domingo, 16 de septiembre de 2018

El Archivo DLXIII – ¡La Tolerancia y la Defensa de la Patria!


Tolerancia no significa obediencia ciega, ya que todos tenemos el derecho inalienable y –lo seguiremos repitiendo hasta la saciedad– de disentir. La coerción a la libertad de expresión hiere la dignidad del ser humano; creado a imagen y semejanza de Dios, el individuo tiene derecho a la vida, y a la vida en libertad, a poseer criterio propio.

La ejemplar lucha del pueblo nicaragüense por sus derechos ciudadanos y humanos, engalanada de coraje, mucho sacrificio y patriotismo, contrasta con la actuación de su "Ejército Nacional", un organismo no deliberante, que apoyando los intereses de una tendencia partidaria y sus dirigentes, ignora sus compromisos constitucionales, prostituyendo así, su razón de ser, que es la defensa y protección de su pueblo, para lo cual tiene un mandato que no puede ignorar.

La tolerancia no puede tolerar a un ejército nacional que apoya a un régimen genocida, un estado terrorista, que ha traído el luto a miles de nicaragüenses, ya que contradice su deber y honor militar.


Tolerancia es respeto al derecho ajeno, –insisto: al derecho, no al abuso, no al capricho– de los que se consideran indispensables, de los autócratas, de los que en su demencia se consideran escogidos para regir el destino de una nación y querer hacer del pueblo sus súbditos.

Una de las virtudes humanas cruciales para la paz es la tolerancia. Sin embargo a veces nos cuesta mucho trabajo ponerla en práctica aunque no haya necesidad de tomar bando, simplemente respetar, y aunque tampoco tengamos que estar de acuerdo con el punto de vista ajeno pues cada quien nació con el don de la libertad.

Los pueblos han sido víctimas de sus propias intolerancias, viejas rencillas familiares, rojos contra verdes, los de izquierda contra los de derecha, socialistas del siglo 21 contra los socialdemócratas, católicos y evangélicos, en fin, todo aquello que divide a los pueblos, incluso aquella falta de entendimiento entre empresarios y trabajadores.


Todo esto ha mantenido a ese pueblo en la pobreza, sin ánimo de lucha y sin esperanza, por eso es que Dios decidió iluminarlos, dotándolos de coraje, fuerza y determinación a base de la tolerancia, de la unión de sentimientos, de una determinación que nunca antes generación alguna había logrado amalgamar y que, marchas, plantones, banderas, heroicas posturas y ahora hasta con globos, han logrado una sola voluntad: ¡Basta Ya! ¡No más corrupción! ¡No más Dictaduras!

Tolerancia es lo que necesitan los pueblos para defenderse de las dictaduras opresoras, pues con la tolerancia hacia nuestros compatriotas y sus diversas opiniones, creencias, y costumbres se logra la UNIÓN. Esa UNIÓN que es primordial para enfrentar al oponente maquiavélico y brutal que amenaza Nicaragua, una lucha sin precedentes por lo que las naciones empiezan a llamarla "Modelo de Resistencia Cívica".

Es un hecho que el mundo libre apoya al pueblo nicaragüense. Esta lucha ha sido una lucha sin precedentes en América. En Nicaragua se está librando una batalla ardua, con toda la esperanza puesta, con una fe inquebrantable de que la democracia y la justicia les esperan, pues ya no pueden seguir sometidos. Este es un pueblo que visualiza un futuro, diferente al fin, donde se respete la dignidad de cada ciudadano, donde la ignorancia, la corrupción y la esclavitud sean cosas del pasado.


Nicaragua es un pueblo que añora demostrar que si se puede, con mucho esfuerzo y voluntad férrea, ser una nación de instituciones de derecho donde reine el respeto al prójimo y triunfe la paz. Es decir, donde haya TOLERANCIA, la que abrirá el camino hacia la prosperidad, en la cual, las fuerzas armadas existirán solamente para cumplir el deber constitucional de defender a la patria, de salvaguardar la vida del pueblo, de lo contrario: ¡La Nueva Nicaragua y el mundo democrático, se los reclamará con creces!

El Editorial de La Prensa de hoy 14, tiene un ultimo parrafo que seria apropiado para nuestro Archivo del 16, te ruego analizarlo:

Concluimos citando el editorial del diario nicaragüense "La Prensa" del 14 de septiembre: "La Patria y la Libertad son complementarias, ninguna de ellas existe donde impera la dictadura. 'Donde habita la libertad allí está mi patria', expresó Benjamin Franklin. Y Emiliano Zapata denunció que 'los enemigos de la patria y (por lo tanto) de las libertades de los pueblos, siempre han llamado bandidos a los que se sacrifican por ellas'. Cierto, por eso la dictadura de Ortega y Murillo llama vándalos y terroristas a los nicaragüenses azul y blanco que aman la patria y luchan por la libertad".

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