domingo, 18 de agosto de 2019

El Archivo DCXII

¡Naturaleza y Amistades!
Estas palabras definen Colombia, lo demás es el esfuerzo de un pueblo que ha aprovechado las oportunidades educacionales –aun dentro de los sufridos años de las aberraciones de sus hijos oportunistas– para luchar, surgir y encontrar equidad, lo que les ha permitido desarrollar sus riquezas naturales y humanas.


Un amigo me advierte sobre el problema de seguridad y mi respuesta es: en un país donde la seguridad personal es cuestionable no podría, este servidor y su amiga colombiana, transitar en angostas carreteras con el propósito de conocer pueblos y ciudades, donde nos encontrábamos con gente amable dispuesta a orientarnos hacia donde nos dirigíamos.

El domingo 11 decidimos salir de Medellín hacia el Oriente, donde está el Valle San Nicolás, que abarca las ciudades de "Ríonegro" y "Llanogrande" con desarrollos residenciales exclusivos, además del Aeropuerto Internacional, que desde el próximo jueves 15 acortará su distancia a Medellín a menos de 25 minutos, debido a que entrarán en uso dos túneles que suman 9 kilómetros, eliminando las intermitentes curvas de la actual vía.


Como en la cercanía residen unas primas de la familia que es nuestra anfitriona, decidimos visitarles e internarnos por pequeños caminos vecinales en las faldas de la montaña, hasta llegar a dos encantadoras casitas rodeadas de verdes parajes, árboles frutales, aves de corral y un par de vistosas y alegres guacamayas, donde residen las simpáticas damas, una de las cuales se dedica, entre otras habilidades artísticas, a decorar los vehículos del deporte más popular de Colombia, el ciclismo. Quede mudo al ver como dos jóvenes mujeres, profesionales, que han viajado por el mundo, viven felizmente asentadas en un refugio forestal que, para mí sorpresivamente, cuenta con agua potable, fuerza eléctrica, Internet de banda ancha, pozos sépticos y recolección de basura dos veces por semana. Lo sorprendente es que no tienen servicio de seguridad, por lo que aquellos que alarmaron a mi amigo, describiendo a Colombia como un destino no apto para visitar, estás bellas damas lo desmienten, demostrando que esta no es solo una nación hospitalaria, sino segura, donde sin duda alguna hay atracos como en cualquier parte del mundo, pero no es como para no visitarla y gozar de sus bellezas naturales y cordialidad de quienes te colman de atenciones cómo si te conociesen de toda la vida.


El domingo pasado Medellín estuvo engalanada con su ya tradicional "Desfile de Las Flores" a la que, según los medios, acudieron aproximadamente unos 800 mil admiradores que aplaudían y vitoreaban a los "silleteros floreados", pero lo que impresionaba mas era el orden, algo que demuestra nuestra opinión sobre cómo el pueblo pone en práctica su educación y cultura cívica, que sin duda ha sido su defensa de los abusos de los desajustados populistas del malogrado Socialismo del Siglo XXI.

Curiosidades: Recorriendo los arborizados barrios de Medellín, estuvimos en el sitio donde se refugiaba y fue ultimado Pablo Escobar, es interesante que de la casa del que sigue siendo el Barrio Los Olivos no quedan vestigios, permitiendo a sus residentes seguir con una vida normal, demostrándonos también como ese alto espíritu comunitario que vibra en Colombia, defiende su privacidad.


GASTRONOMÍA: La Bandeja Paisa, el Ajiaco Bogotano, la Picada Colombiana, su Tamal, parecido al Centroamericano, las Empanadas, los Aborrajados, las Marranitas a base de plátano y los Sancochos (Res, Cerdo y Pollo) son sus sabrosos platillos típicos, pero ciertos Restaurantes usan demasiadas salsas, lo cual deberían corregir. En Medellín recomiendo visitar el Restaurante de Pastas Frescas, "Caduff", en el barrio Laureles. ¡Es extraordinario!

Comentando sobre cosas simpáticas, regresamos a la esquina de las crujientes empanadas y para aquellos que les gustaría degustarlas, la dirección es Carrera 81B con Calle 48A (Esquina). ¡Se las recomiendo!


El viaje de regreso a Buga fue como el de ida, lleno de espectaculares vistas y esta vez, de más "peregrinos venezolanos" caminando en búsqueda de refugio, trabajo y paz. Al caer la tarde escogimos para descansar un pueblo de montaña donde la hospitalidad y seguridad se reflejaba en los rostros de sus adultos mayores, quienes descansaban plácidamente en su festiva Plaza; Anserma se llama y esta semana cumple 480 años.

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