domingo, 30 de septiembre de 2018

El Archivo DLXV – ¿Somos Iguales las Personas que Habitamos la Tierra?


No importa la posición geográfica donde este Nicaragua, la realidad es que se trata de 6.5 millones de seres humanos, como lo son los nacidos en París, Pyongyang, Perú, Pakistán o Pamplona, por mencionar ciudades que comienzan con la "P" de Pueblo, País y Persona. Todos nacemos con derechos inalienables, aún los analfabetas, ya que, por la grandeza de su Creador, son conocedores de que el que nace, muere, sin importar su color de piel, posición socio-económica o intelecto.

En el siglo XXI, gracias a los adelantos de la tecnología de la información, los seres humanos conocemos casi en el mismo instante lo que sucede alrededor del mundo, aunque las reacciones de cada persona son distintas, debido a la distancia o por aquello que todavía no hemos logrado erradicar las diferencias socio-económicas que nos dividen.

Sin embargo, he ahí la lucha, y por ende la necesidad de educar a nuestros pueblos en la filosofía de la paz, del respeto a sus derechos a vivir en libertad y ser dueños de su destino. Es necesario que, como humanos, nos preocupemos en detener el genocidio y, por sobre todo, de eliminar la complacencia. La justicia debe de aplicarse sin rencor y sin odio a quienes han perdido su humanidad al torturar y asesinar a quienes anhelan convivir en paz y libertad.


Como resultado de la incertidumbre, Nicaragua, según datos de la "Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social" (FUNIDES), las cifras del desempleo aumentan drástica y alarmantemente, y que además se multiplica al afectar en forma directa a las familias de los nuevos desempleados.

"Si vis pacem, para bellum" es una máxima romana que se traduce: "si quieres la paz prepárate para la guerra" y como el gobierno no cesa de atacar a la indefensa ciudadanía, es indispensable que las Naciones Unidas envíen a Nicaragua, su Ejercito de Paz "Cascos Azules" para desarmar a esos enmascarados que con la descarada venia del Ejército y la Policía Nacional, asesinan impunemente a quienes reclaman cívicamente su derecho a expresar su rechazo total a la brutalidad y corrupción del actual desgobierno.

Nicaragua no tiene donde explotar petróleo, hierro o cobre. Nicaragua es un país que exporta, en su mayoría, productos agrícolas, y no posee la fuerza económica para recibir la atención de países que por su producción afectarían el balance comercial, como es el caso de Venezuela, que al vender petróleo a precio preferencial influye a que se ignore el genocidio que sus gobernantes están perpetrando a ese sufrido pueblo.

Pero debemos de reconocer, que en Venezuela, así como en el Medio Oriente y otros pueblos como Nicaragua, existe el aniquilamiento de seres humanos como método de sometimiento, afectando a miles de familias que son personas, no extraterrestres, ni bestias apocalípticas. ¡No podemos permitir otro holocausto! Ya tuvimos suficiente con la Segunda Guerra Mundial, y para eso tenemos organismos internacionales para impedirlos y aplicar la ineludible justicia.


Los países de Centroamérica y de toda América deben sopesar los efectos colaterales que el terrorismo de estado amalgama afectando no solo a un país, sino a la región entera. Además de la inestabilidad económica y social que se traduce en migración masiva, el incremento de la criminalidad a nivel regional –drogas y sus funestos derivados– es un verdadero flagelo para nuestros países, pues el crimen siempre busca como aprovechar el caos para echar raíces, para esclavizarnos y crear una dependencia letal de las fuerzas del mal.

Pedir más pruebas de heroísmo a los pueblos es ofensivo, no podemos. Tampoco tenemos derecho a ser espectadores de réplicas grotescas de circos romanos, que es en sí, lo que contemplamos en la televisión o algunos desde sus balcones, siendo testigos de valientes; niños, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos que marchan pacíficamente y con alegría cívica portando la bandera azul y blanco de la paz, a sabiendas que desde lugares estratégicos hay francotiradores asesinos apuntándoles con el fusil ruso Dragunov de alta precisión a distancia.


