domingo, 1 de septiembre de 2019

El Archivo DCXIV


¡Democracia Debe Ser Bienestar!
El domingo pasado nuestro tema fue sobre el desarrollo de Panamá, como buen ejemplo de los frutos de la Democracia, esta vez lo generalizamos asegurando que la Democracia, ese sistema político que garantiza los derechos ciudadanos, es la base para el progreso de los países y del bienestar ciudadano.

Y otro caso interesante en nuestra América latina sobre esos frutos, es Colombia, joya democrática que en las últimas décadas ha sido asediada por esos intereses bastardos, mezquinos y mafiosos, intereses exaltados en los "castro-revolucionarios" –que yo insisto en llamar robolucionarios– que sin duda logran engañar a un pequeño porcentaje de un pueblo que a través de los años ha sufrido persecución, asesinato y destrucción alentados por los nefastos caudillos de los partidos tradicionales de la República.


Para dilucidar el futuro hay que analizar y juzgar el presente y el pasado. Nos remontamos al 9 de abril de 1948, día del "Bogotazo", motivado por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, donde encontramos la presencia de Fidel Castro, un hecho poco conocido, ya que para entonces era solo un joven líder estudiantil.

En el libro "El bogotazo: memorias del olvido" el escritor Arturo Álape revela algunos detalles de lo ocurrido ese día. En una entrevista a Castro, este cuenta en primera persona lo que vivió ese día. Según su relato, antes de las 2:15 pm, vio cómo la gente corría por todos lados gritando "mataron a Gaitán, mataron a Gaitán". Castro, para la época con 22 años, fue protagonista de primera línea en el bogotazo, el joven militante no solo se reunió con Gaitán el 7 de abril, cuando el líder liberal le entregó el discurso, "Oración Por la Paz", dos días después se sumó a la turba que reclamaba y quería tumbar el gobierno.


Lo que vivió Fidel Castro en "El bogotazo" fue una clase avanzada de formación para su guerra de guerrillas. Para Fidel, la desorganización de la gente el 9 de abril de 1948, era evidente, y así lo plasmó en todo su relato. "Estoy viendo un gran desorden una gran indisciplina, no hay organización".

Fidel Castro, uno de los hombres más influyentes de la historia del mundo, también fue, sin quererlo, protagonista de uno de los episodios más dramáticos de la historia de Colombia, que al final le ayudó a entender cómo tendría que canalizar el descontento social. Ese conocimiento fue reciclado años más tarde cuando Cuba exportó la revolución cubana a Latinoamérica, de la mano del Che Guevara y otros que estudiaron el pensamiento del líder cubano.

De estos OTROS son los que han martirizado Colombia por medio siglo, que al verse derrotados negociaron, bajo la sombra de La Habana castrista y la convivencia de políticos oportunistas, un largo y engañoso proceso de paz, con el fin de aprovecharse de la misma Democracia que ellos trataron de destruir y que a pesar de sus esfuerzos armados, se había estabilizado a través de los años con educación y civismo que sus ciudadanos valoran y defienden patrióticamente.


Pero la madrugada de hace tres días, este 29 de agosto, tristemente varios de sus líderes, como Iván Marquez, Jesús Santrich, Romaña y Hernán Darío Velásquez (alias El Paisa), decidieron desde su refugio en la Venezuela de su compinche y zorro del mismo piñal, Nicolás Maduro, retomar las armas que han causado tanto sufrimiento al pueblo colombiano, confirmando la falta de sinceridad patriótica del circo "Por La Paz" montado desde Cuba, que la mayoría de los ciudadanos de Colombia rechazaron en su oportunidad, ya que prostituía la democracia.

El "gafismo" político, que destruye, es aquel que, conociendo las ventajas de tomar riesgos dentro de una democracia, aún con imperfecciones debido al siempre existente error humano, se aventuran en dar apoyo a sistemas corruptos, que utilizan y explotan las necesidades de los pueblos con ofertas populistas que llegan hasta destruir prósperas naciones, como el caso de Cuba, Venezuela y Nicaragua.


El progreso de una nación está basado en el crecimiento y desarrollo de su economía, con reglas justas y un sistema de justicia imparcial que ofrezca oportunidades claras tanto a los inversionistas nacionales como a los extranjeros, así también al profesional y a la fuerza laboral.

Ha llegado el momento que la Democracia, que significa Seguridad y Bienestar, se defienda a través de medidas que eliminen los focos desestabilizadores de los narcoterroristas, robolucionarios, delincuentes y creadores de esas interminables olas de nuestros sufridos inmigrantes sin destino ni futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario