Con esta edición, EL ARCHIVO, expande su misión de incentivar una ciudadanía incluyente, con sentido patriótico y humanista, donde todos nos comprometamos con el bienestar general, que es el propio. Luis, me dice, que lo mas importante de El Archivo, es que lo incentivó a ser participe de esa lucha por una Nicaragua digna, donde nuestras tradiciones, nuestros principios democráticos, nuestra honestidad y responsabilidad ciudadana, es la razón de nuestra nicaraguanidad. Este servidor, agradece el gesto del Dr. Zúñiga Mayorga, jurisconsulto e intelectual, ya que ahora, podremos visitarles más a menudo, con las opiniones de otros, que junto con el suscrito, seguiremos incentivándonos mutuamente por llevar mensajes de ánimo y de amor por Nicaragua.
Un abrazo fraternal, Alejandro J. Gallard Prio, Editor
EL ARCHIVO LXVIII - DEL EGOISMO AL SERVICIALISMO
Luis Zuñiga Mayorga (Escritor Invitado)
Es increíble y sorprendente la cantidad de esfuerzo mental realizado por muchos pensadores para justificar el EGOÍSMO, entendido éste, como el excesivo aprecio que tiene una persona por si misma, que le hace atender desmedidamente su propio interés, sin preocuparse de los demás.
Uno de los primeros filósofos en abordar el tema fue Thomas Hobbes, quien en su obra “El Leviatán” descubre al hombre antes y después del Contrato Social, como un ser egoísta que actúa motivado por su propio interés. Es la teoría de la naturaleza humana que afirma que la conducta esta impulsada por motivaciones auto interesadas o ruines y niega la existencia de conductas verdaderamente altruistas. Este ha sido llamado el egoísmo psicológico.
Después aparecieron los teóricos del egoísmo ético, que afirman que las personas deben tener la normativa ética de obrar por su propio interés, y que tal es la única forma moral de obrar, sin embargo permite realizar acciones que ayuden a otros, pero con la finalidad que el ayudar nos dé un beneficio propio, tomándolo como un medio para lograr algo provechoso.
A favor del egoísmo ético, se argumenta que cada uno de nosotros conocemos perfectamente nuestros deseos y necesidades y sabemos que es lo que nos hará feliz. De igual manera conocemos: los deseos y necesidades de los demás, pero imperfectamente, por lo tanto es razonable que al tratar de ayudarlos se termine haciendo más mal que bien. Adicionalmente, el “altruismo” (diligencia en procurar el bien ajeno sin esperar, nada a cambio) provoca que se abandonen sueños, proyectos etc., sacrificando la vida propia para salvar a otras personas. Por lo tanto, en la ética del “altruismo”, la vida de un individuo o los intereses propios no tienen valor y se debe estar dispuesto a hacer un sacrificio para salvar a otros.
Dado caso el egoísta ético: “estuviera en una posición ventajosa que le asegurara su propia seguridad, ante los demás, no habría nada que no le permitiera hacerles aquello que no quisiera que le hicieran a él.”
Con tanto razonamiento y palabrería, estos argumentos nos han llevado a las más grandes tiranías y dictaduras, pues detrás de cada tirano y de cada dictador hay un ser profundamente egoísta. Estos tiranos solo tienen salud, educación, vivienda, empleo, tierras, préstamos, prestaciones, para sus seguidores y nada para los demás. Esta es la máxima expresión del egoísmo.
Estos razonamientos confunden el amor propio, con el egoísmo, mientras el primero es el sentimiento de respeto por uno mismo, que no puede ceder su propio espacio, (es nuestra autoestima), el segundo es la pretensión de utilizar a los otros para el propio beneficio.
En este sentido se pronuncia Erich Fromm en su obra: El Miedo a la Libertad.: El egoísmo no es idéntico al amor a si mismo, sino su opuesto. El egoísta no quiere a los otros, ni a si mismo, en realidad se odia. El egoísmo esta fundado en la carencia de autoafirmación y amor hacia el YO real. El YO en cuyo interés obra el hombre moderno el YO social. El egoísta parece preocupado por si mismo, pero en realidad, solo realiza un fracasado intento de disimular su incapacidad de cuidar su verdadero ser.
