EL ARCHIVO CCXXIII – VISITEMOSNOS FRECUENTEMENTE!

Alejandro José Gallard Prio – 9 de septiembre del 2012.

Es indispensable que nos conozcamos, que nos visitemos, solo así, podremos sentirnos satisfechos de que ayudamos al progreso y bienestar de nuestros pueblos. Comencemos visitándonos localmente y continuemos con los familiares y amigos que residen en Centroamérica.

Leonel Arana Guzmán, es un Ingeniero retirado de padres y abuelos granadinos, que reside en Miami. Los cibernéticos lo conocen, por sus frecuentes opiniones en el foro “Nicaragua-MNN.yahoogroups.com”, sus amigos por sus años en La Salle de Nicaragua, otros como exitoso Gerente de la IBM de Nicaragua, hasta que la “marabunta” de los 80, le obligase a cerrar operaciones e irse con la IBM por el mundo.

La mención que hago de Leonel, es por el amor que siempre le ha tenido al lar nativo. Hubiese podido, como muchos, olvidar de que Nicaragua existe. Sufrió, como otros, al dejar su obra y sus familiares cercanos, pero no le dio cabida al resentimiento y decidió, ayudar a su desarrollo.

Pero para mí, lo más importante, es lo que Leonel acaba de lograr después de muchos años, convencer a su yerno, un profesional griego exitoso, el visitar Nicaragua con su esposa e hijos, lo cual, sin duda incentivará a otros miembros de la familia a visitar la tierra de los abuelos nicas.

Muchos de nuestros coterráneos (NICAS) que residen en el exterior, han recorrido el mundo, otros, viajan por el Caribe, México y algunos hasta se atreven llegar hasta Costa Rica, pero muy pocos, visitan la tierra de sus ancestros. Lo que difiere de nuestros hermanos salvadoreños y guatemaltecos, que peregrinan frecuentemente a sus pueblos, donde siembran sus ahorros para su jubilación, construyendo viviendas e invirtiendo en pequeños negocios con sus parientes jóvenes, entre los cuales está la agricultura.

La visita de los nietos de Leonel, como la que hiciese recientemente, uno de los míos, es importante. Se trata de jóvenes con diferente perspectiva de la vida, respetuosos de regulaciones y leyes, con un sentido de dignidad y admiración por la honestidad, que es admirable.

Leonel ha escrito en el foro sobre su aventura, ya que es una aventura el viajar a un país, donde hasta los policías, que supuestamente son los guardianes del orden, se dedican a acechar para repartir boletas de infracciones dundas, como eso que le llaman “invasión de carril” o simplemente una “mala maniobra”, pidiendo seguidamente la Licencia de Conducir, para decomisarla. Estos mismos policías, ignoran los vehículos destartalados, repletos de victimas, así como a los motociclistas con amigos y compañeras sin casco, que en muchos casos, llevan en sus brazos a niños menores, todo producto de la falta de recursos y responsabilidad ciudadana.

Pero aun con lo triste que nos dejan acontecimientos como los anteriores, no es motivo para que nuestros coterráneos dejen de visitarnos, ya que tenemos lugares paradisíacos, que nos relata Leonel en su recorrido por la Isla de Ometepe.

Ometepe, nos acerca a la naturaleza, que sumado al confort de un buen hospedaje y de manjares sabrosos y saludables, que se cultivan en la Isla, nos ofrece un destino al que todos deberíamos de visitar.

Los 6 abordaron uno de los “Ferris” en el Puerto de San Jorge, Rivas, llevando su auto, que usaron por los 35 kilómetros de vías adoquinadas y otros 60 de caminos transitables, que tiene la Isla. Escalaron el volcán MADERAS, que es el más sombrado y accesible, donde conversaron con una turista inglesa que sola y sin temor escalaba las faldas, confirmando la seguridad que ofrece Nicaragua.

En uno de los bellos amaneceres, los nietos ordeñaron vacas y jinetearon caballos por los parajes, donde apreciaron de cerca a los monos cara blanca y los gritones cóngos, gorriones, urracas, garzas, vistosos pájaros e innumerables mariposas.

Se hospedaron en la “Finca San Juan de la Isla”. Una sociedad de tres médicos españoles y un socio nicaragüense, que reconstruyeron la casa hacienda, usando adobe y maderas, lo cual le da sabor y frescura, instalando en sus cuartos todas las facilidades modernas que dan confort. El Administrador es Marvin Caldera, Alfredo es el vaquero y Carolina la cocinera, todos simpáticos, serviciales y amigables, según nos dice Leonel.

Entre las ciudades que visitaron, todas en el Pacifico, ya que por falta de tiempo no pudieron visitar otras parte de la Republica, esta León, donde la Municipalidad tendrá que hacer una limpieza y ordenación general de la ciudad, ya que los comerciantes, al estilo del Mercado Oriental de Managua, se han venido tomando las aceras y los estacionamientos, creando dificultades a los negocios establecidos y sus clientes. La asquerosidad se ha adueñado del amado pueblo y esto no puede seguir. Hay que reparar aceras, eliminando esos peligrosos hoyos que ha dejado el robo de las tapas de los medidores de ENACAL, pero por sobre todo, la Municipalidad debe retomar la ciudad, ordenarla y limpiarla.

León posee buenos Hoteles, pero el precio de algunos está por encima de la demanda y como es natural, su ocupación es lamentable. No se puede cobrar por encima de 75 dólares por noche, si quieren atraer turismo.

Es necesario que Inspectores del MINSA (SANIDAD), visite los restaurantes, dejan mucho que desear. También se necesita el apoyo técnico de la Escuela de Turismo que apoya el Ducado de Luxemburgo, para organizar seminarios gastronómicos en toda Nicaragua, en especial, GRANADA, LEÓN, MANAGUA Y SAN JUAN DEL SUR, por lo menos, para que logremos que los restauradores se interesen por el aseo y tecnificación de sus cocinas y con ello, hacer resaltar nuestro tesoro gastronómico.

Todos sabemos que viajar es una aventura, pero también un placer, como los que gozaron Leonel y familia. Seguiremos narrando sobre su visita, especialmente la de la Isla de Juan Venado, contigua a las Peñitas y Poneloya (LEON) con el propósito de incentivarlos a viajar. 

Al final de este artículo les dejo las imágenes de una presentación de producciones tiburón donde encontraran preciosas fotos de Nicaragua.

Hasta EL ARCHIVO CCXXIV del próximo domingo, 16 de septiembre del 2012.