domingo, 6 de julio de 2014

El Archivo CCCXXI – Emilio Álvarez Montalván, Ciudadano Iberoamericano!

Alejandro José Gallard Prío.

El 2 de julio del 2014, en Managua, un hijo dilecto de Nicaragua, Emilio Álvarez Montalván, oftalmólogo de profesión, escritor y político, que durante el transcurso de su vida lucha por la libertad y democratización de sus conciudadanos, en su último acto de humildad, se convierte en cenizas y al mismo tiempo adquiere la dimensión de Ciudadano Iberoamericano.

Compatriota de Darío, se educó en Nicaragua, Chile, Argentina y Europa. En su última obra literaria, "Medico de Vocación y Aficionado en Política", nos deja conocer su humilde y entrega total por la causa de un Estado de Derecho democrático y republicano.

Solo una vez en su vida, acepto un cargo político, Canciller de la Republica, tiempo en que fui su Cónsul Honorario en Philadelphia, Pennsylvania. Después de 3 exitosos y ejemplares años, renunció, pues no era para cargos, regresando con honra al llano de costumbre, lejos de los compromisos de la diplomacia, pero cerca de las luchas de sus conciudadanos pues para ese entonces ya se había retirado de sus obligaciones médicas.

Me honro en citar a su Director de Protocolo y posteriormente Embajador en Chile, Dr. Silvio Avilés Gallo: "El Dr. Álvarez Montalván nos dejó, después de haber servido a la patria como sólo saben hacerlo quienes la llevan siempre en el corazón. Cumplió siempre con su vocación de servicio, primero como eminente oftalmólogo y después como polifacético intelectual, politólogo, diplomático, filósofo, hombre de letras que nunca hizo alardes de su sapiencia y más bien se caracterizó por la humildad y afabilidad en su trato con quienes fueron sus subalternos. Él supo perfectamente servir a sus semejantes y no servirse del puesto para su propio beneficio"

El profesor Héctor Darío Pastora, presidente del "Movimiento Mundial Dariano" le saluda como "Prócer de la Patria" y, rememorando el poemas La Cartuja y la oración de paz del mínimo y dulce Francisco de Asís, le dice: "Y muriendo en Ti, es como nacemos a la vida eterna", ya que "su legado espiritual y cívico es historia".

Hago propias las palabras del amigo, abogado y escritor iberoamericano, Agustín Torres Lazo, "En palabras bíblicas, estoy triste hasta la muerte", pues como el acostumbraba, siempre que visitaba Nicaragua, nos trae recuerdos de encuentros con Emilio, como dice Agustín: "en su hábitat de los últimos veinte años, el recogido pórtico de su casa-quinta, que conocieron tantos amigos suyos: intelectuales, políticos, diplomáticos, empresarios, filósofos, periodistas ansiosos por escuchar el pensamiento del maestro por antonomasia"… "que nos legara el preciado don de su honestidad, de su humana verticalidad, de su fortaleza para enfrentar las tragedias personales, de su entrega al estudio y al trabajo, de su acendrada pasión por nuestra patria que le dolió tanto porque tanto la quiso".

Agustín, continua describiéndolo "Emilio fue un profundo pensador y analista político y social. Su obra cumbre, 'Cultura Política Nicaragüense', es un grito de alerta en que el autor, esculcando en las raíces de nuestros orígenes étnicos y culturales, nos lleva de la mano desnudando nuestras faltas y errores, y la esencia misma del alma de un pueblo que no encuentra su camino, atado a un subdesarrollo sistémico que le ahoga y envilece. En la introducción a sus memorias, deja caer todavía gotas de amargura sobre su nostalgia de una Nicaragua que nunca fue posible".

El diario "La Prensa" de Nicaragua, en su editorial del 3 de Julio nos relata que "don Emilio" había sido miembro de su Consejo Editorial durante muchísimos años"… "deja un inmenso vacío que será imposible y en todo caso muy difícil de llenar"… pues a pesar de que se había jubilado del consejo varios años atrás, por motivos de salud, continuó hasta los últimos días de su vida prodigando consejos, respondiendo consultas, dando declaraciones, enviando artículos de opinión y cartas al director sobre temas puntuales, y "facilitándonos oportunas sugerencias y útiles datos para la elaboración de comentarios editoriales"… en agosto del 2013, el editorial dedicado a su cumpleaños, subrayan que el doctor Álvarez Montalván "se había ocupado con esmero no solo de la salud física de la gente, sino también 'de la salud cívica y política de los ciudadanos, y la sanidad de las instituciones'… de manera desinteresada, como un maestro y mentor que vive para la política y no como alguien que vive de la política".

Expresa que "tenía la profunda convicción de que era necesario transformar la cultura política nicaragüense, para poder impulsar al país hacia la democracia, la libertad y el progreso económico y social. Y en el prólogo a la segunda edición de su emblemático libro, 'Cultura política nicaragüense', precisa que "no es cualquier cultura la que propicia el desarrollo, en beneficio de los pueblos, sino la democrática. Esto es así, porque la democracia es la única que garantiza y fomenta la ciencia, producto de libertad, diversidad, derecho a disentir, a exponer, etc... Y en su postrera entrevista a 'La Prensa', que concedió al periodista Eduardo Cruz apenas hace dos semanas y que publicó el miércoles 18 de junio recién pasado, con impresionante lucidez, advirtió por última vez a los nicaragüenses que los dictadores, como los caciques y los caudillos, son incubados por la sociedad misma. O sea, que mientras los nicaragüenses no cambien los antivalores de su cultura política seguirán teniendo gobiernos autocráticos". Este es un mensaje para el mundo iberoamericano!

"Las huellas políticas y culturales que el doctor Álvarez Montalván ha dejado en su paso por la vida, son profundas e imborrables. Y sus enseñanzas son dignas de ser aprendidas y puestas en práctica, para crear y arraigar por fin en Nicaragua (y en Iberoamérica) esa cultura política de libertad y democracia que él siempre estudió y predicó".

Hasta el próximo Archivo CCCXXII, el domingo13 de julio del 2014. 



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