Y el mismo autor, en su obra del “Tener al Ser”, nos manifiesta: La creación de una nueva Sociedad y un nuevo hombre, solo es posible si los antiguos estímulos de lucro, el poder y el intelecto, son reemplazados por otros nuevos: compartir y comprender; si el carácter mercantil es reemplazado por un nuevo espíritu radical y humanista.
Finalmente, el Doctor en Ciencias y “Futurólogo” Alvin Toffler, es quien pone énfasis en el impacto económico del “Servicialismo” (Buscar libre y espontáneamente servir a los demás) y expresa “La Sociedad necesita personas que se hagan cargo de los ancianos, que trabajen en hospitales. La Sociedad necesita todo tipo de habilidades que no son cognitivas, sino emocionales y afectivas”.
Alvin Toffler pronostica que en sociedades avanzadas, surgirán los que llama “Prosumidores” se refiere a aquellos consumidores que producen bienes o servicios por los que no obtienen un ingreso, pero que a la postre generan un impacto en la economía. Prosumidores son: las amas de casa, trabajadores voluntarios, líderes vecinales, clubes e instituciones de servicio.
Por lo tanto, los Leones, Rotarios, Masones, Cruz Roja, Los Pipitos, Cámaras y Asociaciones, Cruz Blanca, Caritas, Caballeros Católicos (en formación), VOSH (Volunteer Optometrist Safety Humanity) y las muchas organizaciones sin fines de lucro, que están desde hace tiempo entre los llamados “Prosumidores” , ya que no obtienen ingreso por sus servicios, al contrario pagan por servir y al mismo tiempo, generan un aporte a la economía, que hasta ahora no se ha contabilizado.
Hemos dejado atrás el egoísmo, hemos pasado el altruismo, y hemos llegado al Servicialismo, el cual, en el futuro, una vez libres de dictaduras, tiranías y sectarismos; fortalecerá y agrandara el bienestar de nuestras comunidades, en paz y justicia social, orientada ésta a que se desarrolle una Sociedad relativamente igualitaria en términos económicos.
Hasta el próximo ARCHIVO LXIX. SALUD Y FELICIDADES!
¿Quien causa tanta alegría? La Concepción de María!
Un abrazo fraternal, Alejandro J. Gallard Prio, Editor
EL ARCHIVO LXVIII - DEL EGOISMO AL SERVICIALISMO
Luis Zuñiga Mayorga (Escritor Invitado)
Es increíble y sorprendente la cantidad de esfuerzo mental realizado por muchos pensadores para justificar el EGOÍSMO, entendido éste, como el excesivo aprecio que tiene una persona por si misma, que le hace atender desmedidamente su propio interés, sin preocuparse de los demás.
Uno de los primeros filósofos en abordar el tema fue Thomas Hobbes, quien en su obra “El Leviatán” descubre al hombre antes y después del Contrato Social, como un ser egoísta que actúa motivado por su propio interés. Es la teoría de la naturaleza humana que afirma que la conducta esta impulsada por motivaciones auto interesadas o ruines y niega la existencia de conductas verdaderamente altruistas. Este ha sido llamado el egoísmo psicológico.
Después aparecieron los teóricos del egoísmo ético, que afirman que las personas deben tener la normativa ética de obrar por su propio interés, y que tal es la única forma moral de obrar, sin embargo permite realizar acciones que ayuden a otros, pero con la finalidad que el ayudar nos dé un beneficio propio, tomándolo como un medio para lograr algo provechoso.