Nuestra pregunta es: ¿Qué se ha hecho ese principio de defensa a nuestras democracias, por cuya causa han fallecido cientos de miles en guerras mundiales para detener a sistemas aberrados como el nazismo y el comunismo? ¿Dónde están esas fuerzas para defender la democracia en nuestro Continente? Especialmente, en países que como Nicaragua y Venezuela, donde asesinos contratados, en muchos casos mercenarios extranjeros, están masacrando a sus pueblos.

Las Organizaciones de las Naciones Unidas y la de Estados Americanos, tienen entre su razón de ser, la respuesta. ¡Los pueblos de Venezuela y Nicaragua los están esperando! No tarden por el Amor de Dios ¡No esperen a que sea demasiado tarde!

domingo, 23 de septiembre de 2018

El Archivo DLXIV – ¡Irresponsabilidad, Tragedia Mundial!


Cuando la semana pasada enfocamos la importancia de la "Tolerancia", una palabra que significa "responsabilidad" y que Papa Francisco la enaltece al proclamar: "En Cristo, la tolerancia se transforma en amor fraternal", nos encontramos que los aprovechados de todo aquello que lleva agua a su molino, vieron cómo se les abría la puerta de escapar de su responsabilidad, ya que, según ellos se les debe tolerar o sea que para ellos la "tolerancia" conlleva el derecho al abuso, que ellos llaman su propio criterio.

Esta semana queríamos escribir sobre temas alegres, turismo en países donde la paz es la orden del día, pero resulta que nos cruzamos con la historia, esa innegable lección que nos da el tiempo y nos encontramos un escrito de Daniel Delgado, que nos dice: "La segunda mitad del siglo XVIII marcó el principio del llamado 'Siglo de las revoluciones'. Los intereses colonialistas de los grandes imperios europeos, el surgimiento de las nuevas ideologías liberales e ilustradas y la convulsión social de las clases burguesas, que empezaban a estar cansadas de vivir a la sombra de la nobleza, marcaron un periodo de cambios en el que el mundo empezó a prepararse para acabar con las monarquías autoritarias y dar la bienvenida a los primeros regímenes democráticos que despertaban".


"En 1789 caía la Bastilla y estallaba la Revolución Francesa, uno de los eventos más conocidos y relevantes de la historia contemporánea y posiblemente la causante de casi todos los cambios que al poco tiempo sufrió Europa. Pero a veces, puede que como consecuencia del egocentrismo que tanto caracteriza al viejo continente, se olvida que la lucha por la 'liberté, egalité, fraternité' no fue la primera ocasión en la que un pueblo se alzaba en armas contra un tirano. En 1668 tenía lugar en Inglaterra la Revolución Gloriosa y, poco más de cien años después, las trece colonias del Imperio Británico en América del Norte demandaban romper lazos con su metrópolis. Comenzaba la Independencia de los Estados Unidos de América".

Y me place seguir citando al escritor Delgado: "Utilizada como símbolo de la lucha por la libertad, el desafío que siete líderes políticos plantaron ante las narices del rey Jorge III desembocó en un conflicto armado y en la conformación de una república federal por parte de los vencedores. Si en su momento ya tuvo consecuencias muy relevantes (fue la primera colonia que se separaba del gran Imperio Británico), la historia le ha dado un papel aún mayor. Los Estados Unidos, esa nación joven que surgió de la lucha armada y los ideales democráticos, se convirtió en los dos siglos siguientes en el centro de los avances tecnológicos y políticos. El incremento de poder que adquirió la fue consolidando como potencia mundial hasta el punto de ser fundamental su participación en los conflictos bélicos y sus políticas internacionales para entender la historia del siglo XX. Un pequeño David que se convirtió en imponente Goliat, y del que recordamos los pasos que tuvo que seguir para llegar a ser lo que es. Las ilusionantes promesas de libertad, la lucha por los derechos y el pago con sangre por su ambición. Estos son los personajes y hechos clave de la Independencia de Estados Unidos".


