domingo, 15 de septiembre de 2019

El Archivo DCXVI

¡La Familia!
Este domingo 15 y lunes 16, Centroamérica y México, la gran familia latinoamericana está de fiesta, conmemoran sus días patrios. Esta región de América tiene un común ancestral histórico, comparten tradiciones, costumbres y sueñan con la tenacidad del Quijote, añorando llegar a ver a sus países nativos, progresar en libertad y democracia, donde la familia sea su fuerza, valor y esperanza.

Ojalá sus líderes, con motivo de la cercanía de las mencionadas fiestas, logren unificar esa gran familia (La Diáspora) para el 2020, lo cual nos dará una presencia política más sólida en defensa de nuestros valores y derechos como una migración que con una ética de trabajo honesto ha contribuido al bienestar del país anfitrión.


En Estados Unidos nuestra diáspora presenta algo muy loable entre sus muchos logros, la unión familiar, un cambio diametral a lo que sucede en sus respectivos lares nativos, donde la falta de unión familiar, a causa de la irresponsabilidad tanto de los hombres (padres de nombre), como de la mujer, es una plaga social.

Comentando "El Archivo" de la semana pasada sobre el problema de la "ignorancia" el Dr. Orlando Icaza-Gallard nos señala la importancia de la familia en la lucha por erradicar lo que detiene el desarrollo de nuestros pueblos, diciéndonos: "Acuérdese que la educación empieza ─y yo diría continúa─ en la escuela, pero se acuesta todas las noches en casa. Y al decir casa, ahí tiene que haber una familia"


Tienes razón Orlando José, "tiene que haber una familia" y eso casualmente es nuestro mensaje de esta semana, fomentar la unión familiar, una labor que demanda nos involucremos individualmente, así como a través de organizaciones, ya sea religiosas, cívicas, profesionales, patronales y/o laborables. Todos debemos trabajar a fomentar familias.

La Iglesia Católica tiene la posibilidad de ayudar, dándonos un ejemplo en sus parroquias, permitiendo que el párroco, invite a sus padres (Madre, en el caso que el padre no exista) o a una hermana (Casada o Soltera) a convivir en la Casa Cural, creando así un ejemplo de unión familiar. Lo anterior no contradice las regulaciones del celibato, pero si acentúa el amor familiar que la Iglesia predica en su culto por la Sagrada Familia.

La prédica por la unión familiar es un hecho en las otras denominaciones, tanto cristianas como judías, que son las que, en unión del catolicismo, influencian la ética y la moral de nuestro Continente. Más aún, la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, que reconoce la autoridad del Papa, está presente en Brasil y Estados Unidos con varias Arquidiócesis, siendo Philadelphia la principal en USA, con su Catedral de la Inmaculada Concepción, la cual he visitado, así como una de sus parroquias que nuestra diáspora frecuenta. En esta Iglesia los párrocos contraen matrimonio y procrean familias que son parte de la comunidad, dando ejemplo de ese espíritu familiar que tanta falta nos hace.


En el Brasil, la Arquidiócesis principal de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana está en Curitiba, donde está su Catedral, una de las más bellas de esa República.

Recordemos que la vida diaria de una familia en los países desarrollados está sometida a las demandas laborales de los padres, aunque muchas ciudades ofrecen guarderías infantiles, pero aun así, la presencia de familiares adultos es indispensable y es porque nuestra diáspora mantiene la unión familiar, con la cual han logrado alejar a la niñez y juventud de vicios, drogas y malas influencias.


El rol de las personas que se quedan a cargo de los niños es muy importante, ya que no solamente deben cuidar su estado físico, sino de vigilar su comportamiento en las horas de ocio, además de estar pendiente de sus obligaciones escolares, actividades deportivas, amistades, por todo lo cual, la unión familiar es vital.

La familia es el motor de la crianza de los niños, ya que en los primeros años de vida, estamos junto a ellos. Cuando hablamos de familia, no solamente estamos refiriéndonos a papá y mamá, ya que por uno u otro motivo, en muchas ocasiones no pueden estar presentes, en esos casos los niños pueden estar en compañía de una abuela, tía, prima o cualquier otro familiar cercano, lo cual es muy importante para el desarrollo emocional del niño.

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