domingo, 19 de septiembre de 2021

El Archivo DCCXXIII

Oficios ¡Al Por Mayor!
Electricistas, Mecánicos, Fontaneros y muchos otros oficios. Entre las muchas obras sociales que los Salesianos realizan en 134 países del mundo, está el sistema educativo preventivo de los "Centros de Artes y Oficios" ideado por San Juan Bosco (Giovanni Melchiorre Bosco), toda una institución, conocida como Don Bosco. Sacerdote, educador y escritor italiano de garras y amor al prójimo allá por 1859.

Giovanni puso a caminar un moderno sistema pedagógico para la formación de los niños y jóvenes más necesitados, especialmente en Europa y América Latina. Autor de numerosas obras, todas ellas dirigidas a la educación juvenil, lo que lo destaca como uno de los principales promotores de la imprenta, según nos dice Wikipedia.
Un visionario, y como dijese Juan Pablo II, «Padre, Maestro y Amigo de los Jóvenes» necesitados o en riesgo, lo que le valió el respeto de las autoridades civiles y religiosas de su tiempo y de su país, así como una notable fama en el extranjero. Sus obras fueron requeridas directamente por jefes de estado y autoridades eclesiásticas de países como Ecuador, El Salvador, España, Francia, Inglaterra, Polonia, Palestina, Panamá, Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia y Venezuela entre muchas otras. Fue un visionario preparando jóvenes de escasos recursos para enfrentar la vida, a través de un sistema de educación capaz de desarrollar la persona en su totalidad –cuerpo, corazón, mente y espíritu–.

Valora su crecimiento y libertad de escogencia, mientras coloca al niño en el centro mismo de toda la empresa educativa, en un entorno en el cual se ve capaz de ser lo mejor que uno puede ser. Es una manera agradable, amable e integral de abordar la educación.

Un sistema indispensable para los países en desarrollo como en nuestra Latinoamérica, que desgraciadamente no han sabido aprovechar ni valorar. Lo único que parece tener continuidad en la región, es como mejorar el sistema de la "corrupción".
Lamentablemente me dicen que el taller de artes y oficios, que enseña a cientos de jóvenes diferentes oficios en Managua, Nicaragua, tuvo que cerrar algunos de sus locales por falta de fondos, pues el costo para el alumno es solamente a matricula, que según parece, en los países de los "populistas" está fuera de las manos de los muchachos de clase pobre.

Propongo, a aquellos ciudadanos que siguen luchando por un CAMBIO hacia el desarrollo social y económico de nuestros países, que se conviertan en patrocinadores del esfuerzo a reabrir los talleres que se han cerrado en este Centro de Estudios, así como el "Instituto Técnico Especializado Juan Pablo II" (ITEJP), que preside Monseñor Silvio Fonseca, otro abanderado de la educación a través de artes y oficios en Nicaragua.

Este es un llamado a todos nuestros países que, según las estadísticas migratorias, no logran parar el éxodo migratorio, pues estos Centros son apropiados para preparar a esos inmigrantes, especialmente los de edad escolar, a enfrentar la lucha en los países desarrollados que los acojan, donde los oficios técnicos cobran cada día mayor demanda y son bien remunerados.
Es una ayuda a los jóvenes en la adquisición de hábitos que le permitirán optar por todo lo que en la vida es bueno, saludable, alegre y prometedor. Es una manera discreta y directa de combatir la apatía y la falta de responsabilidad de los gobiernos que solo usan a la juventud para politizarla y usarla como mampara promocional en sus corruptas administraciones.

Estados Unidos, Canadá y España, por mencionar tres destinos que sobresalen como destino de los emigrantes de nuestras Américas, donde el desgobierno obliga al éxodo –un derecho inalienable que todo humano tiene en busca de su bienestar–.

Si nuestros gobiernos son incapaces de proveer una economía progresista, somos nosotros, los ciudadanos que hemos tenido la oportunidad de forjarnos una vida estable en nuestros países, los llamados a preparar a quienes se ven obligados a salir al exterior, sin un oficio que les permita encontrar empleos y así su bienestar y estabilidad.
Ejemplo de la importancia de la formación técnica la estoy viendo en Colombia, donde actualmente resido. Los industriales colombianos han logrado competir mundialmente en varias industrias artesanales, entre las cuales se destacan los muebles, la confección de ropa, dulces y rosas, ocupando un lugar preponderante en el mercado global.

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