad: todos somos iguales ante la LEY.

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