El Archivo DXCVIII

¡Insólito!... Gobiernos Temerosos

Les saludo desde Buga, Colombia, una ciudad colonial fundada desde inicios de 1573 que entre sus tesoros espirituales, ofrece la presencia de la imagen del Señor de los Milagros resguardada en la Basílica que lleva su nombre; a diario recibe miles de visitantes de toda América, una romería interminable de seres en búsqueda de sus favores y su bendición, algo que impresiona hasta el más incrédulo.

Colombia en su lucha por estabilizar su agitada vida política, nos motiva al título de este domingo, ya que en verdad es insólito lo que presenciamos en Nicaragua, un Gobierno temeroso, aunque exista dentro de la vida cotidiana, ese espíritu de amistad que identifica al nicaragüense y con el cual disfraza la tristeza que le produce la inestable política gubernamental.

Hay algo que no calza en la actitud de los gobiernos abusivos con sus pueblos, lo natural seria que este demuestre temor, o sea que los ciudadanos deambulen por las ciudades tristes y cabizbajos, pero la realidad que se ve en Nicaragua es totalmente diferente, el gobierno es el atemorizado, es el que hace lujo de beligerancia a través de fuerza armada contra una agresión que solo existe en sus mentes, ya que la preocupación del pueblo, valiente y libertario, es cómo salir avante en su lucha por sobrevivir, ignorando la amenazadora presencia de grupos de sudorosos y aburridos uniformados portando armas pesadas en el sofocante calor de sus redondeles y plazas.

Son mamotretos de gobiernos los que actúan temerosos y amenazan, ya que gobiernos estables admitirían errores y buscarían soluciones prácticas y pacificas que produzcan bienestar a la ciudadanía inconforme y los convierta en aliados.

No hay duda de que un gobierno así no logra atemorizar a la ciudadanía y muchos menos en la capital (Managua), debido a su distorsionada extensión territorial y ajetreo de la vida cotidiana, con excepción, según nos relatan amigos que residen en ciudades pequeñas, donde, aunque no hay temor, si hay molestia por el acoso permanente de paramilitares que dan la sensación de estar invadidos por fuerzas de ocupación.

Un viejo compañero de presidencia, en la Junta de Gobierno que gobernó Nicaragua en los 80, el laureado escritor Sergio Ramírez Mercado, en su penúltimo artículo publicado en La Prensa Nicaragüense, nos dice que "El problema del Poder es el absolutismo, el Poder solo es capaz de hablar consigo mismo. Es el monólogo de la soledad, donde solo hay justificaciones complacientes. La pérdida de contacto con la realidad se le vuelve imperceptible".

Continua Ramírez-Mercado alertándonos sobre el Poder, al decirnos que tiene "visión mesiánica, que crece en el vacío de la irrealidad, no se cuida de los costos políticos. Todas las decisiones son acertadas, y por tanto moralmente válidas. El dueño del poder, que es a la vez dueño de la verdad, se acerca al abismo sin darse cuenta porque no queda nadie que se lo advierta" ¡Irrefutables Verdades!

Lo anterior apremia a que una unión de líderes empresariales, profesionales, políticos nacionales e internacionales logren reunirse con los "mandamás" y les inciten a cambiar el rumbo de la nave gubernamental que sin duda está a la deriva. No se trata de dialogo, pues sabemos que el "absolutista" ha perdido el contacto con la realidad, lo que sugerimos es una negociación sincera y práctica, donde los que controlan el PODER reconozcan que son ellos los llamados a otorgar seguridad personal y bienestar económico a todos. Un arreglo inteligente, realista y patriótico.

Es necesario que los gobernantes "populistas" realicen que no pueden seguir amedrentando a los pueblos, pues estos ya no tienen nada que perder. La mayoría de la población está acostumbrada a vivir una vida austera, pues los míseros salarios se lo han exigido, así que si el desempleo y aumento del costo de la vida, les aprietan la faja, no los ahoga.

El éxodo esta la orden del día, lo cual es grave en países que más bien necesitan de inmigración para su desarrollo. Perder a diario profesionales y trabajadores calificados es desastroso, por lo que es necesario cambiar de actitud. Se necesita estabilidad política para que inversionistas aprovechen nuestras riquezas naturales e inciten a una inmigración que se asiente en estos climas benditos por el Creador.

Eliminemos el temor. Seamos prácticos, utilicemos el exitoso sistema que proclama el derecho inalienable de todos a vivir en bienestar, respetando y cumpliendo sus leyes y regulaciones. No sigamos ignorando el sistema político que hace feliz a tantos seres humanos: ¡La Democracia!

Y con fe, roguemos al Señor de los Milagros que bendiga a todas las madres de nuestras Américas, otorgándole PAZ Y BIENESTAR A SUS PUEBLOS.