domingo, 23 de diciembre de 2012

EL ARCHIVO CCXXXVIII – NAVIDAD, ES VIDA!

Alejandro José Gallard Prio. 

NAVIDAD o NATIVIDAD, es en sí un regalo de VIDA. Es el nacimiento del ser, de JESUS que nació en un pesebre, y del renacer del hombre. Jesus que murió predicando ¡AMOR!y resusitó para estar a la derecha del Padre y el hombre con Él.

El periodo navideño, por tradición, se asocia con sentimientos afectivos, de acercamiento entre seres humanos, que crece con los recuerdos y conlleva esperanzas, buenas nuevas y amor al prójimo.

Navidad no tiene espacio para el sufrimiento, por lo que cuando suceden tragedias que estremecen nuestros sentidos, no encontramos como describir la tristeza que nos invade.

Lo sucedido en Newtown, Connecticut, donde 20 inocentes niños que entraban al uso de su razón y 6 de sus maestras, fueron empujados a emprender el viaje al cielo de los justos por un pobre desquiciado mental, quien antes había asesinado a su madre, nos ha dejado un vacío.

Un vacío que no podemos llenar, ya que esas vidas nunca volverán, aunque siempre, recordaremos sus caritas inocentes y las de sus maestras personificadas en esa heroína de 27 años, Victoria Soto.

También nos ha dejado con un reclamo pendiente que merece respuesta, ya que estamos fallando como sociedad. No se trata de un caso, son muchos y en todos hay un común denominador: Un enfermo mental armado.

En los Estados Unidos de ayer, se cuidaba y luchaba por sanar a los enfermos mentales. En el de hoy, se les abandona, incluso, tienen que ir a las farmacias a buscar sus propias medicinas. Residen en casas con vigilancia mediocre, cuyos operadores reciben paga del estado por hospedarlos y mal alimentarlos. Conocí algunos casos en Philadelphia, dos de los cuales, resultaron en suicidio.

Se habla de asaltos, robos y asesinatos, pero se ignora a los miles de seres que sus familias, si es que la tienen, no pueden con ellos y el Estado, con la excusa de que había abusos en los Hospitales mentales, les cedió el derecho a una libertad enmarañada bajo el techo de oportunistas.

En el caso de las armas automáticas, hay trasnochados cazadores, que amparándose en un derecho constitucional, de los tiempos en que se luchaba por la República, siguen insistiendo en mantener armado a un pueblo que anhela la paz y que durante su vida republicana, ha demostrado a través de sus fuerzas armadas y policiales, derrotar a los enemigos de nuestros principios democráticos a nivel mundial, así como a los infractores de las leyes. Por lo que nos preguntamos: ¿es sensato armar a los que infringen las leyes y a los irresponsables e inestables, emocional y mentalmente?

Es urgente que Estados Unidos despolitice la tenencia de armas y que encuentre solución al abandono en que se encuentran los enfermos mentales.

EL TERREMOTO DE MANAGUA HACE 40 AÑOS

Para ese tiempo, 1972, residíamos en la Colonia Pereira, Barrio El Carmen de Managua. Al comienzo de esa noche, 22 de Diciembre, sentimos varios temblores, pero no fue hasta las 12:33 am del 23, que el fuerte hamaqueo nos despertó.

Supimos en el mismo instante de que se trataba del esperado terremoto y nuestra única preocupación fue la seguridad de los hijos, que gracias a la excelente construcción del inmueble, todos estaban sanos y salvos, pero como el impacto había desplazado los inodoros y el agua corría por los pisos que estaban cubiertos de vidrios, pedazos botellas, loza y adornos, se nos dificultó salir a refugiarnos en el lote vacío que teníamos enfrente, ya que estábamos descalzos.

Una vez instalada la familia en el lote, salí a pie hacia la casa de mis padres, que estaba cerca del Parque Central de Managua, encontrando por donde pasaba destrucción, heridos y muertos. Felizmente, los encontré vivos, aunque con algunos golpes, ya que la casa quedó destruida. Después de abrazarles y asegurarme que estaban sin peligro, emprendí mi recorrido de regreso, usando otra ruta que me confirmó la aterradora destrucción.

Por la mañana del 23 de diciembre, la Junta de Gobierno, decidió la creación de un Comité de Emergencia, bajo la Presidencia del General Somoza Debayle, quien me asignó la tarea de recibir y organizar el apoyo a las delegaciones de la Prensa Mundial que comenzaban a llegar al Aeropuerto, ya que el Secretario de Prensa no estaba.

En un camión militar con conductor, recorrí Managua con periodistas y camarógrafos, cuya prioridad era dar a conocer los estragos y tragedias humanas, lo que me saturó de cadáveres y destrozos.

Al final del segundo día, me encontré con el Presidente de la Cruz Roja, Jorge Cárdenas, que necesitaba de un Encargado para recibir y coordinar las ayudas que comenzaban a llegar al Aeropuerto y al saber que el Secretario de Prensa ya estaba en Managua, sugirió mi nombre al Comité y de inmediato pasé a vivir una triste experiencia.

Digo triste, por lo impactante que fue darme cuenta de lo corrupto que estaba el país, ya que a sabiendas de la tristeza, angustia y necesidad de la población, llegaban al aeropuerto, los tales lideres de barrio y con lujo de barbarie y fuerza, se llevaban las donaciones consignadas a la Cruz Roja, muchas de las cuales terminaron pudriéndose por falta de refrigeración y propia distribución y otras, entre ellas medicinas, en manos de inescrupulosos y corruptos comerciantes.

A pesar de los años, sigo avergonzado por los abusos de los corruptos durante el terremoto del 72, así como de los del Huracán Mitch y de otras actos de irresponsabilidad cívica, que demandan urgente medidas para detener el virus de la corrupción, que destruye las esperanzas de niños y ancianos por la falta de asistencia, que se fuga en manos de delincuentes disfrazados de servidores públicos.

¡FELIZ NOCHE BUENA!

Hasta el próximo ARCHIVO CCXXXIX, 30 de diciembre del 2012. 




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