Todo lo anterior nos trae a la épica lucha actual de la ciudadanía responsable nicaragüense, ese David que lanza la misma piedra en su "detente" al irresponsable Goliat del Socialismo XXI. Aunque pusiésemos oídos sordos e irresponsables al sufrimiento de esos cautivos pueblos (Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela), es imposible ignorar los llantos que, doquiera nos encontremos, escuchamos de quienes han sepultado seres queridos, o los que sufren torturas en mazmorras inhumanas, como si 1776 o 1785 o 1945 no hubiese marcado el final de la Alemania nazi, o nacionalsocialista en términos historiográficos y el resurgimiento de la democracia, sistema que se basa en los derechos humanos y la libre expresión de los pueblos.

Ayer escuche a una joven estudiante nicaragüense que en sollozos se preguntaba ¿estamos condenados a sufrir en el silencio? ¿El añorar un futuro con esperanza es un delito?

Eso, casualmente, es el dilema de la irresponsabilidad al no involucrarnos, ya que, al no defender los derechos a la vida de ciudadanos responsables, contribuimos a la tragedia del mundo, del cual todos somos parte y formamos su defensa. Involucrémonos, luchemos y no olvidemos 1776, 1785, 1945 y por sobre todo, del sufrimiento de los que se sienten olvidados.

La irresponsabilidad en la reacción del gobierno nicaragüense a las demandas cívicas de su pueblo, ha creado una inestabilidad económica devastadora, que ha afectado seriamente a los medios de difusión, ya que sin anuncios, que son su fuente principal de ingresos, no pueden subsistir, pero así como muchos de los negocios en el internet existen por los anuncios, los medios tradicionales de difusión, tienen la oportunidad de convertirse digitalmente en un negocio que no solo pueden obtener anuncios internacionales, sino involucrar a la diáspora y amigos de Nicaragua en suscripciones y donaciones, a fin de mantener los medios independientes y por ende la libertad de prensa, uno de los derechos básicos de nuestra democracia.

domingo, 16 de septiembre de 2018

El Archivo DLXIII – ¡La Tolerancia y la Defensa de la Patria!


Tolerancia no significa obediencia ciega, ya que todos tenemos el derecho inalienable y –lo seguiremos repitiendo hasta la saciedad– de disentir. La coerción a la libertad de expresión hiere la dignidad del ser humano; creado a imagen y semejanza de Dios, el individuo tiene derecho a la vida, y a la vida en libertad, a poseer criterio propio.

La ejemplar lucha del pueblo nicaragüense por sus derechos ciudadanos y humanos, engalanada de coraje, mucho sacrificio y patriotismo, contrasta con la actuación de su "Ejército Nacional", un organismo no deliberante, que apoyando los intereses de una tendencia partidaria y sus dirigentes, ignora sus compromisos constitucionales, prostituyendo así, su razón de ser, que es la defensa y protección de su pueblo, para lo cual tiene un mandato que no puede ignorar.

La tolerancia no puede tolerar a un ejército nacional que apoya a un régimen genocida, un estado terrorista, que ha traído el luto a miles de nicaragüenses, ya que contradice su deber y honor militar.


Tolerancia es respeto al derecho ajeno, –insisto: al derecho, no al abuso, no al capricho– de los que se consideran indispensables, de los autócratas, de los que en su demencia se consideran escogidos para regir el destino de una nación y querer hacer del pueblo sus súbditos.

Una de las virtudes humanas cruciales para la paz es la tolerancia. Sin embargo a veces nos cuesta mucho trabajo ponerla en práctica aunque no haya necesidad de tomar bando, simplemente respetar, y aunque tampoco tengamos que estar de acuerdo con el punto de vista ajeno pues cada quien nació con el don de la libertad.

Los pueblos han sido víctimas de sus propias intolerancias, viejas rencillas familiares, rojos contra verdes, los de izquierda contra los de derecha, socialistas del siglo 21 contra los socialdemócratas, católicos y evangélicos, en fin, todo aquello que divide a los pueblos, incluso aquella falta de entendimiento entre empresarios y trabajadores.


