domingo, 26 de febrero de 2017

El Archivo CDLXXXII – ¡Filantropía!

Ajustándome a la descripción que Wikipedia da sobre el tema, para evitar malos entendidos, ya que en nuestras Américas, mucho se abusa del término "filántropo" aplicándolo a quienes poseen grandes capitales, pero que de filantropía o ayuda desinteresada tienen poco.

Según Wikipedia, el término filantropía designa en general el amor por el género humano y todo lo que a humanidad respecta, expresado en la ayuda desinteresada a los demás. Los donativos o trabajo voluntario gratuito, para organizaciones humanitarias, personas o comunidades, con única intención de ayudar a los demás, directamente o a través de organismos no gubernamentales sin fines lucrativos, y con el único propósito específico de ayudar o mejorar vidas, son considerados actos filantrópicos, insisto, siempre y cuando no estén movidos por intereses económicos.

El lunes por la noche, cenando con mis vecinos, amigos y colaboradores, Juan Flavio Orozco y Brenda Tapia de Orozco, en el más antiguo restaurante de Managua, Nicaragua, "Los Ranchos", nos encontramos por casualidad con el Profesor y Doctor Frederick L. Ahearn Jr. y su esposa, Eileen, destacados educadores, él directivo y líder en el campo de trabajos sociales de la "Universidad Católica de América" en Washington DC. Visitan el país en relación con la ayuda que esa Universidad está otorgando al "Instituto Técnico Vocacional Juan Pablo II" obra que Monseñor y Doctor Silvio Fonseca Martínez ha estado consolidando por 15 años con la ayuda de amigos de dentro y fuera de Nicaragua. ¡Un acto filantrópico!

Este encuentro despertó el tema que, en mi opinión, separa a países desarrollados y subdesarrollados, aclarando que, por razones de falso orgullo, les llamamos "en desarrollo".

La filantropía comúnmente se superpone con la caridad, aunque no toda caridad es filantropía y viceversa. La diferencia comúnmente citada es que la caridad alivia o ablanda los problemas sociales, mientras que la filantropía intenta resolver esos problemas definitivamente.

Por lo anterior, es indispensable que se motive la filantropía en nuestras comunidades iberoamericanas, ya que estamos en pañales, como nos lo demuestra las listas de los filántropos a nivel mundial, donde los nuestros son muy pocos. No necesitamos filántropos billonarios, sino de profesionales, pequeños comerciantes e industriales, que "unidos" en organismos como los Rotarios, o Leones, Caballeros y Damas Católicas y otras asociaciones religiosas o civiles, podrían ir abonando el camino para incentivar a quienes tienen la voluntad para ayudar a construir mejores escuelas, clínicas y lugares de recreo en parques y playas creadas y sostenidas por fundaciones filantrópicas.

Una de dos, o producimos filántropos como el suizo Dunant, fundador de la Cruz Roja en 1863; Carnegie, estadounidense que se dedicó a la creación de bibliotecas, apoyando la educación y el arte, dejándonos la joya arquitectónica para conciertos, el Carnegie Hall en New York, y otros del Siglo XX, como John D. Rockefeller y Henry Ford, seguidos por gigantes como Bill Gates, Warren Buffet, George Soros, Michael R. Bloomberg, que en el Siglo XXI, utilizan sus fundaciones no lucrativas con técnicas empresariales, o motivamos a los ciudadanos a contribuir a esfuerzos como el del Monseñor Fonseca y otros más como él, para salir de este fango de pobreza en que nos encontramos.

Dicen los expertos, y lo confirma Wikipedia, que la publicidad que se hace de las grandes donaciones filantrópicas ayuda a mejorar la imagen del donante, de manera que se le asocia una percepción de compromiso con la sociedad. Las empresas que realizan este tipo de donaciones se benefician de una ventaja competitiva fruto de esta mejora de su propia imagen pública, además de mejoras en la actitud y productividad de sus empleados, teniendo a veces, mayor incidencia que la publicidad.

Es conocido que las donaciones filantrópicas gozan de ventajas fiscales en numerosos países, lo que de por si es un incentivo económico, siempre que los empresarios paguen sus impuestos, lo que es uno de los resultados más negativos que nos produce la corrupción.

