Alejandro José Gallard-Prio.
"Todo es cuestión de medida", es la frase que usaba un filósofo popular de mi pueblo natal, León, Nicaragua, para cualquier problema que le presentaban y al minuto agregaba, "y en el abuso, está la raíz de nuestros males".
Conversando con los que nos encontramos en nuestro diario vivir, analizando los acontecimientos mundiales, por internet y por televisión, parece que estamos abusando, pasándonos de la medida en todas las actividades humanas.
La actividad turística, la cual involucra, un abanico de actividades económicas, sociales y educativas, que nos puede servir de termómetro del bienestar comunitario en general.
En primera instancia, tenemos al transporte. Los involucrados en su desarrollo, deben tomar en cuenta, la economía personal del usuario, o sea, hay que buscar como el costo de la producción y operación de todos los medios, aviones, trenes, autobuses, camiones, automóviles, etc… vayan a la medida del poder adquisitivo del quien lo utiliza, de lo contrario, no lograremos incentivar a la población a incrementar sus viajes, que es su negocio.
Dicen los técnicos que la velocidad encarece el transporte, pues bien, a la desaceleración se ha dicho. En cuanto al terrestre, no hay prisa, ya que primero, debemos construir nuevas autopistas, pues las actuales, por lo menos en Centroamérica, son obsoletas e inadecuadas para los vehículos del presente siglo.
Cada día se hace más imprescindible la construcción del ferrocarril desde Panamá hasta USA, con ramales a los centros (ciudades) de producción y puertos, pero lamentablemente, no se conoce proyecto alguno, a pesar de que el tramo desde Guatemala hasta USA está operando, aunque precariamente.
Pero sí conocemos de proyectos de líneas férreas, llamadas "canal seco" entre los puertos del Caribe y del Pacífico de por lo menos 4 de los países que conforman nuestro istmo, lo que sumado al canal, tren y autopista de Panamá, convertiría a Centroamérica, en la región más prolífica de cruces entre los océanos, especialmente si logran hacer realidad en Nicaragua, lo que en verdad sería una de las proezas de ingeniería y reto ambiental, del Siglo XXI.
Es fácil ver, que los países están compitiendo, en vez de buscar complementar su geografía y unidos, ofrecer al mundo, no sólo un eficiente cruce marítimo y un par de alternos vía terrestre, sino un territorio de oportunidades en producción agrícola, industrial, turismo y otros servicios varios, con una red ferroviaria y de autopistas, que faciliten su acceso e intercomunicación.
En cuanto al sector hospitalario y no me refiero a Hospitales, sino a Hoteles, Centroamérica está dotada de cómodos y eficientes hospedajes, aunque, no hemos logrado que las Cámaras de Turismo del Istmo o la Secretaria de Integración Turística, se interese en que los establecimientos sean debidamente clasificados por un Organismo como la Triple A (AAA), lo cual deja al capricho de los propietarios el darse una clasificación que no es reconocida por los compradores y que se presta a adjudicarse estrellas o diamantes falsas, que nos quitan credibilidad.
Todos los países ofrecen lujosos resorts, un meritorio esfuerzo que aplaudimos, pero el trayecto hacia algunos de ellos, trafica obligatoriamente por regiones, donde la pobreza, la suciedad y el descuido, son un espectáculo desagradable. No es posible transformar la ruta con una varita mágica, pero si pueden unirse, la empresa privada con las municipalidades y los gobiernos centrales para embellecer y limpiar esos trayectos. La escoba y la pintura hacen milagros.
Esto nos lleva a los restaurantes, cafetines y en verdad a todo aquel negocio involucrado en el delicada actividad de servir alimentación y bebidas a los viajeros. En este sector, es indispensable que el Estado, sea riguroso en cuanto a la inspección sanitaria y cuando menciono la palabra "riguroso", hablo de cerrar aquellos que ponga en peligro la salud de sus clientes.
En cuanto la profesionalidad de nuestros cocineros, pasteleros, cantineros y mesoneros, vamos progresando, gracias a las escuelas de hotelería y turismo que están haciendo un muy buena labor en todo el istmo. Ahora hace falta que el empresario reciba unos cursillos de cómo Administrar, de cómo incentivar a sus colaboradores a ser corteses y serviciales. Uno de los problemas de este sector, es la falta de auxiliares y de un salario básico, que los anime a ser parte de la casa, ya que son ellos los vendedores, los que con su servicio conquistan al cliente a salir satisfechos, a regresar, o a recomendar el lugar, que es la meta de todos.
Por otro lado, en nuestros países hay que aprender a servir nuestra bebida nacional, el Café. Recomiendo a las Asociaciones de Cafetaleros, de crear un plan promocional e importar maquinas cafeteras, esas que se conocen como "Expreso" y vendérselas al costo a los restaurantes, cafetines, incluso a esos "quioscos" que tenemos en nuestras plazas, ya que el CAFÉ es nuestra bebida emblemática y promocional por excelencia. El CAFÉ es tan agradable calientico, como frio, has ustedes degustado un "raspado" de café?
Solo me queda un rubro y es importante, los Servicios de Salud, que deben ofrecer limpios y eficientes Hospitales. Esto es tan cierto, que ya existe el llamado "Turismo de Salud", donde países ofrecen servicios médicos en Clínicas y Hospitales, cuyos costos, son más bajos que los de países desarrollados, no así su experiencia y calidad profesional y de servicio. La semana pasada estuve en el Hospital Metropolitano de Managua, Nicaragua, con mi esposa, recibiendo sus servicios por un par de días y, siendo un crítico severo, debe rendirles el sombrero, pues están cumpliendo con palmas su labor. Su personal es tan eficiente, que solo tengo dos pequeños detalles que recomendarles, "perchas" en los closets y un par de sillas plegables en los cuartos privados, ya que en nuestros países, los enfermos, siempre reciben más de una visita.
Hasta el próximo ARCHIVO CCLXXII, el domingo 18 de Agosto del 2013, con el ruego de sus comentarios y sugerencias.
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