Todo esto ha mantenido a ese pueblo en la pobreza, sin ánimo de lucha y sin esperanza, por eso es que Dios decidió iluminarlos, dotándolos de coraje, fuerza y determinación a base de la tolerancia, de la unión de sentimientos, de una determinación que nunca antes generación alguna había logrado amalgamar y que, marchas, plantones, banderas, heroicas posturas y ahora hasta con globos, han logrado una sola voluntad: ¡Basta Ya! ¡No más corrupción! ¡No más Dictaduras!

Tolerancia es lo que necesitan los pueblos para defenderse de las dictaduras opresoras, pues con la tolerancia hacia nuestros compatriotas y sus diversas opiniones, creencias, y costumbres se logra la UNIÓN. Esa UNIÓN que es primordial para enfrentar al oponente maquiavélico y brutal que amenaza Nicaragua, una lucha sin precedentes por lo que las naciones empiezan a llamarla "Modelo de Resistencia Cívica".

Es un hecho que el mundo libre apoya al pueblo nicaragüense. Esta lucha ha sido una lucha sin precedentes en América. En Nicaragua se está librando una batalla ardua, con toda la esperanza puesta, con una fe inquebrantable de que la democracia y la justicia les esperan, pues ya no pueden seguir sometidos. Este es un pueblo que visualiza un futuro, diferente al fin, donde se respete la dignidad de cada ciudadano, donde la ignorancia, la corrupción y la esclavitud sean cosas del pasado.


Nicaragua es un pueblo que añora demostrar que si se puede, con mucho esfuerzo y voluntad férrea, ser una nación de instituciones de derecho donde reine el respeto al prójimo y triunfe la paz. Es decir, donde haya TOLERANCIA, la que abrirá el camino hacia la prosperidad, en la cual, las fuerzas armadas existirán solamente para cumplir el deber constitucional de defender a la patria, de salvaguardar la vida del pueblo, de lo contrario: ¡La Nueva Nicaragua y el mundo democrático, se los reclamará con creces!

El Editorial de La Prensa de hoy 14, tiene un ultimo parrafo que seria apropiado para nuestro Archivo del 16, te ruego analizarlo:

Concluimos citando el editorial del diario nicaragüense "La Prensa" del 14 de septiembre: "La Patria y la Libertad son complementarias, ninguna de ellas existe donde impera la dictadura. 'Donde habita la libertad allí está mi patria', expresó Benjamin Franklin. Y Emiliano Zapata denunció que 'los enemigos de la patria y (por lo tanto) de las libertades de los pueblos, siempre han llamado bandidos a los que se sacrifican por ellas'. Cierto, por eso la dictadura de Ortega y Murillo llama vándalos y terroristas a los nicaragüenses azul y blanco que aman la patria y luchan por la libertad".

domingo, 9 de septiembre de 2018

El Archivo DLXII – ¡Mas Balas; Menos Democracia!


Balas parece ser el modus vivendi de los países cuyos pueblos sufren pobreza y hasta miseria.

La democracia es una exclusividad cuyos pueblos se distinguen por su bienestar, salud, educación y respeto a los derechos humanos, derecho a elegir a sus gobernantes. Insisto en este común denominador, pues los electos son administradores de una empresa pública, llamada gobierno que tiene a su cargo, a través de tres Poderes, Legislativo; Ejecutivo y Judicial, independientes entre sí, el promulgar leyes, ejecutarlas y analizarlas jurídica y constitucionalmente.

El otro día, leí una crónica de un veterano cronista deportivo, Edgar Tijerino, nicaragüense, en la que nos describe cómo balas pasan sobre la cabeza de los que pacíficamente están en las ya famosas Marchas del pueblo en repudio al desgobierno actual. Dice Edgar que primero ves el fogonazo de los rifles con los que paramilitares disparan balas de plomo contra la multitud parados en sus camionetones, es algo aterrante, pues todo el mundo siente que la bala va directo a él o ella. Tu única defensa es tirarte al suelo, pero el terror te persigue y te inmoviliza. Es una forma de tortura deshumanizante, que te convierte en un objetivo, realmente en un objeto que te persigue doquiera que vayas, cuyo propósito es sembrar terror en tu mente.


