domingo, 13 de octubre de 2019

El Archivo DCXX

¡El Poder Enloquece!
A nivel mundial hay una epidemia peligrosa: el actuar como locos, usar razones políticas como mascara para encubrir ganancias millonarias.

En eso se sintetizan todas esas bravuconadas ideológicas de los dirigentes de países donde el "caballito de batalla" preferido es el mal llamado "anti-imperialismo" o "injerencia extranjera" combinado con su muy conocida "defensa del pueblo", pueblo que mantienen con la mano extendida por migajas y favores.

Es interesante ver que estas "locuritas" son modus operandi en países donde el Poder está en manos de "indispensables", gobiernos omnímodos donde los "derechos humanos" son solamente para sí mismos, inexistentes para los demás. Un caso alarmante es el de Estados Unidos de América, una nación democrática, donde actualmente el Presidente está al borde de un juicio político, por un conflicto aparentemente político, pero siguiendo los detalles encontramos que se trata de negocios a favor de su grupo.


Desafortunadamente, si no hay trayectoria democrática no puede haber un entablado legal para combatir esta forma de corrupción, cómo está ocurriendo en los Estados Unidos, por lo que la única salida a la crisis institucional de países sin democracia, es la resistencia cívica, las cuales son desproporcionalmente reprimidas por las fuerzas armadas de los gobiernos y como consecuencia seguimos sufriendo injustos encarcelamientos, torturas y muerte. La otra opción sería la sublevación armada, que tan funestos resultados ha dado en el pasado.

He aquí donde los pueblos de los países democráticos, deben hacer uso de su Poder de expresión para demandar que sus gobiernos apliquen "fulminantes" sanciones que obliguen a ese clan de oportunistas, también conocidos como "vividores", a dimitir entregando la responsabilidad de convocar a elecciones; libres, justas, honestas y supervisadas; a una Asamblea de ciudadanos probos y responsables, que representen todas las fuerzas vivas ciudadanas.


Esperar que "dementes vividores" renuncien a sus privilegios es fútil, acertadamente describió "el poder" en su artículo el Dr. Pablo Roberto Amaya Carmona, publicado el 26 de septiembre en el diario nicaragüense "La Prensa": "es como el agua salada, entre más se prueba más sed da y la sed parece extenderse a los familiares más cercanos; esposas e hijos. El código genético de la codicia de poder pareciera estar en algún lugar recóndito de algunas de las hélices del ADN que brinda la estructura, el lenguaje, la aptitud hacia la acumulación de riqueza, las relaciones de negocios y los abusos de donde nacen los mitos, los símbolos, las banderas, los rótulos gigantes y los dictadores con sus crímenes cuando ven sus intereses amenazados".

Y continúa diciéndonos que el Poder, "puesto en manos equívocas, puede ser más mortífero que las drogas, el colesterol, el tabaco, el dengue y los accidentes de tránsito, porque el fin de la concentración del poder es exterminar todo sentimiento espiritual, religioso y humano que al final también termina como un virus pernicioso, matando".


Y termina analizando el peronismo, "que sin duda es uno de los mejores ejemplos de los negocios de familia. Eva y (Juan Domingo) Perón formaron en Argentina un gobierno bifronte donde ningún argentino recibía un trabajo sin dar gracias a Perón y Evita. Con ellos en el poder, el fascismo se puso en práctica. La patria se confundió con el peronismo y quien no era peronista era un vende-patria. El peronismo era la fórmula binaria basada en el terror y el miedo que abría y cerraba negocios, que te abría los bolsillos de dinero o te empobrecía. El peronismo fue como una serpiente enroscada en el cuello de los argentinos que si no la sobaban los mordía. Con frecuencia Evita susurraba en el oído de Juan Domingo Perón: 'La democracia somos nosotros, cágate en la Constitución Juan'. Y lo hizo, la Constitución que prohibía la reelección presidencial fue modificada y desde entonces, a la fecha, los argentinos siguen pagando los estragos del peronismo".

Cualquier parecido al relato del Dr. Amaya con la realidad de los pueblos que están sufriendo hambre, persecuciones, encarcelamientos, torturas, asesinatos y destrucción institucional, podría ser coincidencia, pero si nos confirma que sus abusivos "mandamases" son dementes vividores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario