domingo, 10 de abril de 2011

EL ARCHIVO CXXXV – TURISMO REJUVENECE!

EL ARCHIVO CXXXV – TURISMO REJUVENECE!
Alejandro José Gallard Prio – domingo, 10 de abril del 2011

No hay nada más saludable y emocionante que viajar, aún con todas las molestias que en los últimos años sufrimos en los aeropuertos, ya que nos permite conocer nuestro fabulosa geografía, la extraordinaria diversidad del “homo sapiens” y sus diferentes costumbres; darnos cuenta, a pesar de lo que veamos y escuchemos, que no somos diferentes, que todos, pobres, acomodados y adinerados, sufrimos y gozamos, dentro de nuestras posibilidades.

Rejuvenecemos, no porque visitemos las innumerables clínicas que existen para que nos revitalicen, sino porque cambiamos de ambiente, de amaneceres, de clima, de puestas de sol, de cielos oscuros o relucientes, de noches estrelladas o cerradas, en fin porque nuestra mente le dice al cansado cuerpo, no te envejezcas, hay mucho por ver, por gozar, anímate!

El turismo es todo lo anterior y más, por eso es que a cierta edad, es una inversión. Conozco a unos “Ochentones” que mensualmente visitan, por un par de días, un Hotel Resort de Playa, que dicen sentir esa inyección revitalizadora, que les da la fuerza para continuar gozando la vida. Su argumento, aparte del goce, es que es una buena inversión.

El turismo de jubilación, es aquel que muchos aprovechan para regresar a sus lares nativos y es, en la mayoría de los casos, una decisión que les trae beneficios, ya que con las facilidades que encuentran en sus países, pueden ellos dedicar su tiempo libre a poner en práctica los conocimientos adquiridos en el exterior.

Uno de mis amigos de juventud, después de obtener su Licenciatura en la Universidad de California (Berkeley, USA), logró su Doctorado en Optometría (O.D.) en el Colegio de Optometría de Pennsylvania, (Philadelphia, USA) y ejerció su profesión en Nicaragua, pero los acontecimientos de la triste década de los 80 del siglo pasado, le obligó a emigrar. Ya para ese entonces se acercaba a los 60 y había que comenzar nuevamente. Así pasaron los años y al llegarle la edad de jubilación, tomó, en unión de su esposa, la decisión de regresar a su tierra. Soy testigo de sus luchas en el exterior y también de los logros y triunfos que ha cosechado a su regreso, lo cual, sin duda alguna, le ha rejuvenecido. Como profesional ha cooperado con clubes de servicio para la realización de jornadas médicas que han hecho operaciones de la vista y obsequiado anteojos a los necesitados.

Como resultado de su acertada decisión de gozar su retiro en su trópico, rodeado del verdor de arboles y de un clima agradable, ha  adquirido dinamia y motivación, para serle útil a sus coterráneos, y de manera voluntaria, cosa no acostumbrada en estos países, ha contribuido en el desarrollo de proyectos comunitarios. Esto es algo que todos los jubilados pueden realizar, ya que la edad nunca es una señal de paro, sino de ánimo para seguir adelante
 
Ya en sus 85,  ha logrado realizar un sueño, asesorando a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en el establecimiento de la Escuela de Optometría Médica que comenzó a funcionar este año.

La obra de mi amigo, es un modelo a seguir por los miles de “retirados” que se han quedado envejeciendo en los países desarrollados, ya que al viajar a sus lares nativos rejuvenecerían y se sentirían útiles a la humanidad, aportando conocimientos, experiencia y por sobre todo, demostrando esa virtud llamada “voluntad de servir”, que contribuye al bienestar de comunidades, que se animarían con su presencia.

En muchos casos, a esto se le llamaría “turismo de temporada”, no un traslado permanente, ya que la mayoría de ellos tienen fincadas sus vidas con hijos y nietos que demandan su presencia, pero esos inviernos duros para los viejos huesos, los hace añorar el trópico, que sin duda, proporciona vitalidad, fuerzas y por sobretodo salud.

Sabemos que existen leyes y regulaciones que benefician a los que se jubilan en nuestros países, pero a veces estos trámites son engorrosos, por lo que hay que agilizarlos e incluir a los que vienen por temporadas anuales, ya que esto incrementaría el número de residentes temporales, que contribuirían en forma directa al desarrollo de la economía y muy en especial a la contratación de trabajadores domésticos.

No hay duda que la madre naturaleza nos ha bendecido y sin costo alguno, por lo que ya es hora de que las municipalidades y gobiernos centrales se alejen de la politiquería y dediquen su valioso tiempo y presupuestos en cooperar para que el ambiente sea saludable y limpio, cero “basura”; que los policías protejan y  respeten a los visitantes, en vez de multarlos asiduamente, por lo que ellos llaman “mala maniobra” y,  que los trámites para compra de bienes inmuebles, que mucho de ellos por lo general hacen, se realicen sin dilaciones burocráticas, debido a que con la corrupción imperante, donde todo quieren su porcentaje, encarece y desanima las inversiones.

El sistema educacional de los países en desarrollo, necesita de cooperantes técnicos, de profesores universitarios retirados en los temas de ciencias de la educación, de medicina, de carreras técnicas y de sistemas de  computación, de los cuales hay muchos, envejeciendo y perdiéndose de la oportunidad de servir a sus paisanos, brindándoles sus conocimientos y experiencias de cómo se triunfa donde la competencia es optima.

Este ejercito de hombres y mujeres de la edad de oro, es la mejor ayuda humana y educativa que nuestros países pueden recibir y para ellos, será un galardón más, por tendrían la oportunidad de cooperar en el progreso y bienestar de sus lares nativos. 
Hasta la próxima semana con EL ARCHIVO CXXXVI.

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