¡El mundo democrático tiene una enorme deuda con aquellos países, donde autócratas populistas y corruptos, aliados a intereses corruptos, priorizan sus bolsas ante las vidas humanas que se sacrifican con la esperanza de tener la oportunidad de una vida digna, a través de la educación y la honestidad, un derecho, que en Nicaragua, es ahora, delito!

La pregunta pertinente es: Por que las fuerzas económicas del país, unidas en uno de sus organismos (COSEP) que ha estado involucrado desde el inicio de este gobierno en forma directa, incluso proponiendo leyes y regulaciones, no toman una determinación que presione a sus aliados a parar la matanza, persecución, torturas y encarcelamiento indiscriminado contra quienes han decidido protestar por los abusos del mal gobierno, lo cual es un derecho ciudadano inalienable y que ellos deberían ser los primeros en apoyar, ya que sin respeto a las leyes, sin democracia, no hay progreso.

Es importante ampararse en los organismos interna_ cionales, quienes han respondido y demostrado humanidad, pero también es necesario que líderes empresariales que representan la fuerza económica del país, demanden, golpeen la mesa y exijan respeto a las vidas humanas.


La reacción de aquellos que tienen intereses en Nicaragua, es sorprendentemente negativa, nadie se atreve a realizar transacción alguna, los dólares salen de los bancos a diario, solo las remesas se mantienen, ya que los recipientes son familiares mayores que dependen de ellas para subsistir.

La represión generalizada y brutal, las muertes y los desaparecidos es un hecho que no se puede ocultar, la economía ya está en una ruta sin retroceso, el paro del desarrollo económico es cada día más tangible y está llevando al país a la total ruina, algo que afecta a todos por igual, especialmente a la empresa libre, que es su principal motor. ¿O es que, es mejor ver los toros de largo, y apoyar con pronunciamientos a este valiente pueblo que ha llevado su lucha cívica al heroísmo? ¿O es que para algunos, Nicaragua no es su principal centro de operaciones y no les importa lo que suceda?

Nicaragua necesita patriotismo, necesita del amor de sus hijos, todos, unidos en la necesaria e indispensable tarea de reformas, tales como de su sistema educacional, salud y la justicia, elementos básicos para que haya progreso y bienestar, que beneficie a todos dentro del marco de sus leyes y regulaciones.

Ya es hora que reemplacemos las balas por los votos, ya es hora de aceptar la democracia, un sistema que ha demostrado ser el mejor amigo del capital, del obrero, del profesional, de todo ese enjambre de esfuerzo ciudadano, donde la honestidad y la responsabilidad es su fuerza.


Saludamos el éxito del paro empresarial o económico que se dio este viernes 7 en todo el territorio nicaragüense, aunque algunas entidades comerciales y bancarias adujeron tímidamente, al anunciar su cese de actividad ese día, hacerlo por la seguridad de sus colaboradores.

domingo, 2 de septiembre de 2018

El Archivo DLXI – ¡La Nueva Nicaragua, Legado de Nuestros Mártires!


No importa del ángulo de que la veas, la República Centroamericana con mayores recursos y un pueblo homogéneo, Nicaragua, se paralizó cuando los responsables de su Administración, no contentos con mantener a sus conciudadanos bajo control, a base de abusos, desmanes y locuras, al verse forzados por la grave escasez de fondos que sufre su donante Papa Noel (Venezuela), que ya no puede seguir regalándoles, decidieron aplicar reformas leoninas al ya de por sí, moribundo Instituto de la Seguridad Social, sin consultar a la empresa privada -ya que existía un acuerdo de no manosear la economía sin su aprobación-, lo que animó a los ya alarmados y descontentos jóvenes universitarios, a protestar públicamente con arrojo y valentía.

