Semanario EL ARCHIVO
Temas comunitarios, culturales y
sociales a nivel mundial y la importancia del Turismo como fuente de desarrollo, empleos y placer. El Archivo CCLXXXIX – Sin inmigración, no hay progreso!
Alejandro José Gallard Prio –
Sin inmigración, no hay progreso, y no hay mejor ejemplo de esto que New York, doquiera que uno va, se encuentra al inmigrante y digo así, porque se nota con solo ver su figura y garbo, la forma en que desempeña su labor, que en general, son las más difíciles.
A mí me gusta hablar con ellos, preguntarles de que país o de que pueblo vienen, nadie se niega a contestar y además sonrientes te responden, y también preguntan: ¿y usted, de adónde es?
Pero esto no es de hoy. New York, es el lugar, precisamente, Ellis Island, por donde ingresaron cerca de 12 millones de inmigrantes de todas partes del otro lado del Atlántico, entre 1892 y 1954, es el lugar que guarda la historia y los registros de su entrada, sin visas y muchos sin documentos. Era allí, donde adquirían su nueva identidad, sus nuevos nombres y apellidos.
Esos inmigrantes también pasaron penurias y Philadelphia los recuerda en el monumento a los irlandeses (www.irishmemorial.org), bronce épico que los enaltece y cuya foto les ofrezco a continuación.
No sabemos, que es más duro y mortal, si el hacinamiento de las naves que cruzaban el Atlántico o las mortales caminatas a través de los desiertos de la frontera sur, pero si sabemos que podemos luchar por una justa Ley de inmigración, que haga posible que los millones que corajudamente ingresaron a este bendito refugio de hombres libres, tengan la misma oportunidad de los que arribaron a "Ellis Island" en búsqueda de esperanzas.
Estos primeros irlandeses fueron los que motivaron al venerable Padre
Michael J. McGivney, joven párroco católico en New Haven, Connecticut, en el Siglo XVIII a fundar los "Caballeros de Colón", hermandad que les unía y ayudándose entre ellos a proteger a sus viudas, familias y a sepultar a sus muertos sin recursos, cuando todavía no existía MEDICARE y eran, como los italianos, portugueses, rusos judíos, alemanes y polacos, discriminados, como ahora lo hacen, los que se olvidan, que todos somos INMIGRANTES, y que todos, como ayer, venimos en busca de trabajo y esperanza!
El Congreso de los Estados Unidos ha adjudicado más de cien millones para construir un muro (como el de Berlín), que vergüenza, con el argumento de reforzar la seguridad del territorio nacional. Digo vergüenza, porque quieren detener, según sus patrocinadores, a los "maleantes" que por padecer hambre, buscan, como sus ascendientes, una mejor calidad de vida y la realidad es que ni cien muros, los va persuadir a no arriesgar sus vidas, que de por sí, es sólo existencia, por llegar a lo que los del siglo 18, 19 y comienzos del 20, lograron.
Hablando de política migratoria, hablemos de Cuba y nuestra fracasada política del "embargo cubano", esto ha traído a nuestras costas a más de un millón de cubanos en búsqueda de libertad y pan, ¿por qué no buscamos otras soluciones?, como entablar relaciones con Cuba. Pecado mortal dirán algunos, entonces, ¿porque tenemos relaciones con sus socios a nivel mundial?
Creen ustedes que los Castro o cien Castros, ¿podrían resistir los abrazos amistosos de cientos de miles de turistas "gringos" que sin duda alguna, son más alegres y gastadores que los que actualmente llegan a la Isla?
¿Será que los intereses mercantiles de la Florida y en particular de ciertos cubanos, les conviene "el embargo"? Es posible, pero creo que están equivocados, ya que el turismo es inmensamente absorbente y diverso y se ha probado que ningún nuevo destino destruye a su vecino, sino que ofrece alternativas, lo cual beneficia a la región, en este caso el Caribe Floridiano.
En cuanto al negocio de retirados y residentes temporales, que es la principal fuente de desarrollo de Miami y resto del Estado, no corre peligro alguno, ya que la seguridad que ofrece los Estados Unidos, no la puede ofrecer la Cuba del mañana, aún sin los Castros.
Pero volvamos a nuestras fronteras y los inmigrantes. Y si en vez de estar construyendo ese inútil y costoso MURO, se habilitasen cientos de "Islas Ellis" o sea Centros receptivos y de procesamiento de quienes lleguen a nuestras fronteras, dotándoles de documentos de identificación, en especial su tarjeta de "Social Security", con la cual se les convierte en contribuidores al fisco, y se elimina el problema de abuso, por lo menos el que se da por ser indocumentados.
Hay algo curioso e importante que no se ha tomado en cuenta, con los "inmigrantes" del Sur del Río Grande, por no decir con todos, sucede un fenómeno, una gran mayoría añora por regresar a su lar nativo, ya sea después de reunir lo suficiente, para comprar un pedazo de tierra, construir su vivienda, o la vivienda para su mama, o sembrar y gozar de su familia, o simplemente no dejan de visitarlo, ya que para ellos, la familia tiene más valor, que el dinero.
Gracias por leerme y reenviarlo a sus amistades. Hagan el esfuerzo de enviar comentarios, sugerencias, críticas, lo que siempre es bienvenido. Hasta el próximo ARCHIVO CCXC del domingo 8 de diciembre, en nuestra alegre fiesta conocida como la Purísima, en honor de la Inmaculada Concepción de María!
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domingo, 1 de diciembre de 2013
El Archivo CCLXXXIX - Sin inmigración, no hay progreso!
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