Alejandro Jose Gallard Prio
En los dos meses que permanecí en Philadelphia, Pennsylvania, tuve la oportunidad de ver el sorprendente desarrollo que el turismo (convenciones, histórico, deportivo, cultural, etc.) ha logrado en esa metrópolis, tanto así, que sectores enteros han renacido y donde en calles, que por la noches no había actividad, hoy hay nuevos pequeños negocios exitosos, gracias al aumento espectacular de visitantes, que en los últimos diez años se ha quintuplicado.
¿Como lo hizo Philadelphia? Combinando su TURISMO o sea, promoviendo la ciudad como un Centro de Reuniones, construyendo para ello, el más diversificado Centro de Convenciones del Este de los Estados Unidos, que están actualmente incrementando. Como algunos de ustedes saben, mi señora Chepy y yo hemos estado recibiendo asistencia médica en esta ciudad, que considera sus facilidades de salud -7 Hospitales Escuelas- uno de sus atractivos turísticos, de lo cual podemos dar fe, ya que entre la ida y vuelta a los hospitales que visitamos, hicimos turismo.
Cuando una Convención o Congreso se reúne en la ciudad, de esas que atraen 18 mil congresistas registrados, mas los familiares, que suman otro tanto, se puede comparar como cuando llegan, el mismo dia, 5 cruceros grandes a un puerto del mediterráneo o caribe. Los turistas, con sus coloreadas estafetas de identidad, se ven por doquier. Abarrotan los negocios, los restaurantes, los bares y hoteles, en fin, inyectan vida y alegría a la ciudad. La única diferencia con los CRUCEROS, es que los congresistas se quedan en la ciudad de tres a cinco noches.
Estuvimos durante la hora de almuerzo en uno de los mercados mas atractivos que tienen los Estados Unidos, alrededor del cual fue construido el Centro de Convenciones. Se llama “Terminal Market”. Alli llegan los residentes del centro de la ciudad a comprar verduras, frutas, carnes, pescados, en fin, todo lo necesario para su diaria alimentación y se mezclan con los congresistas que visitan los variados restaurantes que ofrece el mercado, entre los cuales se destaca las secciones de los “amish” -los de la gorrita- ya que las mujeres visten sus trajes tradicionales y unas gorritas usadas por sus antepasados en Holanda y Alemania, de los cuales hay un grupo en Nicaragua, que se dedican a la agricultura.
Lo admirable de este Mercado, es su limpieza y su diversidad gastronomica. Las ofertas son tan apetitosas, que siempre cuando se visita por primera vez, se debe hacer un recorrido, antes de elegir, ya que todo es tan apetitoso, que siempre se oye decir, debería haber guardado espacio para un poquito de esto o de aquello. Por supuesto que hay cervezas de todas partes del mundo, así como vinos y los famosos “Milkshakes” estadounidenses, que tanto se tomaban en los años 40 para acompañar hamburguesas y “hotdogs”. Hay que tener cuidado con las ofertas, ya que las “golosinas” no se quedan atrás, así como varios tramos de “repostería” francesa e italiana, exquisitas.
Como decía en el titulo, el turismo, es en realidad sorprendente, ya que destinos como Philadelphia han logrado mantener su identidad histórica, su peculiaridad de ciudad de etnias desde el tiempo colonial, donde los inmigrantes fueron formando sus propios barrios, con sus costumbres ancestrales.
El turismo no les estorba, les reconocen como su fuente de bienestar económico, de trabajo y con su lema, “Philadelphia es Amor”, les da el incentivo para servir a sus visitantes, con el sentimiento de que ellos, son sus “huéspedes” y no simplemente clientes.
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Esto que nos escribe el Profesor Mesalles, es casualmente lo que ha hecho crecer a Philadelphia, quienes sin sacrificar calidad ni servicio, han mantenido sus precios accesibles al turismo nacional, que es su mayoría, ya que el turismo iberoamericano tiene todavía por descubrir la diversidad que esta ciudad y sus alrededores tienen para ofrecer al mundo. Por el contrario, amigos que visitaron recientemente la región de CANCUN (Mexico) y PUERTO PLATA (Republica Dominicana) nos dicen, que los costos de estos destinos se han elevado, como consecuencia de que los operadores y establecimientos turísticos, se aprovechan del nivel económico del turismo europeo y/o americano, llegando a inventar cobros hasta por decir OLA.
Ojala aprendamos en Centroamérica, que todavía es un destino por descubrir, que necesitamos “tomar todos el lápiz y el papel (instrumentos imprescindibles)” para ofrecer precios atractivos, hago énfasis en la palabra “ATRACTIVOS”, muy diferente a “competitivos” ya que como se dieron cuenta en Nicaragua la semana pasada, al finalizar la PRIMERA FERIA INTERNACIONAL TURÍSTICA, FENITUR 2010, ese bello destino esta todavía por descubrirse y en la economía actual, el turista busca buenas ofertas, pero con calidad y buenos servicios.
Por lo tanto, no olvidemos lo dicho por Lluis Mesalles, “que el turismo es una industria de servicio, de servicios y emociones. Vendemos satisfacción de ilusiones, unas ilusiones en las que con frecuencia no tenemos mucha incidencia, pero que son componente esencial de nuestro negocio”. EL TURISMO, SIGUE SORPRENDIENDOME!
Hasta el próximo ARCHIVO XCIX.
