Alejandro José Gallard Prío
El mundo libre al condenar los actos de barbarie acontecidos en París, Francia, reclama el derecho a ser libres, el anhelo de todo ser humano.
Gracias al avance tecnológico de las comunicaciones, los actos vandálicos se pueden conocer al instante, permitiéndole a la humanidad expresar su rechazo al unísono, como en la Gran Marcha de Paris, demostrando que hay voluntad y determinación en combatir la demencia del terrorismo.
Los desquiciados son una minoría disfrazada de fanáticos religiosos, que al dar muerte a seres humanos, obliga al mundo civilizado a desenmascararlos, combatirlos y neutralizarlos, doquiera que se encuentren.
Las naciones no pueden seguir ignorando este virus y mucho menos ser complacientes. El Derecho a ser Libres, forma parte de nuestra existencia, sin ello, no hay vida.
Pedro Joaquín Chamorro Barrios, nos dice en su artículo de opinión del 14 de los corrientes, publicado en "La Prensa" de Nicaragua, que: "No hay ningún fanatismo que haya traído algo bueno a la humanidad y es una realidad comprobada históricamente, "que el peor de los fanatismos es el religioso, porque se basa en certezas absolutas", como bien decía mi buen amigo Carlos Alberto Montaner en un reciente artículo" y nos recuerda que "El humor es la mejor herramienta contra las dictaduras y los verdaderos enemigos de la humanidad, que son aquellos que matan porque justifican su odio ancestral, sea este por razones racistas o políticas, al amparo de creencias religiosas musulmanas, que nada tienen que ver con sus fines y mucho menos, con sus métodos de lucha".
Es INTORELANCIA, enfatiza Violeta Granera-Padilla, Directora Ejecutiva del Movimiento por Nicaragua, en su artículo de opinión, al aconsejarnos de no desenfocarnos. "Este debate no es sobre religiones; no es sobre racismo y no debe exacerbar la xenofobia de ningún tipo; no es siquiera sobre oriente y occidente. Es sobre intolerancia y respeto a la libertad. O lo que es lo mismo, sobre la opción entre la dictadura o la democracia. Entre la guerra o la paz. Aquí o allá".
Las cadenas hoteleras son tan vitales para el crecimiento de los destinos turísticos, como las compañías aéreas y las agencias de viaje, ya que estos tienen la capacidad económica de promover con mayor frecuencia y amplitud, tanto así, que sin ese trio publicitario no hay destino que pueda ser tomado en cuenta dentro del mercado internacional del turismo.
Centroamérica tiene estos elementos y a eso se debe su constante crecimiento de visitantes, pues los gobiernos y otras empresas que se benefician del turismo, no han podido entender que sin promoción y publicidad, ni la Coca Cola se vendiese.
La semana pasada, visitamos por varios días, el resort Barceló Montelimar en las costas del Pacifico de Nicaragüense, durante los cuales pudimos analizar sus servicios, calidad y fallas, así como su potencial para convertirse en el resort más popular de Centroamérica, ya que se trata de un acogedor bosque bordado de playa.
Su mercado principal por esta época está en Canadá, pero es un mercado de temporada, que concuerda el crudo invierno de ese país norteño, por lo que ellos han ido, poco a poco, atrayendo con éxito, el turismo de Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala, así como al Nicaragüense, especialmente sus grupos incentivos y de Congresos.
Uno de sus grandes problemas es la falta de estabilidad, ya que esta fue una de las propiedades que la Revolución Sandinista expropio a la Fundación Somoza, durante la década de los 80 y que en uno de sus más acertadas negociaciones lograron interesar al Grupo Español Barceló en invertir y convertir la Hacienda Montelimar, que fungía como local protocolario de alto nivel, en el primer resort, todo incluido, de la región, evitando así, su parcelamiento y destrucción.
Es indispensable rejuvenecer sus cabañas y habitaciones, así como otras facilidades que les daría fuerza para competir con otros modernos Resorts de la región, ya que esta propiedad estará, con la reconstrucción de la carretera principal que estará lista para Marzo 2015, a una hora y quince minutos del Aeropuerto Internacional de Managua, la Capital.
Lo admirable del esfuerzo de esta Cadena Hotelera, es el haber mantenido su calidad y servicio, que en realidad es eficiente y que ha sido su mayor contribución al desarrollo turístico, ya que a través de los años ha entrenado su fuerza laboral, que con excepción de dos de sus altos ejecutivos, Don Nelson Gonzales Díaz, Director General, nativo de Asturias, con educación y entrenamiento en Barcelona y, el Director de Mantenimiento, Don Cándido Morales, nativo de Republica Dominicana, son todos nacionales y además cuenta entre sus trabajadores a veteranos que llevan con ellos más de 20 años.
Sus fallas son el resultado de la falta de inversión, que en mi opinión es en sí, su “Talón de Aquiles”, ya que el refuerzo de capital, que podría lograrse a nivel iberoamericano, vendría a solidificar la atinada inversión original y darle a la empresa, la tan necesitada estabilidad, posicionando a la propiedad, en la categoría de infraestructura clave para el desarrollo turístico del país, ya que su mercado futuro no necesita de largos viajes, ya que está en Centroamérica.
La administración, combatiendo las dificultades que toda "casa" presenta por uso y edad, ha logrado mantener una calidad gastronómica que merece nuestro reconocimiento, aunque cobrar UN DÓLAR por una botella de agua mineral, obtenida fuera de sus comedores y bares, es una falla que desdice de su buen servicio y sin duda alguna, daña la imagen de la Cadena en general y, si a esto le sumamos la falta de conexión WiFi sin costo, les quita el derecho a promoverse como "ALL INCLUSIVE RESORT".
Hasta el próximo domingo 25 de enero, con "El Archivo CCCLII".
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