domingo, 18 de mayo de 2014

El Archivo CCCXIII – Un Rincón En Manhattan.

Alejandro José Gallard-Prío.

Es imposible dejar de comentar sobre la vida cotidiana de la principal Isla de Nueva York, Manhattan, por lo que me permito ser vuestro guía y caminar con ustedes, en los alrededores del edificio donde, a pedido de nuestra hija, Alexia María, hemos decidido convertirlo en nuestra residencia por 8 o 9 meses del año, ya que durante el crudo invierno, que nuestros viejos huesos ya no toleran, nos escaparemos al trópico.

Según el superintendente del edificio, Nick Nikic, un nativo de la República de Montenegro, con playas en el Mar Adriático, supe que 92 familias conviven con nosotros, un aproximado de 400 personas y además, llegamos a la conclusión que en las 10 manzanas, ubicadas desde la calle paralela al "Rio Este" hasta el Parque Central y las calles de la 86 a la 90, hay una población estimada en 50 mil, toda una pequeña ciudad con Parques y Museos de Arte, como el Metropolitano, el "Solomon R. Gughenheim" el "Cooper-Hewitt National Design (parte del Smithsonian) y el "National Academy" especializado en pintores americanos, entre otros, así como todo lo que se pueda necesitar en la vida diaria, sin tener que salir a buscar nada fuera del perímetro. Restaurantes, boutiques, hoteles, iglesias católicas, episcopales, presbiteriana, templos judíos y la principal mezquita musulmana. Esta la residencia oficial del Alcalde de Nueva York y la Residencia (dos imponentes edificios) de los diplomáticos de la Embajada y Consulado de la Republica Federativa de Rusia.

Por todo esto no es necesario un vehículo, caminar es lo popular y como "se hace camino al andar" y es un aliciente atractivo para la buena salud, esto nos permite convivir con seres humanos, desde infantes hasta adultos mayores.

Generalmente los residentes se conocen con los comerciantes de su área inmediata (3 o 4 manzanas), son marchantes de los innumerables pequeños negocios que ocupan, generalmente, las plantas bajas de los edificios, con excepción de la Avenida Park, que solo permite Oficinas de Médicos, Floristerías y uno que otro pequeño negocio de "dry cleaning" que se haya establecido antes de la restricción. En las calles y avenidas se encuentran sastres, algunos de alta costura, remendones, lavanderías, zapateros, joyeros, floristas, fruteros, peluqueros, ferreteros y aquellos simpáticos rincones donde se compran los diarios, las revistas, tabaco y la infaltable lotería, manejados generalmente por inmigrantes paquistanos e hindúes, a lo que se suman los mercados, farmacias, tiendas y almacenes, licorerías y los populares salones pediátricos y de manicura operados por Asiáticas.

Ayer, caminado por una arteria principal, la calle 86, descubrí que uno de los supermercados más completos de esta ciudad, "FAIRWAY", abrió una sucursal entre la calle 2 y la calle 3, según uno de sus ejecutivos, Don Benny Acosta, nativo dominicano, ya son 5 en Manhattan. Cuando residía en Philadelphia y visitaba Manhattan, me aseguraba de visitarles en su sitio original, la calle 125 de la parte oeste, contiguo al barrio Dominicano, ya que allí conseguía delicias gastronómicas del mundo iberoamericano.

Entre lo curioso que encontré esta vez, fue un Jamón llamado "Mangalica" o "Mangalitsa" de una raza de cerdos originarios de Hungría, creados en el siglo IXX por encargo del Archiduque José del imperio Austro-Húngaro y que se asemeja al famoso jamón Ibérico, pero, más costoso. US$ 72.99 la libra, no el kilo, y quiero que sepan que se agota. Para comparación el jamón español Serrano, cuesta US$ 24 dólares la libra.

El simpático Señor Acosta, me decía que ellos atienden diariamente un promedio de 7,000 a 10,000 clientes, exigentes en cuanto a la calidad. ¿El precio? ¡no es problema!, siempre y cuando el producto lo amerite, ya que sus patrocinadores tienen buen gusto y son gastrónomos por excelencia. En su mayoría son profesionales jóvenes y algunos jubilados de ascendencia europea y asiática. El lugar es peligroso para la bolsa, especialmente para lo que gustan de la buena mesa, pero recomendamos, cuando lleguen a Manhattan, visitarlos, ya que como decía un buen amigo, lo bebido y lo comido, nadie nos lo quita.

En esta área de 10 manzanas existen muy buenas escuelas y colegios, públicos y privados, así como servicios médicos y hospitalarios, que unido al resto de las atracciones de la Isla de Manhattan, lo convierte sin duda alguna, en uno de los destinos turísticos, culturales y educativos, más completos del mundo.

Pero no todo en este mundo es alegría. La próxima semana, abrirá sus puertas el museo que nos presentara el dolor y sufrimiento de las victimas del oscurantismo político, que enluto al mundo libre, con el cobarde ataque a las torres gemelas del "World Trade Center" el 11 de septiembre, el cual visitaremos para orar por la paz y el amor, sin lo cual, nunca lograremos convivir en este globo terráqueo.

Es mas fácil demostrar amor al prójimo, al vecino, al que encontramos en nuestro diario vivir, que andar con caras agrias. Caminar por las aceras de este rincón de Manhattan o de nuestros barrios o pueblos, con alegría, es vivir en armonía. No necesitamos saber cómo se llama el que nos ayuda a cruzar una calle, o el que nos regala una sonrisa, ya que es un ser humano que como todos nosotros, busca la felicidad!

Hasta el próximo ARCHIVO, el domingo 25 de mayo, desde otro de los rincones de Manhattan.




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