domingo, 10 de febrero de 2019

El Archivo DLXXXV – Codicia y Empecinamiento ¡Virus Mundial!


Dicen los expertos, que viajar (Turismo), es la mejor Universidad de la vida, y no están lejos de la verdad, aunque el desarrollo de las comunicaciones ha sido tal, que ahora, cómodamente sentado en tu casa, puedes visitar y palpar el mundo, su cultura, sueños y problemas, por lo que hay esperanza de que los ejemplos, tanto los de perseverancia como los de abusos, nos ayuden a cómo alcanzar un buen gobierno, honesto y eficiente administrador de los bienes de la nación y no un mandamás, aprovechado y voraz.

Lo que tenemos que admitir para comenzar es que "la codicia" y el "empecinamiento" son tan reales como la vida misma, porque de lo contrario esto fuese el "cielo aquí en la tierra", que es lo que en verdad deberíamos anhelar. La felicidad es un derecho inalienable de todos, son nuestros defectos y/o empecinamientos lo que la entorpecen.


Es difícil entender como el ser humano se destruye a sí mismo, cegado por la codicia de poder y los bienes terrenales. Se destruyen vidas, esperanzas y sueños sin parpadear, pudiendo, con un poco de inteligencia, aceptar que todo en la vida es cuestión de medida, todo; y absolutamente todo lo terrenal es temporal.

Por lo anterior es que el sistema de gobierno democrático es el mejor antídoto para ese virus del empecinamiento por mantener el Poder, que tanto perjuicios y retrasos ha causado a nuestra América.

Casi todos los días recibo una publicación de "bacalnica.com", este miércoles recibí una nota atribuida a "Pildorita de Azúcar", alguien muy ingenioso, que nos presenta un plan para no caer más en dictaduras", del cual me permito extraer lo sustancial: El plan inicia con Democracia, "No sólo se trata de tener un proceso electoral libre y transparente, sin amaños, ni boletas pérdidas… se trata de un ejercicio continuo que requiere tomar decisiones sobre lo que ocurre en nuestra cotidianidad" y propone, por ejemplo "comités de desarrollo local sin política partidista".


Continúa con una Reconciliación, no "se trata de pedir perdón y perdonar" sino de "un acto personal que no puede ser forzado por ninguna política pública. Lo que el Estado puede y debe hacer es reconocer públicamente los actos que debilitaron el derecho de estado y desencadenaron en las violaciones a los derechos humanos".

Nos recalca que "son las víctimas las guías del proceso de justicia… Colombia está construyendo la Paz después de unos 50 años de guerra" cosa "difícil, muy complicada, en especial porque en la mesa sólo se sentaron dos" siendo cientos los actores. "El acuerdo del Paz, el que ya firmaron, la sacó del estadio al tener un capítulo entero dedicado a las víctimas, de un bando y de otro".

Esto no es un "lo que pasó, pasó" sino que la clave está en dejar de ser patán, "algo sustancial tiene que cambiar en mí, nosotros y nosotras para que la situación cambie… Con (el) sistema de impunidad, que con la filosofía de 'perdón y olvido' han logrado que el dolor que las violaciones a los derechos humanos producen, se viva y reviva una y otra vez".


Recuerda que en "Nicaragua, con el triunfo de la revolución, no hubo un informe de la verdad y lo que pasó es que conocimos… la historia a través de los ojos de los 'ganadores'. O sea, una verdad a medias… La verdad, en este caso, es saber ¿qué pasó? ¿cómo? ¿cuándo? ¿donde? ¿quienes?".

En "El Salvador, el primer informe de la Verdad, se llama 'de la Locura a la Esperanza', las y los comisionados tuvieron 6 meses para colectar información y eso quedo sellado con una asquerosa ley de amnistía… En Colombia la Comisión de la Verdad, encargada de escribir el informe, tiene como 3 años para recabar información y su mandato es sólo eso: recabar información: ¿qué pasó? ¿cómo? ¿cuándo? ¿dónde? ¿quienes? Hay otra entidad que tiene como mandato la impartición de la Justicia".


"En Colombia… tienen una entidad que se llama Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Ahí tiene tribunales, ahí investigan los casos de violaciones a derecho humanos, tanto… (lo) que se le atribuye a la guerrilla, como a los militares. De hecho, por mandato de los Acuerdos de Paz, todos los militares y guerrilleros tienen que pasar por la JEP y responder a acusaciones, si las tienen, o salir absueltos si no le debe nada a nadie". Y "Hombre, lo lógico, tras un agravio, tiene que haber una reparación. Las reparaciones que receta la CIDH van desde actos públicos pidiendo perdón, monumentos que recuerden y cuenten la verdad, depuración del Estado, hasta indemnizaciones monetarias (Si quemaron la casa, pues paguen el valor de la casa)".


"No es fácil aprender a discutir sin ofender, argumentando y celebrando cuando se llegue a un acuerdo, o no… o sea, educar a nuestras hijas e hijos para que sean como el Dalai Lama… Sí se puede, el chip de esta nueva generación es espectacular".

Adelante pues, con democracia, reconciliación, justicia y educación tendremos un futuro mejor.

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