No pretendamos para nuestras Américas, los $31,000,000,000 de Warren Buffett y Bill Gates, ni los $9,000,000,000 de Chuck Feeney, ya que con los $4,000,000,000 de Carlos Slim (multimillonario Mexicano) tenemos un buen ejemplo para comenzar.

Volviendo al tema de la basura, agradezco a doña Elenita Villar, editora de "Turista Magazine", de Lima, Perú, su comentario sobre "los problemas que genera la basura… lo cual no nos permite salir del subdesarrollo." Basura que, según ella, "ya se hizo carne en el cuerpo, mente y alma de nuestros gobernantes, que no tienen moral para imponerse a esos miles de ambulantes o buhoneros… aunque aquí en Lima, hubo un alcalde que tuvo los pantalones bien puestos y sacó a la fuerza a los ambulantes que se habían enseñoreado en toda la ciudad y los ubicó en lugares específicos, los empadronó y dotó de carretillas, y ahora Lima luce limpia y ordenada".

Hasta El Archivo del 26 de febrero, con otro análisis de lo que nuestros ciudades o pueblos pueden hacer con filantropía, dignidad, honestidad y coraje, para llegar a transformar nuestro decrépito entorno en un imán turístico y de inversiones que nos ayude a minimizar la pobreza que nos abruma.

domingo, 19 de febrero de 2017

El Archivo CDLXXXI – ¡Guerra a la Basura!

Cuando se viaja de un país con ambiente limpio y en menos de 4 horas se aterriza en uno en que la basura se ha convertido en parte del paisaje, todo el cuerpo se estremece y los sentidos comienzan a enviar mensajes de alerta, repudio y temor. La basura y los deshechos que nos rodean al salir de los aeropuertos, son el primer signo de que tu salud, está en riesgo.

Y la salud, forma parte de lo que buscas cuando viajas, por lo que es hora de que las Cámaras y todo aquellas organizaciones –que existen para defender, educar y profesionalizar a sus asociados– despierten y comiencen una campaña intensiva y agresiva en contra de la basura que está destruyendo al país que ellos, como líderes de su progreso, están obligados a defender.

Me dicen algunos de mis lectores –de esos que despiertan los domingos por la mañanas en busca de El Archivo, lo que agradezco e incita a seguir empujando teclas con información e ideas constructivas– que enfoque de vez en cuando los detalles que afectan a nuestro mundo iberoamericano, para que sean de constante recordatorio de lo que podemos hacer realidad, siempre y cuando nos entusiasmemos con la importancia de vivir en un entorno limpio.

Apartemos de este propósito el problema de nuestra falta de institucionalidad gubernamental, ya que ellos viven y respiran entre la misma basura y desechos, por lo que es posible, que si les damos el buen ejemplo de limpieza y esfuerzos, a lo mejor, logremos incentivarlos y entusiasmarlos a limpiar su "modus operandi".

Siguiendo las sugerencias de mis lectores, comencemos con Nicaragua, bella nación ubicada en uno de los Istmos más versátiles y atractivos. Centroamérica es donde se esmeró el Hacedor de nuestro globo, dotándole de accesibles bellezas naturales.

El trópico demanda cuido, nos invita a mimarlo, nos reclama agua, nos implora a eliminar los desechos que lo afean y esto es una labor de todos, de lote en lote, de metro en metro; no se trata solamente de cuidar nuestros cerros, montañas, ríos, lagos, lagunas y costas, sino los pueblos, las ciudades, sus calles y aceras, los caminos, las carreteras, etc… Todo se ve más atractivo y acogedor cuando está limpio.

Nos referimos también a limpiar las diligencias inútiles, esas que a su vez generan más diligencias, en un proceso sin fin, desanimando a emprendedores y atascando la gestión empresarial, en especial a la de empresarios que no tienen margen para dedicar su valioso tiempo a minucias, que podríamos definir como "basura" y que además reducen su escuálido margen de ganancias, sin las cuales no pueden subsistir.