A favor del egoísmo ético, se argumenta que cada uno de nosotros conocemos perfectamente nuestros deseos y necesidades y sabemos que es lo que nos hará feliz. De igual manera conocemos: los deseos y necesidades de los demás, pero imperfectamente, por lo tanto es razonable que al tratar de ayudarlos se termine haciendo más mal que bien. Adicionalmente, el “altruismo” (diligencia en procurar el bien ajeno sin esperar, nada a cambio) provoca que se abandonen sueños, proyectos etc., sacrificando la vida propia para salvar a otras personas. Por lo tanto, en la ética del “altruismo”, la vida de un individuo o los intereses propios no tienen valor y se debe estar dispuesto a hacer un sacrificio para salvar a otros.
Dado caso el egoísta ético: “estuviera en una posición ventajosa que le asegurara su propia seguridad, ante los demás, no habría nada que no le permitiera hacerles aquello que no quisiera que le hicieran a él.”
Con tanto razonamiento y palabrería, estos argumentos nos han llevado a las más grandes tiranías y dictaduras, pues detrás de cada tirano y de cada dictador hay un ser profundamente egoísta. Estos tiranos solo tienen salud, educación, vivienda, empleo, tierras, préstamos, prestaciones, para sus seguidores y nada para los demás. Esta es la máxima expresión del egoísmo.
Estos razonamientos confunden el amor propio, con el egoísmo, mientras el primero es el sentimiento de respeto por uno mismo, que no puede ceder su propio espacio, (es nuestra autoestima), el segundo es la pretensión de utilizar a los otros para el propio beneficio.
En este sentido se pronuncia Erich Fromm en su obra: El Miedo a la Libertad.: El egoísmo no es idéntico al amor a si mismo, sino su opuesto. El egoísta no quiere a los otros, ni a si mismo, en realidad se odia. El egoísmo esta fundado en la carencia de autoafirmación y amor hacia el YO real. El YO en cuyo interés obra el hombre moderno el YO social. El egoísta parece preocupado por si mismo, pero en realidad, solo realiza un fracasado intento de disimular su incapacidad de cuidar su verdadero ser.
Y el mismo autor, en su obra del “Tener al Ser”, nos manifiesta: La creación de una nueva Sociedad y un nuevo hombre, solo es posible si los antiguos estímulos de lucro, el poder y el intelecto, son reemplazados por otros nuevos: compartir y comprender; si el carácter mercantil es reemplazado por un nuevo espíritu radical y humanista.
Finalmente, el Doctor en Ciencias y “Futurólogo” Alvin Toffler, es quien pone énfasis en el impacto económico del “Servicialismo” (Buscar libre y espontáneamente servir a los demás) y expresa “La Sociedad necesita personas que se hagan cargo de los ancianos, que trabajen en hospitales. La Sociedad necesita todo tipo de habilidades que no son cognitivas, sino emocionales y afectivas”.
Alvin Toffler pronostica que en sociedades avanzadas, surgirán los que llama “Prosumidores” se refiere a aquellos consumidores que producen bienes o servicios por los que no obtienen un ingreso, pero que a la postre generan un impacto en la economía. Prosumidores son: las amas de casa, trabajadores voluntarios, líderes vecinales, clubes e instituciones de servicio.
Por lo tanto, los Leones, Rotarios, Masones, Cruz Roja, Los Pipitos, Cámaras y Asociaciones, Cruz Blanca, Caritas, Caballeros Católicos (en formación), VOSH (Volunteer Optometrist Safety Humanity) y las muchas organizaciones sin fines de lucro, que están desde hace tiempo entre los llamados “Prosumidores” , ya que no obtienen ingreso por sus servicios, al contrario pagan por servir y al mismo tiempo, generan un aporte a la economía, que hasta ahora no se ha contabilizado.
Hemos dejado atrás el egoísmo, hemos pasado el altruismo, y hemos llegado al Servicialismo, el cual, en el futuro, una vez libres de dictaduras, tiranías y sectarismos; fortalecerá y agrandara el bienestar de nuestras comunidades, en paz y justicia social, orientada ésta a que se desarrolle una Sociedad relativamente igualitaria en términos económicos.
Hasta el próximo ARCHIVO LXIX. SALUD Y FELICIDADES!
¿Quien causa tanta alegría? La Concepción de María!
No hay comentarios:
Publicar un comentario