Alejandro José Gallard Prio
En el libro “Cartas a mis Hijos” del banquero ecuatoriano, Guillermo Lasso Mendoza, encontré pasajes de las vivencias de un luchador, de un ciudadano, que se marcó un derrotero en la vida, basado en el sentido de honestidad que le inculcaron sus padres.
Es muy constructivo encontrar un líder, empresarial o comunitario, que basa su vida en la ética y moral, que es casualmente lo que tanta falta nos hace en el mundo de hoy. Un hombre que desde temprana edad, toma responsabilidades, ya que siendo el cumiche (hijo menor) de una familia numerosa, 11 hermanos, de un matrimonio donde el padre, un contador público autorizado, logra educar a hijos con su ejemplo del deber, pero dejemos que este esforzado banquero, que comenzó a trabajar medio tiempo a los 15 años en la Bolsa de Valores de Guayaquil, nos lo cuente, extrayendo de su libro uno que otro mensaje:
Juan Emilio Lasso Alcívar, María Eugenia Lde Carrera, María de Lourdes Alcívar de Lasso, Danilo Carrera, Guillermo Lasso Alcívar y Guillermo Lasso Mendoza. |
“A ustedes, hijos, les he inculcado –y no dejare de hacerlo- que sean responsables de su propio destino, que no deben renegar de su historia, que hay que superar las debilidades, reponerse de los fracasos, y asumir el futuro con altivez y compromiso. Que deben soñar y luego realizar. Que deben amar”
Seguidamente les dice: “que el mundo que nos ha tocado, es el mundo global, interconectado, y que esta es una realidad irreversible que debemos asumir. Que debemos apoyarnos en nuestra historia y en nuestra cultura para buscar nuestra identidad… ...para combatir la injusticia, la desigualdad, la falta de libertades, la violación de los derechos básicos del ser humano y alcanzar la vida en democracia” y nos dice que: “…cumplir los sueños no depende de una dadiva de los poderosos, ni de un acto de magia, ni de un golpe de suerte; es el resultado de tener claros los objetivos, de trazarnos una estrategia, de perseverar, de esforzarnos… que no perdamos nunca la esperanza, que no dejemos ni un momento de respetar al prójimo, que estemos dispuestos a sembrar, a ser audaces, a no dejarnos ganar por el desaliento” pues “Para llegar al domingo de gloria hay que pasar por un viernes de dolores”
Y seguidamente dice: “que los males que hoy nos aquejan… nacen de la ausencia de principios, de escrúpulos, de responsabilidad, de un falso pragmatismo que solo esconde justificaciones para la banalidad y las acciones en conveniencia propia” y comparándose con su padre, dice, con respecto a sus hijos que sabe que “es más democrático, que puedo escuchar sus inquietudes, que respeto sus deseos. Y que creo profundamente en la libertad de los hombres”.
Entre sus detalles de administrador, nos explica el por qué en el lobby del Edificio principal del Banco de Guayaquil, hay un pianista que toca todo el día música suave: “No se trata de un curioso acto de marketing. Es de alguna manera, un símbolo de la cultura corporativa que hemos ido construyendo. La música que ejecuta este artista produce un efecto de cohesión y crea un ambiente de amistad y armonía. Transmite nuestro mensaje y da la idea de que detrás hay toda una orquesta”, y continua, “La cultura de equipo es también un ingrediente fundamental” y le da “gran importancia a sus recursos humanos, a su capacitación y a los programas que desarrollamos permanentemente en el Banco… con especial énfasis en los jóvenes”.
Nos relata que en su Banco, “no son amantes de la pomposidad; somos austeros. No tenemos una cultura de gastos, ni generamos activos improductivos… No especulamos” y dice: “El negocio bancario es simple: se reduce al ahorro y al crédito, y allí deben ponerse todos los esfuerzos. Y las famosas tres “C”: Conocimiento, Compromiso y Comportamiento” siguiendo con que: “El negocios bancario es de largo plazo, de resistencia y no de velocidad, de calidad y no de cantidad; de prudencia y no de audacia… altamente creativo; pero sobre todas las cosas, es un Negocio de Personas para Personas”.
Don Guillermo describe en su libro sus incursiones en el mundo de los negocios, como el caso, que a sus 28 años de edad y, utilizando medios novedosos para la clase empresarial y financiera de Guayaquil, solucionó la inminente quiebra de la COCA COLA y más tarde la de “Maquinaria y Vehículos Sociedad Anónima (MAVESA), representante de "HINO" (fabricante japones de afamados camiones), comentándole a sus hijos que: “A veces es necesario asumir ciertos riesgos calculados, pero la prudencia debe prevalecer, y no perder el objetivo final” y agregando: “…aun en países inestables… la constancia y la credibilidad dan buenos resultados”.
Jamil Mahuad |
De Gobernador, pasó a Ministro de Economía, en el cual duró solamente 30 días, ya que como el lo dice en su libro “Lo importante en el manejo de la economía de un país, no es hacer lo que otros quieren que uno haga, sino hacer lo que uno cree que tiene que hacer para generar confianza y convocar inversiones y convocar crédito internacional. Hay que resolver a corto plazo, mirando a largo plazo” Se enfrentó a los organismos multinacionales, que tanto daño han hecho a nuestros países y manteniendo su dignidad, regresó a sus quehaceres bancarios y comunitarios, creando la Fundación Ecuador Libre y la Fundación del Barrio, que trabaja allanando el camino a sus Bancos del Barrio y el Instituto Montepiedra, que ha capacitado a mas de 30,000 personas en el aspecto técnico, así como en sus valores y buenos principios cristianos. Guillermo Lasso Mendoza, es un amante de los bellezas naturales de su país, ECUADOR y por lo tanto, apoya el desarrollo de la industria turística.
Recomendamos la lectura del libro, el cual fue editado por el Grupo Planeta.
Hasta la próxima semana con “EL ARCHIVO CLXXXI”.
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