Hay que enfatizar que la protesta de los jóvenes estudiantes, aunque expresiva, es de altura, responsabilidad cívica y sin armas letales, pero como el que ve desmoronarse su futuro, se desespera y comete errores, ese 19 de abril, fecha en que el régimen cometió sus primeros asesinatos, marcará por siempre un hito en la historia nicaragüense, que nos recordará que el que mata a desarmados, tarde o temprano, paga y con creces su cobardía.


Hablar de números de seres humanos que han sido asesinados, es irrespetar su memoria. Todos y cada uno de ellos, son mártires, héroes de la Patria del excelso Darío, cuyos benditos nombres quedaran grabados para la inmortalidad en la Columna de la Libertad, que la Nueva Nicaragua erigirá para recordarnos de que nunca, nunca más, permitamos guerras fratricidas que dejan como herencia, políticos inhumanos, que utilizan asesinos a sueldo, que debido a su pobreza mental, son incentivados a cometer crímenes de lesa humanidad.

Nicaragua está en la mira del mundo libre, ya que su pueblo auto convocado, flameando su bandera azul y blanco, decidió proclamar cívicamente un BASTA YA! Un NO MAS, a un gobierno que ha venido abusando metódicamente de sus más elementales derechos, como el elegir y ser elegido en elecciones justas, libres y honestas, hasta la destrucción de su soberanía, al emitir la Ley 804 que legaliza el oneroso tratado firmado en junio de 2013, que entregó el país al aventurero chino Wang Ying, para la supuesta construcción de un Canal Interoceánico, que según el inaudito tratado, convertido en ley, se autoriza a la empresa constructora, hacer uso de cualquier parte del territorio necesario en relación a la construcción del Gran Canal, a precio de catastro y si el propietario no aceptase la oferta, a decomisar como bien de provecho público.


Este acto inaudito, motivó a Francisca Ramírez, propietaria de terrenos que serían afectados por el Canal, a convocar a las comunidades vecinas a oponerse, lucha que ha mantenido a través de los años y que ha servido de ejemplo a los ciudadanos del Movimiento 19 de abril, que ofendidos por otros desmanes de este irresponsable gobierno, decidieron hacerse presente en las calles y plazas del territorio nacional, armados de ese coraje cívico de Doña Francisca, lo que tristemente ha dado como resultado la muerte de cientos de ciudadanos, miles de heridos, desaparecidos y los encarcelamientos dantescos, donde los "barbaros" sacian sus morbosas e insanas mentes delictivas, con torturas que describirlas en este medio, ofende la sensibilidad humana.

El editorial de La Prensa de Nicaragua del 24 de Agosto recién pasado, lo compara con la nefasta era del nazismo: "Pero sea ideología o no, lo cierto es que el nazismo es un sistema de poder extremadamente perverso y cruel que se basa en el odio irracional de los gobernantes hacia quienes los adversan, en el exclusivismo político del partido oficial, en el control totalitario del Estado y la sociedad, en un omnipresente sistema de espionaje y seguridad del Estado, en la militancia de una juventud fanatizada, en el control de la información pública y su sustitución por la propaganda oficialista".


Y finaliza, "No deja de ser irónico que el mismo día que Ortega calificó de nazis a los auto convocados, un escolar de 14 años de edad denunció que varios policías, utilizando una jeringa, le grabaron en la piel de un antebrazo las letras FSLN. Para quienes no lo sabían, los nazis alemanes tatuaban de esa manera, en la piel de los brazos de sus prisioneros, los números que les asignaban al ingresar en los campos de concentración y de exterminio".

El país está paralizado, el pueblo recibe ultrajes a diario y los mártires exigen justicia. La lucha por La Nueva Nicaragua enfrentará la muy dura tarea de reconstrucción física y moral, ya que el país está quedando en ruinas, por lo que apelamos al mundo libre de ayudarnos a detener este holocausto, recordándonos los miles de seres humanos que se hubiesen salvado, si el mundo libre hubiera actuado mientras se realizaba el Holocausto Nazi. Los Gobiernos del ya enclenque Socialismo del Siglo XXI, siguen usando el vetusto "slogan" castrista, Patria Libre o Morir, pero la Nueva Nicaragua, contesta: ¡Patria, Justicia y Libertad!