El miércoles pasado viajé a León, Nicaragua, una ciudad que en mi niñez se mantenía adormilada entre sus quehaceres universitarios, ya que era la sede de la Universidad Nacional y de hacendados con fincas de ganado y siembras en su entorno. Era una ciudad donde la siesta era de rigor, pues el sol siempre ha picado duro y el calor del mediodía es abrumador, que se mitigaba con árboles y construcciones adecuadas a su clima, con calles empedradas que, junto a sus aceras, se mantenían limpias y sin hoyos. Pero ahora todo ha cambiado, sus árboles han sido talados, sus calles irradian calor con el asfalto, las aceras, aparte de estar invadidas –hasta en un 75 por ciento por los vendedores– son un peligro para los caminantes, no solo por los hoyos, sino por la falta de espacio, lo que obliga a usar las calles enfrentando un tráfico desordenado que incluye camiones, carretones halados por caballos famélicos, bicicletas y motocicletas.

Todo este escenario puede cambiar con buena voluntad y disciplina. Y hablando de disciplina, esta es la razón por la cual las ciudades tienen policías, los que, por lo menos en el centro de León, brillan por su ausencia. Primero, hay que sembrar árboles en las plazas y parques o donde se encuentre un espacio libre, incluyendo los patios de las casas. El Archivo donará 5 arbolitos, y desde ya rogamos a la Cámara de Comercio o los Bomberos a que nos ayude a plantarlos y a los vecinos, a regarlos.

Segundo, esos esforzados vendedores que ocupan espacio público, tendrán que ser limitados. Se trata de pequeños negociantes que, ordenados, pueden acomodarse mejor, ya que añaden a ese sabor de calle, como bazares ambulantes.

Pero aquí viene lo más delicado, la basura que estos producen, demandan que las autoridades municipales coloquen cada 15 metros, recipientes de basura, que los propietarios de los bazares deben comprometerse a financiar, vigilar y depositar en ellos los desechos y basura que sus clientes desparraman. La Alcaldía debe cooperar vaciándolos por lo menos dos veces al día.

Comencemos con estos pequeños esfuerzos, ya que la competencia de otros destinos es real, no solo en el Lejano Oriente, como Singapur y Malasia, sino en nuestra Centroamérica, como Ciudad Antigua, en Guatemala, por mencionar una ciudad colonial centroamericana, cuyos esfuerzos en la limpieza les genera un turismo envidiable. Manos a la obra, queridos coterráneos.

Hasta El Archivo del 26 de febrero, con otro análisis de lo que nuestros ciudades o pueblos pueden hacer realidad para ser un atractivo turístico y de inversiones que nos ayude a minimizar la pobreza que nos abruma.

domingo, 12 de febrero de 2017

El Archivo CDLXXX – ¡Belleza Ambiental es la Clave!

El pasado domingo cinco viaje en automóvil desde Miami hasta la bahía de Tampa –unas 4:30 horas– parando algunos minutos para estirar las piernas e ir al baño, desde que salimos tenía obsesión por observar al ambiente, teniendo en mente "El Archivo" anterior sobre la "insalubridad" que azota algunos de nuestros países "al sur del Río Grande", y es que cruce cientos de kilómetros sin encontrar ni un papel o despojo alguno que compitiera con el paisaje, lo que hace que hasta el pantano (Everglades) se vea atractivo.

El conductor era mi estimado amigo y médico cardiovascular, Aland Fernandez Bendaña (nativo nicaragüense), que desde sus quince años reside en USA, ahí termino su secundaria más quince años de estudios para graduarse de médico, con especialidad en Cardiología, estableciendo su práctica en Clearwater, que forma parte del área metropolitana de Tampa, Florida, donde fundo con un grupo de colegas, tres clínicas especializadas en todo lo relacionado con el corazón, "Clearwater Cardiovascular Consultants", que dan servicio a miles de jubilados y turistas que anualmente residen y visitan esta región.

Esta área de Florida es dinámica y es sede de muchos congresos y exhibiciones durante los doce meses del año, gracias a su benevolente clima y excelente infraestructura de hoteles, restaurantes, playas de arena blanca y muchas atracciones como el "Mundo Disney" y "Universal".

St. Petersburg, Clearwater y Tampa, trio muy singular en cuanto a que en su conjunto ofrecen diversidad dentro de su individualidad, todas comunicadas con excelentes autopistas y espectaculares puentes que cruzan bahías e islas, estando uno de otro a minutos de distancia. El Aeropuerto Internacional de Tampa esta equidistante de las tres y de los pueblos aledaños, por lo que es su Hub aéreo con el mundo.

