Alejandro José Gallard-Prio.
Viajar hoy día podría ser agradable, sino fuese por la falta de cortesía de los responsables de la seguridad en algunos de los aeropuertos, entre ellos, Managua, donde necesitan educar a los agentes en que la eficiencia no necesita brusquedad. Se consigue mejores resultados siendo gentiles y agradables con los pasajeros. El día miércoles 19, tuve la oportunidad de ver las dos formas de trabajar, en Managua, la brusquedad y en Miami, la gentileza. Managua tiene que entrenar a sus agentes a ser gentiles, ya que la autoridad se siente aun cuando se ejerce con educación.
Salimos de casa en el barrio de Monte Tabor de El Crucero, Managua, muy temprano, pues el vuelo salía a las 7:15 am, lo que nos dio la oportunidad de ver que ya comenzaba a formarse la fea línea de ciudadanos para reclamar sus enseres personales de la aduana del aeropuerto. Que lastima que el director de aduanas no haya logrado encontrar el espacio para eliminar ese innecesario espectáculo. Los detalles son importantes señor director, y este es uno de ellos.
El mundo ha sido muy bien informado sobre el proyecto del sonado canal interoceánico a través de Nicaragua. La actual administración, logro que el Congreso de la Republica, otorgase una concesión a una firma promotora encabezada por un joven llamado Wang Jim, para conseguir el dinero, que calculan en unos 40 mil millones de dólares en total, para hacer los estudios de pre factibilidad y factibilidad y, de acuerdo con ellos, construir en la zona canalera, todo lo necesario para hacer realidad ese ilusivo sueño de generaciones nicas.
Es un proyecto de muchas facetas, en el que caben puertos, ciudades, líneas férreas, autopistas y posiblemente, hasta un canal. Digo posiblemente, porque el construir un canal tiene muchos bemoles, pero eso se sabrá en el transcurso de los años, lo que necesitan y ya, es credibilidad, sin ello, no se logran los tan necesitados o imprescindibles préstamos.
Hablando de credibilidad, los detalles son muy importantes, por ejemplo, no puede la administración dejarse llevar por los intereses de falsos líderes, como en el caso de los ciudadanos mayores de edad, que justamente reclaman sus pensiones. No puede la administración ignorar una causa tan humana y justa, como la de los que en Nicaragua llaman ancianos. Se merecen, no un pelotón de policías obedeciendo órdenes arbitrarias, sino la presencia de un grupo de altos funcionarios que conversen con ellos y busquen como solucionar, mejor dicho, rebusquen dentro del presupuesto, la suma que se requiere para que ellos reciban su pensión, que según dicen los diarios es, en promedio, cincuenta dólares mensuales, porque si Nicaragua no puede solucionar la subsistencia de quienes trabajaron y pagaron sus cuotas al Seguro Social, ¿cómo piensan que van a tener la credibilidad de conseguir unos 600 millones de dólares o más, solamente para los estudios del proyecto canalero?
Ojala que la ambición de hacer realidad la Zona Canalera, ilumine a quienes están en la obligación de velar por el prestigio de la nación, en vez de escuchar a quienes solo buscan como seguir utilizando los bienes del estado en beneficio propio, nombres que son bien conocidos.
Cuando uno ingresa a Estados Unidos por el aeropuerto de Miami, hay algo muy llamativo, la presencia de los agentes de migración y aduanas de ascendencia latina. Es muy interesante ver como estos ciudadanos han venido desarrollando a través de los años, una actitud que emana simpatía, lo cual es muy importante, como le aconsejaba a los responsables del aeropuerto de Managua, para que los visitantes se sientan bienvenidos, porque aun este poderoso país, necesita del turismo para que su economía crezca y se desarrolle.
Nunca nos deja de llamar la atención la limpieza cuando viajamos a Estados Unidos. Cuando residíamos aquí solo notábamos la suciedad que se ve en barrios de escasos recursos, lo cual se ha venido solucionando a base de educación. No hay que rendirse, debemos mostrar al mundo (y cuando digo debemos me refiero a nuestros países), que también podemos mantener limpias nuestras calles y aceras, aunque necesitamos algo más que educación, y me refiero a la administración, las alcaldías deben de proveer receptáculos para depositar la basura. Es casi imposible tener una ciudad limpia sin ellos.
Estamos en Manhattan, uno de los cinco distritos que forman la ciudad de New York. Este distrito es el emblemático, ya que en él se encuentra el "Parque Central", con el zoológico, el "Museo Metropolitano de Artes", teatros al aire libre, pistas para peatones y bicicletas, sitios para los niños y adultos mayores. En este distrito, esta la famosa "Quinta Avenida", con la católica "Catedral de San Patricio”, el "Centro Rockefeller" y por supuesto el edificio "Empire State" y la "Biblioteca Pública". Manhattan es una Isla, bordeada de los ríos "Hudson" y "East" (Este), en cuyo orilla esta la residencia oficial del alcalde, así como la sede de las Naciones Unidas y si a todo esto le sumas, la "Ciudad China", el "Barrio de los Artistas", el "Centro Lincoln", donde está la Opera, la "Sala de Conciertos" y el extraordinario centro de teatros, conocido como "Broadway", así como los principales templos cristianos, judíos y musulmanes. "Wall Street", la conocida zona financiera, así como universidades, centros médicos y el famoso "Harlem", que unido al "barrio Dominicano y Puertorriqueño", que hacen de Manhattan, un mundo polifacético y ameno.
Lo interesante y "bonito" de todo este enjambre de atracciones es su limpieza, su orden, donde la basura solo se recoge en las calles, no en las Avenidas y donde los ciudadanos hacen ejercicio, ya que se camina mucho por sus aceras amplias y protegidas.
No sueño con vías interoceánicas, pero si en lograr aceras protegidas para que nuestros ciudadanos caminen sin arriesgar sus vidas, no solo en Managua, sino en muchas otras ciudades de Centroamérica.
Hasta el próximo ARCHIVO CCLXV, siempre con el ruego que lo compartan con sus amistades y dejen escuchar vuestros comentarios.
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