domingo, 10 de mayo de 2015

El Archivo CCCLXVII – ¡Derechos Ciudadanos!

En el Archivo anterior, expresamos nuestra preocupación por la falta de respeto ciudadano en ciudades y países, donde se ha unido, la corrupción, la avaricia y la falta de ética y moral, para destruirlos.

Esta epidemia se ensaña en los jóvenes y los viejos. Los primeros para corromperlos y usarlos. Los segundos para amedrentarlos y neutralizarlos, ya que como nos advierte el Padre José Conrado de Cuba, "cuando un pueblo cae en la indefensión… es difícil que la gente" escuche la voz de la experiencia de los "viejos" y mucho menos anime a la juventud para luchar por sus derechos ciudadanos.

Nuestros derechos son inviolables, no hay excusas, por eso, cuando suceden aberraciones, como la destrucción de un Hotel en construcción por funcionarios públicos, seguido por el hundimiento de un Yate, propiedad del mismo ciudadano, la única explicación es que se trata de enfermos mentales, que como lo expresase el Colega Iván de Jesús Pereira, en un artículo publicado en el diario "La Prensa" de Nicaragua, envía un angustioso signo, de que la población entera está peligrando por la "prepotencia" y el "atropello" de los derechos ciudadanos, personificados en este lamentable caso, por Don Milton Árcia, esforzado y honesto empresario.

Pregunta el columnista Pereira "¿Fue una torpeza o lo que se quería era sembrar el miedo? Si esto último fue el objetivo, se logró: ¡hay miedo!, la gente habla en voz baja y con cuidado sobre el hecho. El zarpazo está bien dado, en plena cara, irrespetando el más mínimo concepto de derecho".

Y continua el escritor "La imagen de un hombre semidesnudo, arrastrado por policías, gritando su dolor y su atropello" que como él dice "destruye en un segundo, la 'marca Nicaragua', que con esfuerzos de la empresa privada y pública, se ha venido promoviendo por atraer el turismo".

El periodista que visitó la acogedora Isla de Ometepe, localizada en el lago de agua dulce más importante de Centroamérica, donde se dieron los hechos, "vi desintegrada en mil pedazos la modernización, la ampliación de los puertos y el nuevo ferry que surca el lago" como "borrados por la magnitud de la barbarie" y continua relatándonos que "Todos al verlo, comprendimos el retroceso de la República, la mentira del 'Estado de derecho', ya que nuestro sistema judicial, no es independiente, es corrupto".

En el mismo artículo nos advierte que "de nada sirven nuevos códigos, nuevas instituciones o nuevos arreglos" ya que "un ciudadano ha sido mancillado en su dignidad, irrespetado y pisoteado en sus derechos. Un ciudadano ha sido pulverizado por el poder omnímodo, por el poder absoluto, que destroza las instituciones de la República, y siembra el terror y el miedo". Lo anterior sucede, tristemente, casi a diario por la Policía Nacional, que debe ser su protector.

Lo alarmante de este acto barbárico y otros, como el de los ancianos y sus conciudadanos enfrente del edificio del INSS, es que no conocer de ninguna preocupación del Gobierno en investigar y castigar a los culpables de los abominables hechos que no solo, como dice Pereira, destruye la "marca Nicaragua", sino la marca "Centroamericana", que con tanto esfuerzo se ha venido promoviendo a nivel mundial, sino que daña imagen en países respetuosos de la propiedad privada, lo que da como resultado, no solo el miedo que esos irresponsables han sembrado, sino el temor que causa la duda de inversionistas de países respetuosos de la institucionalidad y el Estado de Derecho.

El caso de Árcia, ha sido pan caliente para los medios de prensa y que por lo tanto ha recorrido el mundo como noticia roja, es representativo del efecto que causa la falta de institucionalidad, ya que no podemos seguir siendo aldeas con caciques rodeados de analfabetas irresponsables, sino Republicas que tienen la obligación de respetar los derechos ciudadanos, como miembros del mundo civilizado.

Así mismo, es alarmante y triste el desbarajuste que está causando el abuso policial a nivel americano. Baltimore, USA, es solo uno de los recientes estallidos, ya que estas instituciones han venido prostituyendo, en forma deliberada, la honrosa labor de protección ciudadana de los Agentes del Orden. Se está convirtiendo a los guardianes del orden público, en piratas, destructores de bienes privados y acosadores del ciudadano honesto, que es confundido con los delincuentes organizados, traficantes de drogas, armas y seres humanos, sin que, hasta el momento, se hayan logrado erradicarlos.

Está desapareciendo el amigable y servicial Agente del Orden, el protector ciudadano y en su lugar, surge, en muchas de las vías públicas que usan honestos trabajadores, negociantes y profesionales para ir a sus ocupaciones, solapados Agentes, repartiendo boletos por faltas menores de tráfico, que la mayoría de las veces inventan, castigando injustamente al ciudadano con onerosas multas en proporción a sus ingresos, despojándolo además de su Licencia de Conducir, que es un documento personal, lo cual les hace perder días de trabajo, en el engorroso proceso de recuperarlas, que en el caso de turistas, es misión imposible, por lo que ya es un riesgo conducir vehículo, en nuestra región.

Es necesario regresar a nuestros Agentes del Orden su dignidad, su responsabilidad cívica de proteger a la ciudadanía, patrullando nuestros barrios, escuelas, protegiendo sus maestros y alumnos, así como a los indefensos ciudadanos adultos mayores.

Ya es hora que actuemos con patriotismo, que gobernados y gobernantes cumplamos con nuestros deberes y obligaciones, de lo contrario no podremos defendernos y protegernos y mucho menos erradicar la pobreza y mucho menos tener la esperanza de progresar.

Hasta El Archivo CCCLXVIII del próximo 17 de mayo del 2015, ¡DERECHOS CIUDADANOS ES LA COLUMNA VERTEBRAL DE NUESTRO SISTEMA DEMOCRATIVO! DEFENDAMOSLOS!

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