La región ofrece servicios médicos, hospitales y clínicas con especialistas graduados en las más prestigiosas universidades del mundo, provistos de equipos "up-to-date" en tecnología de la salud. Sus pacientes, en mayoría son de edad avanzada que desean seguir gozando de años de vida.

Pero no todo es salud y atracciones, buscando información sobre lo que ofrece la región, encontramos el histórico barrio "Ybor" de Tampa, donde Theodore Roosevelt y José Martí, fraguaron la liberación de Cuba y donde se ubica la sede de uno de los más espectaculares restaurantes de cocina española de América, el "Columbia Restaurant", fundado en 1905 por Casimiro Hernández, de origen cubano y ascendencia española, quien abandono su primer restaurante en la Habana debido a la guerra de Independencia, pues rehusó ingresar a las fuerzas españolas, lo que le obligó a salir en búsqueda de nuevos horizontes, sin hablar inglés.

Este ejemplar inmigrante, acompañado de sus cuatro hijos: Casimiro, Lorenzo, Gustavo y Evelio; emigro a Tampa. Ahora es el bisabuelo de la presente administración, los Gonzmart, que siguen con el celo profesional y tenacidad de sus antepasados, que transformaron un pequeño "café" para los trabajadores de las fábricas de tabacos (puros) en la histórica ciudad de Ybor, hasta convertirlo en el restaurante más atractivo del estado de Florida, que cuenta con otras seis localidades, en las ciudades de St.Augustine, Sarasota y Orlando, así como en el aeropuerto internacional de Tampa, Clearwater Beach y en el del Riverwalk de Tampa.

La sede principal, en Ybor City, es en sí un atractivo edificio que ocupa una manzana citadina, sin contar sus facilidades de estacionamiento. Revestido de azulejos que presentan historias de la cultura hispánica y pinturas sobre odiseas de Don Quijote, una enigmática fuente de agua, el vetusto Bar con música y bailadores flamencos que dan alegría y sabor, así como su bella y atractiva lámpara de cristales, que enmarcan el escenario donde trabajan más de 170 empleados, atendiendo 1,700 comensales que abarrotan el restaurante. Cuando cenamos en Columbia el pasado miércoles, mi hijo, Fernando y este servidor, tuvimos que esperar 15 minutos, aunque habíamos reservado con anticipación.

Notamos, desde que fuimos bienvenidos por unas simpáticas y atentas damas, que todo el personal es bilingüe, el servicio de ochenta meseros y sus ayudantes es excelente y profesional, actúan con respeto y familiaridad, logrando que el cliente se sienta cómodo y en casa.

El menú es vasto, trabajo arduo para setenta miembros de la extensa e inmaculada Cocina. Su vinoteca es variada y por la botella que escogimos, un sabroso vino tinto de Tarragona. España, es una prueba de tener una colección impresionante.

Lo más difícil para un restaurante de tal magnitud es el control de calidad, por lo que felicitamos a esa familia de Restauradores, como se les llama en España y Europa a los profesionales de la gastronomía, por mantenerlo y constantemente mejorarlo. Les sugerimos invitar a chefs de la "Madre Patria", así como de nuestras Américas, como huéspedes, lo cual los mantendría en actualidad del arte culinario hispano y sería otro atractivo promocional.

Si usted, querido lector, viaja a esa región de la Florida, visítenlos, es una experiencia muy agradable.

Hasta El Archivo del 19 de febrero del 2017 en Centroamérica, con el ruego de sus comentarios y de reenviarlo a sus amistades!





domingo, 5 de febrero de 2017

El Archivo CDLXXIX – ¡Insalubridad vs Turismo!

En días pasados, el Dr. Orlando Icaza-Gallard, un veterano médico que ejerce y reside en Estados Unidos y cuyo "hobby" es viajar por el mundo, escribió un artículo sobre la situación de insalubridad en su país natal, Nicaragua, lo que nos hizo meditar sobre la importancia que se le está dando a este sensible tema en los países que compiten en el mundo por atraer a visitantes, ayudando a su desarrollo, ya que nadie quiere viajar para enfermarse.

