Filadelfia desde sus inicios fue una metrópolis cosmopolita y sede de un fuerte mercado internacional, especialmente por tener el Rio Delaware y sus afluentes, navegables desde los valles productivos, que exportaban sus productos alimenticios al mercado mundial a través de los muelles seguros del Rio Delaware y la Habana, Cuba, que era su punto intermedio para su comercio con España, a cargo del vasco Don Diego de Gardoqui en sus inicios, una familia de comerciantes internacionales de Bilbao.
A través de los Gardoqui, España envió a los Estados Unidos 120,000 en efectivo y órdenes de pago por otros 50,000, las célebres "Spanish dollars" que sirvieron para respaldar la deuda pública estadounidense. Además, la casa Gardoqui envió pertrechos, municiones y otros por un total de casi 950,000.
El primer Embajador, en ese tiempo se le llamaba Ministro Plenipotenciario, fue Don Diego de Gardoqui, quien llego a Philadelphia en 1785 y de allí se trasladó a New York, donde se reunía el Congreso, instalándose en una lujosa mansión de Broadway cercana a la vivienda de George Washington. Participo en la toma de posesión de Washington, 1789, primer Presidente de los Estados Unidos.
Todo estos detalles históricos, incluso el que Gardoqui haya apoyado la construcción de la Primera Iglesia Católica de Estados Unidos, San Pedro en Nueva York, nos afirma de la importante participación de los españoles, franceses y suramericanos en la dura y valiente lucha libertadora de las 13 Colonias originales que estaban bajo el dominio de Gran Bretaña y de su formación, como la primera República Federal Independiente de América, de lo cual comentaremos un poco más en el próximo ARCHIVO del domingo 5 de julio, día de la Independencia de Venezuela, que hoy sufre los destructivos efectos de una Administración corrupta, irresponsable y anti bolivariana.
Desde hace diez años comenzó el regreso de las parejas de adultos mayores, que residían en los suburbios, hacia lo que se conoce como "Center City", provocando la construcción de edificios de apartamentos, así como el traslado a los suburbios de jóvenes parejas a las casas que estos desocupaban. Pero no solo fueron los adultos mayores lo que poblaron el Centro, sino que jóvenes profesionales, que encontraron comodidad en residir cerca de sus centros de trabajos, restaurantes y lugares de diversión.
La impresionante la actividad de un Centro, que hace unos 10 o 15 años dormía plácidamente desde tempranas horas de la noche, y si sumamos el éxito de su negocio de convenciones y exhibiciones, que promovió el aumento de Hoteles y Restaurantes de calidad internacional, Filadelfia clasifica como una atractiva oportunidad para los inversionistas mexicanos, centroamericanos y suramericanos, ya que en el negocio inmobiliario hay un déficit impresionante. Esta es una ciudad que posee una infraestructura académica, educacional y de salud excelente, que sumado a sus áreas de recreo, parques y sistema de servicios públicos, es, en nuestra opinión, una atractiva e interesante inversión en esta área, donde hay estabilidad social y política.
Hasta el próximo ARCHIVO, en el cual seguimos con la Filadelfia histórica, en especial sobre los acontecimientos que permitieron en 1776 un 4 de julio.
