domingo, 17 de noviembre de 2013

El Archivo CCLXXXVII – New York, New York y Mi Buenos Aires Querido!

Alejandro José Gallard-Prio - Domingo, 17 de noviembre de 1013.

Cantadas por dos grandes, Sinatra y Gardel. Me decía un lector seguidor de la Sarita Palin (protegida de los ultraderechistas de USA) que el recién electo alcalde, Bill De Blassio, iba a destruir New York, convirtiéndola en otro Detroit. Decir algo así, es desconocer esta metrópolis tan diversa y sólida como las rocas en que sus rascacielos están asentados.

No se trata de lo que tenga en sus planes el señor De Blassio, especialmente aquello que se refiere a mejorar la educación de la niñez y a proteger a sus residentes de ciertos abusos policiales, pues primero tiene un gran problema que resolver: un presupuesto deficitario, que le hereda su antecesor, Bloomberg.

New York se puede comparar con Londres, París, Buenos Aires, Río de Janeiro, Sao Pablo, México ciudad, Tokyo, Shanghái y hasta Los Ángeles... pero no con ciudades como Detroit.

En este viaje he encontrado que la mejor (o más cómoda) forma para conocer los vericuetos de estas metrópolis, es combinar automóvil con Chauffeur, debido a los problemas de estacionamiento, ya que este se queda en el auto y el visitante puede deambular por lugares atractivos que a veces quedan distantes de las estaciones del transporte público o de los parqueaderos, fue así que logré conocer una exitosa fábrica de sombreros, escondida en el sexto piso del pequeño edificio 45, calle 57, entre las Avenidas 5 y 6 en Manhattan, ya que soy apasionado de los sombreros, los paraguas y los bastones.

Es una fábrica que importa sombreros sin horma, pudiendo ellos darles forma y, sobretodo, estilo, de acuerdo al gusto o capricho del cliente. Allí se encuentran los inigualables "fedoras" italianos, así como los famosos "montecristi" de Ecuador. Sería interesante que las oficinas encargadas de promocionar la exportación de México y Centroamérica, les enviaran muestras de las fibras que usamos en nuestros sombreros, para que ellos diseñen modelos para este exclusivo mercado.

Cuando digo "ellos" me refiero a los actuales propietarios y creadores, Brandon Franklin, de ascendencia dominicana y, Orlando Palacios, originario de la pequeña municipalidad de Santa Teresa, Carazo, Nicaragua, casado con una simpática francesa, Shirly. Dos latinoamericanos que adquirieron la famosa marca "Worth & Worth", una institución neoyorquina que lleva 90 años haciendo tradición. Les invitamos visitar su página web, "hatshop.com" que les dará una idea de lo que puede realizar la creatividad de dos simpáticos latinoamericanos.


En mi recorrido por Manhattan, pasé por varios museos y esto me trajo a la mente, la reseña de la directora de "Turismo-TV", Gabriela Marinelli Guendulain, sobre la peregrinación cultural de casi un millón de "bonaerenses" en la noche del pasado 9, a los museos de la culta y acogedora ciudad del tango, la milonga y ahora del Papa Francisco. Un recorrido ejemplar de amor al arte, donde la política brillo por su ausencia. Dejemos que ella nos lo describa:

"La Noche de los Museos" es una fiesta y, Hernán Lombardi, Ministro de Cultura de Buenos Aires, también se divierte y bromea en el Museo Larreta durante la inauguración: 'Antes de salir, hice una cruz de sal para que no llueva'. Los presentes dudaron seriamente pero, 'creer o reventar', la feroz tormenta pronosticada quedó en amenaza y permitió a más de 800.000 personas disfrutar de la noche.

El Ministro Lombardi, puede expresarse de esa forma, porque asume plenamente que la cultura es la forma en que se desarrolla la vida del hombre en algún lugar del planeta, que las grandes metrópolis se identifican por su cultura y que Buenos Aires también la tiene, 'la diversidad', y en ella su oportunidad de crecimiento.

Por eso se permite disfrutar abiertamente de la fiesta a lo largo de un recorrido de algo más de siete horas sin paradas para comer, beber o reponer fuerzas. Termina la noche sin huellas de cansancio en el 'Museo de Arte Moderno' habiendo hecho escala en el 'Museo Ferroviario' y en la visita guiada del historiador Eduardo Lazzari en la Plaza de Mayo.

Y no faltó nadie, estudiantes, obreros, artistas, profesionales y 'celebrities' de la pantalla de tv se mezclaron espontáneamente en un espacio común: la ciudad de Buenos Aires.

El evento que tuvo su primera edición con algo de sofisticación en el 2004 con 29 museos abiertos, esta vez ofreció 190 museos y espacios culturales de entrada gratuita. Y eso cautivó y seguirá haciéndolo: entrar, salir, volver a entrar; subir y bajar de colectivos con pases libres o ir a bordo del Bus turístico que tiene la ciudad sin preocuparse por nada: Sólo gozar.

La magnitud de la convocatoria fue cinco veces más exitosa que cualquier manifestación que se considere exitosa. Y todo a partir de un evento cultural donde las opciones se abrieron en abanico.

Hernán Lombardi, está convencido que el cambio opera desde lo individual y que la cultura pública gratuita y de calidad es una apuesta optimista para transformar la sociedad. En medio del derrumbe del Gobierno de Fernando de la Rúa en 2001 el Ingeniero Lombardi, -entonces Ministro de Turismo de la Nación- declaraba 'Mi obsesión es construir una herramienta de política pública que sea permanente, que perdure una visión de las cosas. Para eso, hay que trabajar'.

Tal vez, doce años después, a las 2 de la madrugada, en el Museo de Arte Moderno y en el marco de la 'Noche de los Museos' el resultado de su obsesión haya tenido la más generosa y desinteresada réplica en una nena de menos de 3 años que mientras miraba entre atónita y exaltada lo que la rodeaba le gritaba emocionada: mamá, ¡mamá mira, que lindo es esto!"

Gracias por leerme. Hasta el próximo Archivo CCLXXXVIII, el domingo 24, siempre con el ruego de hacerlo circular entre sus amistades. Bendiciones. 




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