Tan realista exposición del sobrino, nos incentivó a seguir martillando sobre la importancia de un ambiente sano, tanto como la responsabilidad de los profesionales y establecimientos de salud en los países de nuestras Américas, para asegurar la protección tanto de sus visitantes como de sus residentes. Es su principal tarjeta promocional hacia el mercado mundial de intercambio comercial, inversiones y turismo, lo que nos recuerda aquella destructiva frase con la que tuvo que luchar México: "La Revancha de Moctezuma", sinónimo de contraer bacterias que producen enfermedades intestinales peligrosas. Lanzaron una campaña educativa masiva de limpieza, con resultados muy positivos que le elevaron a ser uno de los destinos turísticos más exitosos del mundo.

Comienza el Dr. Icaza recordándonos el popular brindis "salud, dinero y amor", del cual deduce que, sin salud, el dinero y el amor son fútiles. Se pregunta "¿cómo podemos ser felices residiendo en un país insalubre, sin hacer esfuerzos para superarlo?".

Reflexiona el patólogo que para tener un ambiente sano, entre otros deberes sanitarios, hay que combatir los mosquitos, ya que son los vectores propagando malaria, dengue, chikungunya, zika, fiebre amarilla y otras enfermedades, y entre ellas se pueden contar leucemias y encefalitis. Las moscas, ratones, ratas, cucarachas y chinches significan parasitosis, enfermedades respiratorias, cardiacas, enfermedades gastrointestinales y de la piel, que sumado al polvo, especialmente en los meses secos, producen alergias, asma, hepatitis y enfermedades respiratorias.

Continua recordándonos, sobre el peligro de la contaminación de aguas y aire por el abuso de insecticidas, mala gasolina y otros químicos que nadie regula, pseudoestrógenos que causan cánceres, enfermedades de la colágena, que bajan nuestro sistema inmunitario, así como la contaminación fecal de ríos y mares, pues casi no existen inodoros públicos ni facilidades para los bañistas quienes tienen que defecar, orinar y botar la basura por todos lados. Cualquiera se corta un pie con vidrios ocultos por la arena.

Recomienda incrementar el cuido de las playas públicas, regulando la venta de bebidas alcohólicas, sobre todo para evitar las riñas que producen consecuencias nefastas, entre ellas ahogados y accidentes automovilísticos, regular también los productos alimenticios en tramos que adolecen de los más elementales requisitos sanitarios.

Enfatiza la necesidad de la educación vial y la falta de señales e infraestructura que causa muertes por accidentes que ya son una epidemia y que por supuesto pone en peligro a visitantes que no están acostumbrados a manejar en el desorden que existe en las vías públicas. Los semovientes que deambulan sin control alguno, incluso hay países con perros sin dueños que deambulan en las calles con el peligro de rabia.

Menciona los peligrosos hoyos que son característicos de nuestras descuidadas aceras donde fácilmente se quiebra cualquiera. Los innumerables baches en calles y carreteras que destruyen vehículos y afecta la economía doméstica.

Se refiere en forma indirecta al turismo de salud, el cual recomienda regular estrictamente, incluyendo farmacias, laboratorios, hospitales y profesionales de la salud, estos últimos a través de un Colegio Médico con reconocimiento internacional.

Nos recuerda que en Latinoamérica fallamos al no tener tradición de voluntarismo. Muy pocos donan su tiempo libre, en cuya promoción deberían cooperar las organizaciones religiosas y de servicio, ya que los gobiernos necesitan el ejemplo de la ciudadanía, pues la burocracia está dominada por la ineficiencia y la corrupción.

Finaliza sus comentarios sabiamente al decirnos que las moscas y bacterias no distinguen entre pobres y ricos, e indiscriminadamente propagan enfermedades fatales. Por eso todos, especialmente lo que tienen educación y cultura, que saben del peligro de convivir en un ambiente insalubre, están en la obligación de cooperar por convertir nuestras comunidades en paraísos, donde no tendremos inmensas riquezas, pero sí salud, que es la base de la felicidad y el amor.

¡Que ciegos y sordos somos –dice Orlando José– e irresponsables añade este servidor al secundarlo!

Hasta "El Archivo" del 12 de febrero del 2017, nuevamente en Centroamérica, con el ruego de sus comentarios y de reenviarlo a sus amistades!