domingo, 20 de agosto de 2017

El Archivo DVII ― ¡Y… quedamos solo cinco!

Permítanme compartir inquietudes que se piensan en las madrugadas, especialmente cuando el reloj del cuerpo sufre cambios y, si es consigues ese sueño profundo de muchacho de 50, te deja, de vez en cuando y hasta te permite soñar.

Les he visitado semanalmente por más de diez años tratando de no ser aburrido y mucho menos sectario o localista, veo y siento a nuestras Américas con la experiencia de la vida, que ha sido larga y activa, encuentro una similitud tan impresionante, aun con los países de habla inglesa y francesa del Caribe, que generalizo aun refiriéndome a temas que podríamos llamar locales, pues los "males" y los "atributos" (que sí los hay) no tienen fronteras, los he perseguido todo mi vida, una AMERICA sin fronteras, como la Unión Europea de hoy.

Pues bien… "y… quedamos solo cinco". Aunque parezca una fábula, he encontrado alrededor de este número un común denominador de todo lo que emprendemos en nuestros lares y todo, aunque nos sorprenda, por seguir creyendo en "pajaritos preñados", en otras palabras, por no educarnos, y no hablo de educación universitaria, ya que tenemos muchas Universidades de zaguán.

Yo estaba muy joven, pero recuerdo que en la parte final de la década de los 30, mi padre (nicaragüense) contaba con los dedos de una mano, los "conservadores" que se reunían para comprar una ofrenda floral y enterrar a los suyos.

El líder de 17 revoluciones, Emiliano Chamorro, ambicioso y ególatra, equivocadamente incubo la naciente y primera dictadura familiar de América, que como premio lo envió al exilio, quedando la mayoría de sus seguidores a la deriva y los que no, colaborando vergonzantemente algunos y otros que ni siquiera conocían la vergüenza, "zancudos" chupando del erario público, y lo peor, que esta dictadura dinástica primera, decidió gobernar con los llamados liberales, pues eso demandaba el populismo del momento, que a través de los años se fracturaron de cinco en cinco. ¿La segunda dictadura dinástica? la de los Castro.

Pero el 5 de hoy es distinto, se trata del esfuerzo de años por instalar en Nicaragua, (y porqué no en Centro y Sur América) la organización fundada en 1882 por el joven Padre Michael McGivney de la Iglesia de Santa María (New Haven, Connecticut USA), quien reunió a un pequeño grupo de feligreses en el sótano, encarnando así el interés del hombre en ayudar a superar los problemas del mundo: La pobreza, la ignorancia y la apatía, que pone en peligro no solo al individuo sino a toda la humanidad.

La motivación era de beneficio mutuo, McGivney trabajaba con inmigrantes, vio por lo que pasaba a una familia cuando el sostén muere y promovió un seguro para cuidar a la viuda y huérfanos dejados atrás. Él mismo vivió esa situación cuando tuvo que dejar sus estudios para hacerse cargo de la familia cuando su padre murió.

Al final del siglo XIX los católicos eran excluidos de los sindicatos y otras organizaciones que otorgaban servicios sociales, por lo que McGivney buscó proveer una alternativa a modo de fraternidad, fundando así una sociedad que los impulsara y convirtiese en líderes de la comunidad.

En Nicaragua, al final de muchos esfuerzos obtuvimos que el Concilio "John W. Adamson" (Nº 5972) de Miami juramentara 33 Caballeros de Colón, pero no pudieron lograrnos un Concilio independiente, por lo que la mayoría se desanimó, pero siguieron comunicándose cinco, todos con el máximo grado de la Fraternidad, quienes ahora tienen el proyecto de fundar una propia fraternidad que podrá ingresar a "The International Alliance of Catholic Knights" (IACK iack.org/about-us) fundada en Glasgow, Escocia el 12 de octubre de 1979, que en la actualidad agrupa a 15 fraternidades diseminadas en veintisiete países de los cinco continentes habitados, entre las cuales están "Knights of Columbus", "Knights of Peter Claver" y "Knights of the Southern Cross".

Con el espíritu del padre McGivney esos CINCO unidos a CINCO damas y un par de amigos, se convertirían en 12 luchadores que podrían renovar la cruzada en darle a nuestras familias y muy en especial a nuestro juventud, la oportunidad de ayudarse los unos a los otros, aprendiendo a ahorrar y a ser ciudadanos responsables y patriotas.

Jesús, quien nos enseña a amar al prójimo como a nosotros mismos, nos inspirara.

Nuestra condolencia por lo ocurrido en Cataluña, víctimas de la ignorancia y aberramiento mental, donde es un pequeño grupo que asesina y deja mal heridos a cienes, como en Venezuela, donde una minoría destruye a una nación, mientras el llamado mundo del orden civilizado los contempla y les permite seguir arrollando a su indefenso y sufrido pueblo. Hasta cuándo?

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